BUENOS DIAS
VERACRUZ
David Varona
Fuentes
28 mayo de
2015
Ha dicho
Enrique Peña Nieto al promulgar la reforma constitucional que dio origen al
Sistema Nacional Anticorrupción.
Según el
discurso…
El presidente
de la República ya encontró la fórmula mágica para atacar esa pandemia política
que devora al servidor público, no respetando sexo, edad, grados
académicos, posición social ni afiliación partidista.
Influenciados
o motivados por aquello de que “el que no transa no avanza”, todos le
entran en México a la corrupción oficial. Desde un simple burócrata oficinista
hasta el funcionario más encumbrado de cualquier nivel de gobierno.
Y la
paradoja:
El gran
impulsor de cambios constitucionales que den vida a organismos
gubernamentales que velen por la transparencia y combatan la impunidad en
México… se encuentra bajo sospecha de no conducirse con honestidad, rectitud e
integridad durante sus años de servidor público, lo mismo que sus principales
colaboradores.
Los hechos no
mienten:
Ahí están,
como pruebas irrefutables, Las Casas Blancas. La del presidente Peña y
las de su ministro de Hacienda adquiridas bajo el delito de conflictos
de interés. Dos en Lomas de Chapultepec, en la ciudad de México, y una en el
club de Golf de Malinalco, en el estado de México.
La Iglesia en
manos de Lutero.
Y si nos
trasladamos a los gobiernos de los estados, en la función pública se
percibe el tufo de podredumbre, de descomposición política.
Gobernadores
y alcaldes de todos los colores partidistas se encuentran envueltos en
escándalos de enriquecimientos ilícitos, tráfico de influencias y abusos de
autoridad. Puede en ellos más la depravación por saquear las haciendas públicas
que el interés de conducirse con legalidad y lucidez.
Yo pregunto:
¿Qué estado
se salva de la rapiña financiera de sus gobernantes?
A los ojos
ciudadanos: ¡Ninguno!
Quienes están
en funciones de gobierno, aun siendo indiciados por presuntos actos de
corrupción, se encuentran gozando del manto de la impunidad peñista. Y los que
caen en desgracia judicial, son protegidos por las mafias políticas de su
partido.
Ejemplo:
El ex
gobernador de Tabasco, Andrés Granier Melo. Sin pisar la cárcel de su
estado donde cometió decenas de delitos graves con el dinero de sus paisanos,
se le permite llevar su proceso penal desde la comodidad de un hospital de
primer nivel del Distrito Federal. Y por el ritmo que lleva ganando amparos
federales, no tarda en ser absuelto y hasta podría exigir… el perdón del
mandatario Arturo Núñez y del pueblo tabasqueño por sus falsas acusaciones.
Así las
componendas político-judiciales en el país de las maravillas que
representa el político mexiquense.
Por lo
pronto…
El
presidente de México se escuda que la corrupción es un mal que
afecta la vida económica, política y social de cualquier nación. Que es un
flagelo que limita el crecimiento a las empresas, socaba la confianza en el
servicio público y sobre todo…impide al ciudadano ejercer plenamente sus derechos.
Ante la
cúpula de aplaudidores de siempre reunidos en Palacio Nacional para testificar
la firma presidencial que decreta la Ley Anticorrupción, el
Ejecutivo Federal se dice satisfecho de la reforma que la fundamentó. Presume
es “un auténtico cambio de paradigma para combatir con mayor eficacia el
cohecho, la extorsión, o el tráfico de influencias, entre otros actos
indebidos. En pocas palabras, es una reforma contra la impunidad”.
Ya
encarrerado en otro de sus discursos de promesas, Peña aseguró que “como
presidente de la República estoy firmemente comprometido con el combate frontal
a la corrupción con el fortalecimiento de la legalidad, la transparencia
y la rendición de cuentas”.
En suma:
Con bombo y
platillo el presidente Peña Nieto afirmó que el país vencerá esos cáncer
políticos llamados corrupción e impunidad.
Sin embargo…
Saltan las
interrogantes de la mayoría del pueblo mexicano a don Enrique:
¿Y…cómo
sucederá ese milagro señor presidente?
En la
Procuraduría General de la República permanecen abiertos cientos de expedientes
en contra de connotados políticos, señalados por delitos criminales y de amasar
fortunas dudosas. Los delitos están más que comprobados.
Cumplir lo
que dijo este miércoles en el acto de promulgación, implica ordenar a la
procuradora Arely Gómez, desempolve las acusaciones y solicite las
respectivas órdenes de aprehensión.
Los mexicanos
quieren hechos.
Al menos en
Veracruz, son muchos los que pueden tener el privilegio de ser las primeras
víctimas del nuevo Sistema Nacional Anticorrupción.
¿O usted qué
opina?
PD. Y Hablando
de maletas voladoras, aún se recuerda su paso por este estado, del ex subprocurador Fernando Mandujano quien pasaba
a “visitar” al gobernador Fidel Herrera Beltrán, cada mes de quien se dice
recibía una maleta con varios millones de pesos.
Mandujano estuvo bajo proceso
penal varios años, pues se le encontró responsabilidad en aquella “Operación
Limpieza” puesta en marcha por el entonces procurador de la república Eduardo
Medina de la Mora, ahora flamante Ministro de la Corte.
Mandujano compadre
del flamante asesor del gobernador Javier Duarte el sonorense Enrique Jackson;
pasaba también a la báscula a los gobernadores de: Sonora, Chihuahua, Coahuila,
Tamaulipas y Veracruz…millones de pesos que al parecer quedaban en el
escritorio de su jefe, que al final lo desconoció y lo abandonó en prisión…con
estas amistades…para que quieres enemigos.
PUNTA DE
LANZA…
LA DERROTA
MÁS GRANDE.
Ha
trascendido la tarde noche de este miércoles, que la candidata del PRI a
diputada federal por el distrito 12 de Veracruz urbano, ha recibido una nueva
remesa de otros 10 kilos de los grandes. Para que amarre el triunfo el siete de
junio. Así de fácil.
Lo
interesante de todo esto, es que ese dinero se va al bote de la basura; el PRI no gana ni yendo a bailar a Chalma.
Veracruz
vivirá el más grave y gran debacle electoral en el estado…apunte usted: el
número 19…
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