BUENOS DÍAS
VERACRUZ
David Varona
Fuentes
Viernes 14 de
enero del 2014.
El profesor Carlos Hank
González quien fuera el jefe del grupo político de Atlacomulco estado de México
acuñó una frase demoledora: Político pobre…pobre político.
Y bueno esto viene a colación,
relacionado al momento que viven los políticos veracruzanos del viejo y nuevo
cuño, que a estas alturas no sabe si
reír o llorar.
Tal vez, el más angustiado debe ser
el gobernador en turno Javier Duarte de Ochoa, quien acostumbrado a pisar la
alfombra roja, ahora se encuentra en terrenos pantanosos, difíciles de librar y
aceptar.
Mal acostumbrados quedaron los
políticos fidelistas quienes derrocharon a manos llenas los recursos públicos
que motivaron el quebranto patrimonial de los veracruzanos: el erario público.
Después de saborear las mieles del
pinche poder; el mismo mandatario estuvo enchufado en las ubres del fidelismo.
Ahí comenzó la dolce vita.
Hubo de todo y para todos.
¡Qué tiempos aquellos!
La nauyaca escupía por un maldito
colmillo; hay pasajes en que el tío Fide se pasaba de lanza, aún recuerdo que
en el mismo palacio de gobierno cuando el entonces gobernador llegaba de una
gira agotadora, cansado e irritado gritaba en voz en cuello: “a ver tu Erick
toma el fresca pie y dame masaje en las patas”; el joven isleño obediente le
quitaba los zapatos y masajeaba los pies con esmero y cuidado.
Haciendo muecas y torciendo el
cuello también ordenaba a otro de sus escuderos Alejandro Carvallo Delfín: tú
dame masaje en la espalda y en el cuello. Ambos vasallos cumplían con los
caprichos de su jefe…total para eso servía el pinche poder.
Ahora esos dos mozos de estoques,
sienten que tienen a dios de las orejas, ambos se odian con odio jarocho. Uno
secretario particular y el otro secretario de gobierno los dos se sienten
hechos a mano, ni a cuál irle…los dos son unos farsantes.
Mentirosos y buenos para el billete,
los dos están inmensamente ricos. Carvallo magnate beisbolero derrochador y
mentiroso, trae apantallado al doctor Duarte, con el viejo cuento de que es
amigo íntimo del ex presidente Carlos Salinas y por lo tanto eso lo convierte
en el operador político del gobernador allá en el altiplano…y Javier ilusamente
se deja querer.
Mientras aquí en palacio de
gobierno, el negro Lagos hace que realiza grandes esfuerzos, en conflictos
pueblerinos, chismes y broncas, en donde finge trabajar hasta horas avanzadas
de la madrugada. Los viejos trucos del tío Fide, son puestos en marcha al final
él se queda con el hacha la calabaza y miel.
Pero ante la triste realidad el
gobernador Javier Duarte, se encuentra en un desierto.
Javier…aquél joven secretario de
finanzas que traía la maleta, ahora a cuatro años de su administración, se
encuentra en un callejón sin salida.
Es un gobernador pobre, sin dinero,
perseguido por una cauda de acreedores y vividores de la política, ya no sabe
por dónde caminar, que no se encuentre con reclamos y exigencias ciudadanas.
Atrás se quedaron las fanfarrias y grandes
ovaciones de campaña. Los gritos de Javier…Javier…Javier, ahora se escuchan maldiciones,
odios y rencores de gente agraviada, por quienes tenían la obligación de hacer
un buen gobierno.
El gobernador lucha tormentosamente
con sus infiernos; sus arrebatos fingen demencia, no hay dinero para hacer
frente a las reglas de la política y no caer en la orfandad, y no hay para
dónde hacerse.
Han surgido miles de interrogantes:
¿Y ahora que sigue?
El daño ya está hecho…ordenar
medidas de ajustes presupuestarios en el gabinete, se antoja riesgoso e
innecesario, sobre todo cuando las medidas a la alta burocracia traerá como
resultados ineficiencia y desgano, aunque para ser realista con el mencionado
descuento del diez por ciento nominal, surge la desconfianza… ¿a dónde irá a
parar ese dinero?
La deuda pública es endemoniada; los
especialistas aseguran que llega a los cien mil millones de pesos, lo poquitito
que llega acaso cubre con huecos el gasto corriente.
Y seguimos preguntando.
¿Qué va a pasar?
La muerte del periodista Gregorio
Jiménez, a puesto en el ojo del huracán al gobernador Duarte; el horroroso
crimen de reportero está siendo cuidadosamente discutido en el más alto nivel
de los Pinos, tal vez, por eso el presidente Peña no haya hecho ningún
pronunciamiento por conducto del secretario de gobernación.
Duarte está en la caja de bateo.
¿O usted qué opina?
PD: El señor
Ernesto Gonzáles vocero de la secretaria de seguridad pública, ha resultado ser
un magnífico planchador de periodistas incómodo… felicidades.
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