miércoles, 11 de diciembre de 2013

LA CLOACA DE FINAMED.

BUENOS DÍAS VERACRUZ

David Varona Fuentes
Jueves 12 de diciembre del 2013.

¿Pleito o simulación?
La historia:
Aquí en este espacio, el 26 de marzo pasado, fuimos los primeros en destapar el sospechoso y multimillonario contrato que  el  gobierno de Fidel Herrera Beltrán concedió en 2008 a la empresa FINAMED, prestadora de servicios médicos especializados. Mismo que fue avalado y autorizado por el siempre sumiso Congreso veracruzano.
El 26 de septiembre de 2008, en el decreto 289 publicado en la Gaceta Oficial del Estado, la Legislatura del Estado autoriza al Ejecutivo Estatal llevar a cabo, por 12 años, la contratación de servicios complementarios para la prestación de servicio público de salud.
El 20 de enero de 2009, se da a conocer el acto de fallo técnico económico de licitación pública nacional No. 59067001-006-08 en favor de la empresa FINAMED S.A de C.V. que, se sabría después, fue la única que participó y ganó el manejar de 8 mil millones de pesos que ofrecía la Secretaría de Salud del Estado.






Ganado el contrato subrogado para prestar servicios médicos especializados en los hospitales de Tuxpan, Poza Rica, Martínez de la Torre, Córdoba, Río Blanco, Veracruz, El CEMEV y en el  Luis F. Nachón, ambos de la ciudad de Xalapa, FINAMED, según declaraciones del entonces secretario de Salud Luis Lila de Arce, recibió 5 mil millones de pesos como adelanto.
Y lo que son las cosas:
Mientras Fidel estuvo  en el gobierno del estado, el negocio con FINAMED  marchó viento en popa.
Todo era felicidad.
Si se presentaban  anomalías en el servicio estas no trascendían al público, los funcionarios fieles lo ocultaban.
Por lo tanto, nunca hubo queja alguna en los servicios especializados de cirugía cardiovascular, hemodinamia, imagenología y hemodiálisis, anestesia avanzada y en el equipamiento para quirófanos, contratados a FINAMED.
Se fue Fidel y empezaron las denuncias.
El doctor Pablo Anaya, primer titular de Salud del régimen de la prosperidad, aguantó hasta que pudo, prefirió “renunciar” a estallar el escándalo.
Juan Antonio Nemi Dib, vestido ahora de Secretario de Salud, cumplió la orden del jefe.
Sin más ni más declaró el 24 de abril de 2013, un mes después que aquí lo denunciamos, que FINAMED estaba cobrándole al estado 530 millones de pesos por servicios no prestados, es decir que  había incumplido el contrato firmado y pactado, que sus aparatos no servían, lo que ponía en riesgo la vida de los pacientes de los 11 hospitales públicos propiedad del estado.
Y adelantándose a la concesionaria, declaró:
-“La empresa quiere llevarse todos los aparatos, esto pondría en riesgo la vida de miles de veracruzanos que reciben el servicio, nuestra obligación es  garantizar la vida, como lo marca la Constitución Política”.
Como medida precautoria anunció que  el gobierno del estado  expropiaría  dichos aparatos propiedad de FINAMED.
Yo pregunto:
Si los aparatos de FINAMED no servían, entonces para qué que quedarse con ellos.
Desde el primer momento que informamos del caso FINAMED señalé que este contrato representaba otro negocio para el ex gobernador Herrera Beltrán, acostumbrado siempre a las grandes ligas en eso de usar el poder como instrumento para realizar transacciones que le reditúen dinero a manos llenas.
Advertí también que FINAMED era una bomba de tiempo, un escándalo en puerta  para la administración  del joven mandatario Javier Duarte.
A la fecha mucho se ha escrito. 
Las plumas mercenarias  se han convertido en defensores oficiosos de lo indefendible, sólo escriben refritos del periodismo de investigación que aquí practicamos y ejercemos.
Se sabe ahora que FINAMED ganó el amparo 1805/2013 en el Juzgado Segundo de Distrito, además de sus aparatos, reclama el pago de 720 millones de pesos al gobierno de Veracruz por servicios otorgados en 11 hospitales públicos de la entidad.
En contraparte, la administración de Javier Duarte se defiende argumentando que no todo está perdido, que la protección de la justicia federal concedida  a FINAMED, no es definitiva.
En fin, toda una telenovela jarocha.
Lo cierto es que, tarde que temprano, finalmente el gobierno de Veracruz será obligado a liquidar el adeudo millonario a la empresa de la familia Herrera Borunda, representada por Rubén Calderón, director de FINAMED.
Y todos contentos.
Por eso insisto, se trata de un pleito real o un juego de simulaciones, tan de moda en el Fidelismo como en el Duartismo.
¿O usted qué opina?

PD. ¿Y Gabriel Deantes?...es pregunta.

davidvaronaf@hotmail.com
www.lagazeta.org
www.buenosdiasveracruz.blogspot.com

PUNTA DE LANZA… 

LAGOS EL TORMENTOSO. 

Extraña tanta dulzura del secretario de Gobierno, Erick Lagos, con algunos sectores de la prensa que denuncian agresiones de los uniformados del general Bermúdez, especialmente  la madrugada del 15 de septiembre en el desalojo de la Plaza Lerdo.
Mañana trabajo especial sobre el joven funcionario fidelista. Espérelo.

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