LA IGLESIA EN MANOS DE LUTERO.

BUENOS DÍAS VERACRUZ
David Varona Fuentes
Martes 26 de noviembre del 2013.

 El estado no es el paraíso prometido.
Tres apuntes de la Procuraduría General de Justicia:
-“Todos los días se cometen 178 delitos diarios, 65 mil al año. (Homicidios, secuestros, levantones, desapariciones forzadas, robos, asaltos)
-Los veracruzanos no confían en la procuración de justicia.
- Y… recuperar la confianza ciudadana, con la correcta procuración de justicia, sigue siendo el gran reto”.
Así lo  reconoció  el procurador Felipe Amadeo Flores Espinosa, durante su comparecencia este lunes ante diputados del Congreso estatal, con motivo de la glosa del Tercer Informe de Labores del gobernador Javier Duarte.
El Fiscal del estado no descubre el hilo negro:





La desconfianza ciudadana en la Procuraduría General de Justicia no es nueva, no es de ahorita, y es consecuencia de la corrupción, de la podredumbre oficial en la que se encuentra inmersa la institución.
No es para menos.
Es secreto a voces que subprocuradores, agentes del Ministerio Público,  secretarios, comandantes y agentes de la Agencia Veracruzana de Investigaciones, trabajan en forma coordinada, pero no para echarles el guante a los acusados de infringir la ley y ponerlos  a disposición de los jueces correspondientes, sino para facilitarles la huida, el escape, tras previo arreglo económico.
Historias de estiércol judicial se han escrito en la PGJ de Veracruz.
Casos donde se tuerce  la ley han sido archivados por el manto de la complicidad, “por falta de pruebas”, y  otros tantos duermen el sueño de los justos en las agencias del Ministerio Público Investigador. Todos tutelados y protegidos por los altos funcionarios de la procuraduría estatal.
Y que finalmente terminan siendo  negocio atractivo para jefes y policías ministeriales, muy conocidos por vender, a cabecillas de bandas criminales, a políticos encumbrados y empresarios de cuello blanco, las órdenes de aprehensión cuando éstos son requeridos por la PGJ.
Ejemplos de impunidad, de venta y subasta de la ley en la PGJ, sobran, escribiría cuartillas completas.
Para ilustrar, mencionaré un caso del pasado, pero que cobra vigencia  por tratarse de un funcionario estatal, protegido hoy día por el compadrazgo del poder:
Su nombre: Marco Antonio Aguilar Yunes, actual secretario del Trabajo y la Productividad del gobierno de la prosperidad  a quien, siendo subprocurador de Justicia en la zona Centro Veracruz, se le señaló de tener  nexos (nunca desmentidos) con el  narcotraficante del momento Albino Quintero Meraz, alias El Beto, vecino de años del entonces gobernador  Miguel Alemán Velasco, en el lujoso Fraccionamiento Costa de oro, en Boca del Río.
Notas y columnas periodísticas de aquellos años (tampoco desmentidas) relatan que presuntamente Aguilar Yunes recibía de parte del capo relojes Cartier de oro, 18 y 24 kilates, en agradecimiento y correspondencia a la protección policiaca. Pero un día la protección llegó a su fin, dizque porque  la plaza Veracruz se calentó. El subprocurador  Marco Antonio Aguilar fue señalado de traidor por Quintero Meraz, y por temor a ser asesinado, tuvo que salir por piernas del puerto jarocho. Un compadre poderoso, amigo de la infancia con quien jugó a las canicas, pidió al gobernador fuera asignado en la Zona Xalapa con el mismo cargo.
Eso fue el pasado.
En el presente, nada ha cambiado en la PGJ de Veracruz.
 Amadeo Flores Espinosa  convirtió la Procuraduría de Justicia en refugio de amigos y compadres, aquellos que suma a su equipo de trabajo cada vez que se pega a la ubre estatal.
 Mario Tejeda Tejeda, en la dirección general de Administración, y Bertoldo Reyes Campuzano, en la subprocuraduría de Supervisión y Control, por mencionar dos casos, son sinónimo de siempre lo mismo.
¿Quién no conoce el pasado tenebroso de Bertoldo?
Sólo es cuestión de imaginación:
Reyes Campuzano es el que supervisa y controla a todos en la PGJ, desde aquel que barre las instalaciones hasta a los subprocuradores regionales y Ministerios Públicos.
Es decir:
Cualquier trato, componenda o negocio en nombre de la “procuración de justicia”, en especial si se realiza en lo oscurito o bajo la mesa, es con él, con nadie más.
La iglesia en manos de Lutero.
 Reyes Campuzano es el que opera, manda y ordena a sus anchas en la PGJ.
 El procurador Flores Espinosa, ha perdido interés en  seguir al frente de la de la Fiscalía estatal. Desde meses atrás presentó su renuncia al gobernador Duarte.
Y no es para menos.
Después de la vergüenza judicial en el caso del asesinato de la periodista Regina Martínez, no duerme, tiene pesadillas, sus demonios no lo dejan en paz, sueña con el magistrado del Tribunal Superior de Justicia, Edel Álvarez Peña, y con el criminal, confeso pero libre, Jorge Antonio Hernández, alias “El Silva”.
En suma, comparecencia de verdades verdaderas y también de mentiras, la del procurador Flores Espinosa.
Cuando mencionó que todos en la PGJ han aprobado los exámenes federales de confiabilidad, incluyéndose él, la nariz empezó a crecerle.
¿O usted qué opina?

PD. Se vislumbran barruntos de tempestad, para la rectora de la Universidad Veracruzana…se viene hablando de un descarado nepotismo al seno de nuestra Máxima Casa de Estudios y sobre todo, de los pésimos asesores de imagen, que han hecho que la rectora pierda el piso…sería una lástima, pues desde este mismo espacio, abonamos nuestras simpatías para que una mujer ocupara la silla de la rectoría.   

davidvaronaf@hotmail.com
www.lagazeta.org
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PUNTA DE LANZA…

PANISTAS VISIONARIOS…

Hoy que la ampliación de las instalaciones del puerto de Veracruz es un hecho, muchos políticos, empresarios y constructores, principalmente del PAN y PRI, se frotan las manos con los jugosos multimillonarios que habrán de realizarse con la venta de hectáreas y hectáreas de terrenos, los cuales siendo reserva natural protegida por decreto presidencial, se les cambió el uso del suelo.
Julen Rementería del Puerto, ex regidor del ayuntamiento de Veracruz, ex alcalde, ex jefe de los centros estatales de la SCT y actual diputado federal, conoce esa historia de violación flagrante de la ley. Era edil cuando se cometió tal patraña. Pero esta es otra historia que estamos cocinando. 
Los panistas tienen en su haber, todo una estela de corrupción que vienen arrastrando desde su llegada al poder; con Vicente Fox, los azules se hincharon de millones de pesos. El caso espeluznante de los hijos de la señora Martha, son un ejemplo de que el poder presidencial, solo ha servido para amasar cuantiosas fortunas, cubiertos con el manto de la impunidad.
Pobre México…tan lejos de dios y tan cerca de las ratas de la política mexicana.