BUENOS DÍAS VERACRUZ
Por: Eva Varona
30 abril 2011
La pobreza merodea a mi Veracruz…
Es una gran pena lo que está sucediendo; en las redes sociales diariamente se lee información del estado que no siendo oficial, es siempre de una línea decepcionante.
Lo de los Tiburones Rojos, las decenas de manifestaciones y las promesas no cumplidas con intentos desesperados por tratar de salir adelante, del gran desfalco económico que está sufriendo nuestro estado es de pena y vergüenza.
La ironía del destino hace llamar “fidelidad” a lo que ahora es zona de desgracia en varias entidades del estado; pueblos fantasmas.
¿No pasa nada en Veracruz?
Las imágenes de decenas de personas esperando los restos quemados de miles de productos del Súper Chedraui que se quemaron en Coatzacoalcos, no tienen madre.
Los veracruzanos de hoy y los del mañana estamos expuestos a una gran catástrofe, que simulando una ceguera estúpida, aprueban a ojo de “buen cubero” la apertura de más plantas nucleoeléctricas.
La antipatía de los que gobiernan Veracruz está llegando a niveles escandalosos y tal como dijera aquel gran poema de Allen Ginsberg:
“Qué esfinge de cemento y aluminio abrió sus cráneos y devoró sus cerebros y su imaginación”
Japón no pudo elegir, pues es presa de la gran demanda, en su pecado la penitencia, pero Veracruz sí puede elegir, México puede elegir.
Pero mareados e hipnotizados por los verdugos de sus deseos, de sus ambiciones, está haciendo que Veracruz se carcoma poco a poco en su miseria.
La miseria que se podrá esconder de las 8 planas, pero no de la realidad que viaja en la fibra óptica, de la realidad de las miradas que deambulan encarnadas en la desesperación; miradas que no conocen el futuro y hundidas en su depresión rebuscando entre la basura buscan una chispa de vida, un último aliento.
Desperdicios quemados por el gran Súper que irónicamente piensa en “que la familia está de acuerdo”.
Felicidad efímera en una lata de esto, otro poco de aquello que todavía sirve, una bocanada de aire que les dará más tiempo a su sobrevivencia.
Tic- tac…tic- tac…corre el tiempo, los días.
El que prometió fidelidad simplemente dejó soledad.
Pero tú que prometiste en campaña lo que perfectamente sabías imposible, ahora no sólo eres oídos sordos, ahora no quieres saber, no quieres informarte, no quieres aceptar las plumas libres que aunque dolorosas, siempre son las más efectivas.
Por eso estás perdiendo, porque el que no está informado…pierde el poder y pierdes lo que tu pueblo te ha dado.
¿A caso la Cortisona hizo de tu mente un diminuto cacahuate?
Veracruz está sufriendo ¿lo sabes?
Por supuesto que lo sabes; ya tus noches son de martirio, miras hacia techo sin respuestas a tus preguntas, oliendo en el ambiente la traición, te sientes observado y señalado.
Eres perseguido por los fantasmas de tu estupidez; entre palos y piedras, multitudes en carreteras, sudando la desesperación, arrojando nuevamente su dignidad y tragando saliva se arman de valor y esperanza.
Las pesadillas no son malas…nos ayudan a evitar eventos en nuestro mundo consciente.
Conocedor de tu herencia maldita, pasarás a la historia como el símbolo de la mediocridad y la ingobernabilidad “pobre infeliz que tuvo que levantar los pedazos de los platos rotos y con desesperación trató de unirlos”.
El pobre que quiso “ser” y que piensa que “fue” pero que en realidad no logró “ser”…y tal parece que nunca lo “será”.
¿Qué falta ahora?
Sí, esa es la pregunta.
www.lagazeta.org
lavaronita@hotmail.com
www.lavaronitablogspot.com
Por: Eva Varona
30 abril 2011
La pobreza merodea a mi Veracruz…
Es una gran pena lo que está sucediendo; en las redes sociales diariamente se lee información del estado que no siendo oficial, es siempre de una línea decepcionante.
Lo de los Tiburones Rojos, las decenas de manifestaciones y las promesas no cumplidas con intentos desesperados por tratar de salir adelante, del gran desfalco económico que está sufriendo nuestro estado es de pena y vergüenza.
La ironía del destino hace llamar “fidelidad” a lo que ahora es zona de desgracia en varias entidades del estado; pueblos fantasmas.
¿No pasa nada en Veracruz?
Las imágenes de decenas de personas esperando los restos quemados de miles de productos del Súper Chedraui que se quemaron en Coatzacoalcos, no tienen madre.
Los veracruzanos de hoy y los del mañana estamos expuestos a una gran catástrofe, que simulando una ceguera estúpida, aprueban a ojo de “buen cubero” la apertura de más plantas nucleoeléctricas.
La antipatía de los que gobiernan Veracruz está llegando a niveles escandalosos y tal como dijera aquel gran poema de Allen Ginsberg:
“Qué esfinge de cemento y aluminio abrió sus cráneos y devoró sus cerebros y su imaginación”
Japón no pudo elegir, pues es presa de la gran demanda, en su pecado la penitencia, pero Veracruz sí puede elegir, México puede elegir.
Pero mareados e hipnotizados por los verdugos de sus deseos, de sus ambiciones, está haciendo que Veracruz se carcoma poco a poco en su miseria.
La miseria que se podrá esconder de las 8 planas, pero no de la realidad que viaja en la fibra óptica, de la realidad de las miradas que deambulan encarnadas en la desesperación; miradas que no conocen el futuro y hundidas en su depresión rebuscando entre la basura buscan una chispa de vida, un último aliento.
Desperdicios quemados por el gran Súper que irónicamente piensa en “que la familia está de acuerdo”.
Felicidad efímera en una lata de esto, otro poco de aquello que todavía sirve, una bocanada de aire que les dará más tiempo a su sobrevivencia.
Tic- tac…tic- tac…corre el tiempo, los días.
El que prometió fidelidad simplemente dejó soledad.
Pero tú que prometiste en campaña lo que perfectamente sabías imposible, ahora no sólo eres oídos sordos, ahora no quieres saber, no quieres informarte, no quieres aceptar las plumas libres que aunque dolorosas, siempre son las más efectivas.
Por eso estás perdiendo, porque el que no está informado…pierde el poder y pierdes lo que tu pueblo te ha dado.
¿A caso la Cortisona hizo de tu mente un diminuto cacahuate?
Veracruz está sufriendo ¿lo sabes?
Por supuesto que lo sabes; ya tus noches son de martirio, miras hacia techo sin respuestas a tus preguntas, oliendo en el ambiente la traición, te sientes observado y señalado.
Eres perseguido por los fantasmas de tu estupidez; entre palos y piedras, multitudes en carreteras, sudando la desesperación, arrojando nuevamente su dignidad y tragando saliva se arman de valor y esperanza.
Las pesadillas no son malas…nos ayudan a evitar eventos en nuestro mundo consciente.
Conocedor de tu herencia maldita, pasarás a la historia como el símbolo de la mediocridad y la ingobernabilidad “pobre infeliz que tuvo que levantar los pedazos de los platos rotos y con desesperación trató de unirlos”.
El pobre que quiso “ser” y que piensa que “fue” pero que en realidad no logró “ser”…y tal parece que nunca lo “será”.
¿Qué falta ahora?
Sí, esa es la pregunta.
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