BUENOS DÍAS VERACRUZ
David Varona Fuentes
viernes 5 de junio del 2020.
Es el interrogante que retumba en su cabeza del presidente AMLO.
El mandatario sabe de sobra que su protegido ha resultado todo un fiasco como gobernador del estado de Veracruz.
El Peje acostumbrado a la alfombra roja de sus incondicionales, no sabe qué determinación tomar sobre la forma en que la geografía política veracruzana, está en grave riesgo de perderse como la tercera fuerza electoral del país.
López Obrador también sabe que su partido Morena está hecho trizas en manos de las tribus y de los chairos, que se han repartido el pastel del jugoso presupuesto del gobierno estatal.
Y la verdad…que el presidente está pasando por sus peores momentos ya como el jefe de las instituciones del país.
En tres meses don Andrés con su política unipersonal y zorruna, ha sembrado el desconcierto ante la tragedia que se vive, por los graves e irreparables daños que está dejando la pandemia del Covid-19
Ahora si López Obrador está conociendo a Dios.
A estas alturas ya no le cuadran los números ante la terrible crisis económica y de salud en que están envueltos millones de mexicanas y mexicanos.
Las mentiras del doctor Hugo López Gatell, en sus acostumbradas conferencias vespertinas, ha derramado el vaso que ha puesto al descubierto la forma infame en que el pueblo de México se le está llevando bajo las mañas y ocurrencias de un presidente enloquecido por el poder que está llevando al país al desbarrancadero.
Con el viejo truco de repartir dinero entre los pobres y satanizar a los ricos; López Obrador se tambalea en las resientes encuestas, el presidente ha perdido en el mes de mayo 10 puntos de popularidad.
Y carajo.
Esto para el tabasqueño encendió las farolas rojas en palacio nacional; su gente cercana que a veces escucha, le han dejado entrever que el país está en llamas ante los miles de muertos que están dejando el coronavirus y el crimen organizado.
Y si esto se le suma el pánico que trae el presidente, ante el resultado del proceso electoral intermedio del 2021, Andrés Manuel le angustia saber que de seguir por la misma ruta del desorden y de encabezar el nuevo peligro para México, corre el riesgo de perder la mayoría del Congreso, las más importantes de las 15 gubernaturas y sus respectivos Congresos Locales que estarán en juego así como un número impresionante de municipios ahora gobernados por Morena.
Entonces volviendo al tema:
¿Qué hacer con el gobernador Cuitláhuac García?
Los más connotados y serios analistas políticos, cruzan apuestas de que el protegido, ya cumplió su ciclaje y que el mismo presidente ya anda en busca de un acomodo de segunda mano.
Ahora lo interesante, es saber cómo AMLO buscará una estrategia para que entre el relevo que pudiera rescatar lo poco que le queda a este gobierno de corrupción e impunidad.
Porque aquí no cabe aquella frase popular: muerto el perro se acaba la rabia.
El daño es colateral, pues dentro de la misma mafia de corruptos y rateros, el gobierno de Veracruz no cambia en nada, si siguen las mismas gentes encabezadas por el secretario de gobierno, el nefasto Eric Cisneros Burgos.
Si López Obrador en verdad quiere rescatar Veracruz para Morena, entonces que se haga una limpia completa de funcionarios y parientes del mismo gobernador del estado.
De lo contrario, el presidente cavará su propia tumba en su tierra adoptiva.
No se necesita ser sabio, ni muchos menos adivino; Cuitláhuac no sirve para gobernar.
Para nadie resulta desconocido que AMLO tiene una gran deuda con el Cuícaras que lo ha hecho inamovible.
Quién no recuerda las maletas repletas que el recaudador García Jiménez llevó a la casa de campaña del entonces candidato presidencial, en donde por cierto se dijo que el hijo mayor del ahora presidente era quien recibía y nada tonto Cuitláhuac pedía que se le firmara lo recibido.
Pero, esa es otra historia.
Información es Poder.
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