BUENOS DIAS VERACRUZ
David Varona Fuentes
Viernes 9 de diciembre del 2011.
Pedro Joaquín Coldwell echó las campanas al vuelo.
Y no fue para menos.
Los priístas están heridos de muerte.
Los señalamientos gravísimos, que ha hecho el presidente Calderón; sobre los presuntos nexos del partido tricolor con las bandas del crimen y el narcotráfico, en este proceso electoral, con miras a la silla presidencial, encendió las farolas rojas, en el seno de la familia de la franquicia del Partido Revolucionario Institucional.
Y el presidente no fue muy lejos para encontrar la repuesta.
En el acto de protesta del nuevo dirigente nacional, el senador Pedro Joaquín Coldwell, hizo serias advertencias a Felipe Calderón como jefe de las fuerzas azules, exigiendo que saque las manos del proceso electoral.
El posible enjuiciamiento de connotados priístas, ex gobernadores ex senadores ex diputados y ex alcaldes; ha motivado una enorme preocupación de que la procuración de justicia, lleve al banquillo de los acusados, a todos aquellos pillos y sinvergüenzas, que bajo la bandera partidista tricolor, hicieron del uso y el abuso de los recursos públicos, un escandaloso saqueo al amparo del poder, en las 19 entidades federativas, en dónde gobierna el PRI.
Tal vez, don Pedro se le olvidó o fingió demencia, de las enormes fortunas acumuladas por sus compañeros de partido, a lo largo y ancho de la geografía mexicana.
Riquezas insultantes de políticos y políticas; quienes a estas alturas, hacen alarde de una “honestidad transparente” que ofende a millones de mexicanos y mexicanas, que se encuentran en la pobreza extrema, víctimas de presidentes municipales y gobernadores tránsfugas.
El pueblo tiene memoria… y el pueblo será quien decida, quién será su presidente, senador o diputado.
No se vale que una pandilla de facinerosos, de ricos y explotadores se ampare bajo las siglas de un “Nuevo PRI”, cuando es del dominio público que son los mismos rostros, los mismos vicios y las mismas corruptelas.
El triunfalismo a estas alturas, es mal consejero.
La militancia priísta en los sectores del partido; se ha sentido desplazada, ante la selección de candidatos y candidatas a senadores y diputados federales.
El reparto criminal de 30 diputaciones para el Panal y 20 para el Verde Ecologista, así como 10 senadurías entre ambas franquicias, ha puesto los pelos de punta, a dirigentes regionales, municipales y estatales, que se sienten con los méritos de aspirar a los puestos de elección popular de su partido.
Sin embargo, el PRI siente que solo, no puede ganar la Presidencia ni la mayoría en el Congreso Federal.
¿Qué quiere decir esto?
Simple y sencillamente, que la democracia mexicana, solo es una farsa más, que el partido tricolor la disfraza con el corte de un discurso demagógico y acartonado, que ya no convence a la inmensa mayoría de priístas dolidos y traicionados.
La carretada de aplausos, hurras y vivas, se han quedado en el auditorio repleto de advenedizos y farsantes, que a la hora de la verdad, no representan a nadie.
Tiempo al tiempo, las circunstancias ubicarán a priístas y panistas; los electores tienen los ojos bien abiertos y al final de cuentas… ganará quien merezca, la confianza de millones de mexicanos.
¿Y la alternancia?
Bien… gracias.
¿O usted qué opina?
davidvaronaf@hotmail.com
www.lagazeta.org
www.buenosdiasveracruz.blogspot.com
David Varona Fuentes
Viernes 9 de diciembre del 2011.
Pedro Joaquín Coldwell echó las campanas al vuelo.
Y no fue para menos.
Los priístas están heridos de muerte.
Los señalamientos gravísimos, que ha hecho el presidente Calderón; sobre los presuntos nexos del partido tricolor con las bandas del crimen y el narcotráfico, en este proceso electoral, con miras a la silla presidencial, encendió las farolas rojas, en el seno de la familia de la franquicia del Partido Revolucionario Institucional.
Y el presidente no fue muy lejos para encontrar la repuesta.
En el acto de protesta del nuevo dirigente nacional, el senador Pedro Joaquín Coldwell, hizo serias advertencias a Felipe Calderón como jefe de las fuerzas azules, exigiendo que saque las manos del proceso electoral.
El posible enjuiciamiento de connotados priístas, ex gobernadores ex senadores ex diputados y ex alcaldes; ha motivado una enorme preocupación de que la procuración de justicia, lleve al banquillo de los acusados, a todos aquellos pillos y sinvergüenzas, que bajo la bandera partidista tricolor, hicieron del uso y el abuso de los recursos públicos, un escandaloso saqueo al amparo del poder, en las 19 entidades federativas, en dónde gobierna el PRI.
Tal vez, don Pedro se le olvidó o fingió demencia, de las enormes fortunas acumuladas por sus compañeros de partido, a lo largo y ancho de la geografía mexicana.
Riquezas insultantes de políticos y políticas; quienes a estas alturas, hacen alarde de una “honestidad transparente” que ofende a millones de mexicanos y mexicanas, que se encuentran en la pobreza extrema, víctimas de presidentes municipales y gobernadores tránsfugas.
El pueblo tiene memoria… y el pueblo será quien decida, quién será su presidente, senador o diputado.
No se vale que una pandilla de facinerosos, de ricos y explotadores se ampare bajo las siglas de un “Nuevo PRI”, cuando es del dominio público que son los mismos rostros, los mismos vicios y las mismas corruptelas.
El triunfalismo a estas alturas, es mal consejero.
La militancia priísta en los sectores del partido; se ha sentido desplazada, ante la selección de candidatos y candidatas a senadores y diputados federales.
El reparto criminal de 30 diputaciones para el Panal y 20 para el Verde Ecologista, así como 10 senadurías entre ambas franquicias, ha puesto los pelos de punta, a dirigentes regionales, municipales y estatales, que se sienten con los méritos de aspirar a los puestos de elección popular de su partido.
Sin embargo, el PRI siente que solo, no puede ganar la Presidencia ni la mayoría en el Congreso Federal.
¿Qué quiere decir esto?
Simple y sencillamente, que la democracia mexicana, solo es una farsa más, que el partido tricolor la disfraza con el corte de un discurso demagógico y acartonado, que ya no convence a la inmensa mayoría de priístas dolidos y traicionados.
La carretada de aplausos, hurras y vivas, se han quedado en el auditorio repleto de advenedizos y farsantes, que a la hora de la verdad, no representan a nadie.
Tiempo al tiempo, las circunstancias ubicarán a priístas y panistas; los electores tienen los ojos bien abiertos y al final de cuentas… ganará quien merezca, la confianza de millones de mexicanos.
¿Y la alternancia?
Bien… gracias.
¿O usted qué opina?
davidvaronaf@hotmail.com
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