Aquí lo adelantamos con oportunidad.
Aseguramos que la elección de las 5 mil 301 agencias y sub-agencias municipales del estado, resultarían “un verdadero cochinero”.
Pero nos quedamos cortos…el proceso se ensangrentó con el horrendo asesinato ocurrido en Acayucan, en el sur de la entidad.
Pese a los pronósticos de violencia que lo amenazaban, todos los responsables del proceso se durmieron, principalmente la Secretaría de Gobierno, encargada de la paz y seguridad estatal.
Es la paz…pero la de los sepulcros, la que siempre pregona el señor Reynaldo Escobar Pérez.
Acarreos, robo de urnas, padrones rasurados, retrasos en la instalación de casillas y hasta candidatos delincuentes, fueron el blanco de las acusaciones.
La que oficialmente se dijo sería una jornada tranquila y transparente, quedó convertida en una elección fraudulenta, operada por los mapaches electorales…tanto de los azules como de los colorados.
Los viejos trucos practicados en la lucha por posesionarse del voto rural de comunidades y rancherías, ensuciaron el proceso… provocando que los comicios se suspendieran en más del 50 por ciento de las agencias y sub-agencias…evitando más hechos de sangre que lamentar.
Cuando el gato no está los ratones hacen de las suyas…por eso es que los funcionarios fidelistas no saben cómo enfrentar los acontecimientos suscitados el pasado domingo… y recurren, confundidos como siempre, a las cifras alegres.
Ricardo Landa, a quien desde el incidente sufrido en el lienzo charro de Acayucan, lo consideran “el único gato pendejo que lo tira un caballo”, dice que hubo elección en el 98 por ciento de las agencias…el diputado amante del dios baco, Dalos Ulises Rodríguez, lo desmiente anunciando que sólo se desarrollaron votaciones en dos mil agencias municipales… es decir, apenas un 40 por ciento del total.
Y de ese cuarenta, en treinta por ciento se suscitaron graves irregularidades que serán denunciadas por los candidatos perdedores ante el árbitro principal, que viene siendo la legislatura local.
Sin embargo, aún con los eventos sangrientos presentados con el salvaje asesinato de Pedro González Domínguez, el presunto ganador en una de las agencias del municipio de Acayucan, los priístas festejan la jornada electoral de agentes y sub-agentes.
No ocultan que los grandes vencedores son militantes del PRI… y fueron apoyados con recursos públicos manejados por los ayuntamientos fieles…Los panistas también hicieron de las suyas…a través de la Sedesol inyectaron dinero y despensas a sus candidatos.
El cochinero todavía no termina…faltan por renovarse más de 3 mil agentes y sub-agentes de la mayoría de los 212 municipios.
Entre la más conflictiva se encuentra la de San José Novillero, del municipio de Boca del Río, cuyo resultado del domingo es inválido por encontrarse en trámite un recurso de inconstitucionalidad interpuesto por el alcalde Miguel Angel Yunes Márquez, quien con ésta acción, se entrampa en sus propias novatadas.
Siendo diputado local en la legislatura pasada, propuso y fue aprobada una reforma a la ley para que la renovación de las agencias municipales quedaran bajo responsabilidad del Congreso local, y supervisada por el Instituto Electoral Veracruzano.
Pero investido de alcalde, modificó su propuesta… consideró que al quitarles participación a los ayuntamientos, como él lo sugirió, se violentaba la autonomía municipal… Por eso se amparó ante la Suprema Corte de Justicia de la nación… artimaña que no le quitó la paliza electoral (invalidada) a su candidato azul.
Por lo pronto, los resultados amañados, sangrientos y comprados del domingo, deben ser considerados como una llamada de alerta para el gobierno fidelista…que pese a llevarse sus latidos con fuerza al extranjero, en su ausencia sale a relucir que la gobernabilidad está prendida de alfileres.
¿O usted qué opina?
Aseguramos que la elección de las 5 mil 301 agencias y sub-agencias municipales del estado, resultarían “un verdadero cochinero”.
Pero nos quedamos cortos…el proceso se ensangrentó con el horrendo asesinato ocurrido en Acayucan, en el sur de la entidad.
Pese a los pronósticos de violencia que lo amenazaban, todos los responsables del proceso se durmieron, principalmente la Secretaría de Gobierno, encargada de la paz y seguridad estatal.
Es la paz…pero la de los sepulcros, la que siempre pregona el señor Reynaldo Escobar Pérez.
Acarreos, robo de urnas, padrones rasurados, retrasos en la instalación de casillas y hasta candidatos delincuentes, fueron el blanco de las acusaciones.
La que oficialmente se dijo sería una jornada tranquila y transparente, quedó convertida en una elección fraudulenta, operada por los mapaches electorales…tanto de los azules como de los colorados.
Los viejos trucos practicados en la lucha por posesionarse del voto rural de comunidades y rancherías, ensuciaron el proceso… provocando que los comicios se suspendieran en más del 50 por ciento de las agencias y sub-agencias…evitando más hechos de sangre que lamentar.
Cuando el gato no está los ratones hacen de las suyas…por eso es que los funcionarios fidelistas no saben cómo enfrentar los acontecimientos suscitados el pasado domingo… y recurren, confundidos como siempre, a las cifras alegres.
Ricardo Landa, a quien desde el incidente sufrido en el lienzo charro de Acayucan, lo consideran “el único gato pendejo que lo tira un caballo”, dice que hubo elección en el 98 por ciento de las agencias…el diputado amante del dios baco, Dalos Ulises Rodríguez, lo desmiente anunciando que sólo se desarrollaron votaciones en dos mil agencias municipales… es decir, apenas un 40 por ciento del total.
Y de ese cuarenta, en treinta por ciento se suscitaron graves irregularidades que serán denunciadas por los candidatos perdedores ante el árbitro principal, que viene siendo la legislatura local.
Sin embargo, aún con los eventos sangrientos presentados con el salvaje asesinato de Pedro González Domínguez, el presunto ganador en una de las agencias del municipio de Acayucan, los priístas festejan la jornada electoral de agentes y sub-agentes.
No ocultan que los grandes vencedores son militantes del PRI… y fueron apoyados con recursos públicos manejados por los ayuntamientos fieles…Los panistas también hicieron de las suyas…a través de la Sedesol inyectaron dinero y despensas a sus candidatos.
El cochinero todavía no termina…faltan por renovarse más de 3 mil agentes y sub-agentes de la mayoría de los 212 municipios.
Entre la más conflictiva se encuentra la de San José Novillero, del municipio de Boca del Río, cuyo resultado del domingo es inválido por encontrarse en trámite un recurso de inconstitucionalidad interpuesto por el alcalde Miguel Angel Yunes Márquez, quien con ésta acción, se entrampa en sus propias novatadas.
Siendo diputado local en la legislatura pasada, propuso y fue aprobada una reforma a la ley para que la renovación de las agencias municipales quedaran bajo responsabilidad del Congreso local, y supervisada por el Instituto Electoral Veracruzano.
Pero investido de alcalde, modificó su propuesta… consideró que al quitarles participación a los ayuntamientos, como él lo sugirió, se violentaba la autonomía municipal… Por eso se amparó ante la Suprema Corte de Justicia de la nación… artimaña que no le quitó la paliza electoral (invalidada) a su candidato azul.
Por lo pronto, los resultados amañados, sangrientos y comprados del domingo, deben ser considerados como una llamada de alerta para el gobierno fidelista…que pese a llevarse sus latidos con fuerza al extranjero, en su ausencia sale a relucir que la gobernabilidad está prendida de alfileres.
¿O usted qué opina?
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