domingo, 21 de agosto de 2016

LA OPERACIÓN CLAVILLAZO.



BUENOS DÍAS VERACRUZ
David Varona Fuentes
BUENOS DÍAS VERACRUZ
Lunes 22 de agosto del 2016.

Puro cuento.
Con el tecnócrata Enrique Ochoa Reza al frente del PRI nacional resultó peor el remedio que la enfermedad.
Fue sacado de la Comisión Federal de Electricidad para convertirlo en cirujano especialista que salve al moribundo Partido Revolucionario Institucional, de las garras de la muerte política.
Antes de “destaparse” aspirante sustituto del derrotado Manlio Fabio Beltrones, don Enrique supo en la que se metía.
No lo engañaron.
Sabía que la debacle tricolor en la jornada electoral del 5 de junio fue producto del hartazgo de la gente a la corrupción, empezando desde la “Casa Blanca” de 87 millones de pesos de la familia presidencial, seguido por el descarado saqueo impune de los gobernadores estatales.


Perder 7 estados en una sola elección a causa de actos de rapiña de los propios gobernadores y sus secuaces colaboradores, puso de pánico al huésped de Los Pinos.
Un rápido análisis de lo sucedido en el pasado proceso local, determinó que a ese paso y con las mismas prácticas de corrupción de los mandatarios priístas restantes, en dos elecciones más todo el país sería oposición. Unos vestidos de azul y amarillo, otros de Morena.
Y en consecuencia….
Adiós Presidencia de la República en 2018, como en el 2000.
El presidente Enrique Peña Nieto, sabe que el enemigo público de su gobierno y de todas las administraciones estatales y municipales tricolores representantes del partido tricolor, es la desconfianza ciudadana a todo lo que huele a PRI.
Los grandes escándalos de corrupción de los regímenes priístas a lo largo y ancho de la geografía nacional, llevaron al suicidio político al instituto formado por Plutarco Elías Calles.
La masacre electoral del 5 de junio, lo dejó en estado de emergencia.
Y para “revivirlo”, impusieron en el CEN a un desconocido, inexperto total en el oficio político, un rostro nuevo sin olor nauseabundo al viejo y despreciado PRI.
La instrucción presidencial recibida fue:  
Enviar a los mexicanos el mensaje de castigo y expulsión de las filas del PRI a los mandatarios denunciados por corruptos, abuso de poder y enriquecimiento ilícitos.
Así lo hizo, advirtió que el PRI iniciaba una nueva etapa, de reconciliación y de ataque frontal a la corrupción en su militancia, en especial aquellos que eran servidores públicos.
Sin embargo…
Los gobernadores priístas acusados de rateros, se murieron no de miedo…sino de risa por el anuncio del dirigente nacional de su partido.
Enrique Ochoa Reza, es el nuevo Clavillazo tricolor.
También es puro show; sus ocurrencias igual causan carcajadas.
A escasas semanas en la dirigencia nacional del PRI, mostró ya de qué está hecho.
El cuento y la falacia son las cartas credenciales del recomendado de Los Pinos para intentar salvar al moribundo.
En su inauguración de discursos incendiarios en contra de gobernadores de su partido responsables de la carnicería electoral pasada, advirtió que iniciarían proceso para expulsarlos, porque eran una vergüenza para el PRI.  
Ahora dice que serán las comisiones de Justicia partidistas estatales las responsables de dictaminar la suerte de los Ejecutivos en capilla.
Es una burla.
Perro, no come perro.
Los responsables de dicha comisión son aliados y cómplices de los gobernadores en turno, ellos los impusieron al frente de ese cargo partidista.
Ejemplo el caso Veracruz:
El titular de Justicia en el CDE del PRI es marco Antonio Aguilar Yunes, protector del narcotraficante Albino Quintero Meráz, en sus tiempos de subprocurador de Justicia en la zona de Veracruz puerto, además compadre del gobernador Javier Duarte y actual diputado federal por el distrito de Córdoba.
Javier y Marco se conocen desde niños, jugaron carritos y muñecas, se consideran y quieren como hermanos.
Imposible que el hermano le corte la cabeza al hermano.
A Duarte de Ochoa le llegará la voladora por otro lado, no por el PRI. Pese a que sus “asesores” siguen cobrando cantidades millonarias engañándolo que no pisará la cárcel, lo cierto es que Javier si será llevado ante la justicia.
Los delitos por lo que será enjuiciado son graves; aquellos que un amparo de la justicia federal, no lo salvará.
Los saqueos públicos…ese es otro rollo.
Su suerte está echada, cuidadosamente seguimos la ruta que tomará el escándalo político, que ha puesto en riesgo la gobernabilidad de un presidente de la república atrapado y sin salida.
No habrá perdón ni olvido, lo hecho por el gobernador Duarte fue un dardo al corazón de Enrique Peña Nieto.
Y el Estado es el Estado.
 ¿O usted qué opina?

PD. ¿HASTA DÓNDE LLEGARÁ? El dinero mal habido, pues trascendido a muy alto nivel, que el corrupto delincuente de Vicente Benítez González, validado ya por el TEEV como diputado ganador por el distrito de Los Tuxtlas, ahora se prepara con las alforjas repletas para comprar a los señores magistrados del TEPJF, para que le sea extendida su constancia de mayoría y así lograr un escaño en la próxima Legislatura. Y si esto se llegara a consumar, que dios nos agarre confesados, pues Duarte desde el mismo infierno, Irá en el rescate de su hijo putativo; aunque no hay que echar al cesto de la basura, la frase inmortal del tío Fide: “Todo lo que se compra con dinero sale barato”…

-NOTICIERO y ANÁLISIS POLÍTICO de DAVID VARONA FUENTES en #BUENOSDIASVERACRUZ- en vivo- 11:15am Por:

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PUNTA DE LANZA…
¿PACTAN LOS YUNES ROJOS?

Ha regresado el candidato perdedor de la gubernatura de Veracruz. O más bien, ha vuelto. Eso de regresar no  queda porque cuentan que muchos  todavía están a la espera  que devuelva el dinero que le prestaron para actividades de su carísima campaña proselitista.
En efecto, Héctor Yunes Landa, está de regreso en su guerra de declaraciones asegurando que aspira repetir como abanderado del PRI al gobierno de Veracruz en 2018.
No quita el dedo del renglón insistiendo en declaraciones a medios de comunicación que es el mejor para recuperar el Estado dentro de dos años, minimizando al senador José Francisco Yunes Zorrilla, con quien pactó que él iría como candidato en 2016 y el de Perote en 2018.
Obsesionado en ser gobernador Yunes Landa hace a un lado el compromiso de caballeros hecho con su compañero de partido y de escaño legislativo. Finge demencia y empieza jugar al “yoyo”. Afirma que “ya fui yo y sigo yo…”
En cambio el joven Pepe, en respuesta señala que “las declaraciones de Héctor no significan traición de su parte, respeto sus deseos de volver a ser abanderado del PRI.
De acuerdo a comentarios de íntimos de los Yunes rojos, el de Soledad anda rogando, suplicando  al peroteño acepte, permita y le deje el camino libre en 2018, que sería la última oportunidad para lograr su sueño de ser gobernador de Veracruz.
Palabras más, palabras menos, dicen que explica:
-“Yo tengo ya  58 años, sería gobernador a los 60 (en 2018); en cambio tú sólo tienes 47; cuando yo te entregue la gubernatura en 2024, tendrías apenas 55 años”.
¿Y… qué pensará Pepito?   


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