BUENOS DÍAS VERACRUZ
David Varona Fuentes
Jueves 1 de marzo del 2012.
Nadie se atreve llegar a fondo.
El gravísimo problema del transporte público en nuestra entidad en sus diferentes modalidades, es tan peligroso como un pulpo de mil cabezas.
Hay intereses muy marcados; de verdaderos mercaderes en esta actividad que involucra, a un sector importante de la población veracruzana.
Poco a poco fue creciendo esta mafia; que amparada bajo el manto de la complicidad e impunidad, de funcionarios públicos de los distintos gobiernos, se apoderaron del control absoluto del transporte público de autobuses urbanos y sub urbanos, así como de taxis y camionetas peseras.
Los dueños de las distintas cooperativas en la entidad; vienen realizando los grandes negocios particulares, en donde siembran la explotación de choferes y controlan las invasiones de rutas que son este momento, los graves problemas y conflictos que surgen en las regiones de mayor población.
Esto se da en el transporte urbano en donde también hay brotes de violencia y sometimiento, ante la mirada impotente o indiferente de las autoridades del gobierno del estado.
No hay que olvidar, que lo señores transportistas se “cobran” los servicios prestados a los municipios o al gobierno estatal cuando se trata de que los propietarios presten sus unidades, para actos políticos partidistas, el acarreo de gente de distintas partes de la entidad, se cobra a precio de oro… la impunidad.
Es por eso, que a estas alturas, este problema ya ha rebasado a las autoridades de vialidad y transporte; no hay poder humano que meta orden y la aplicación de la ley.
Y todos los días, los veracruzanos son víctimas de un pésimo servicio urbano; que en la mayor de las veces los autobuses que dan servicio a los ciudadanos están en pésimas condiciones, así como también, soportar las majaderías de choferes altaneros y mugrosos.
¿Y a dónde deja usted a los señores taxistas?
Este… es un cáncer, que todos los días nos invade en todas las calles de nuestras ciudades. Tan solo en la zona conurbada de Veracruz-Boca del Río circulan más de ocho mil unidades, peleándose el pasaje y las rutas.
Bajo los gobiernos de Miguel Alemán y de Fidel Herrera; este cáncer cobró fuerza e impunidad, fueron miles de juegos de placas de taxis que se subastaron, dejando grandes ganancias a muchas personas, que en su vida habían prestado este servicio.
Es decir, que los juegos de placas fueron a parar a manos de particulares, que pudieron comprar su respectiva concesión, en este asunto, hay casos que una sola persona tiene en su poder hasta cincuenta juegos de placas.
Bajo el gobierno de la herencia maldita de la fidelidad; tan solo se subastaron cerca de 35 mil concesiones en su modalidad de taxis, al módico precio de 250 y 300 mil pesos por cada una en donde se dice y se comenta, que el señor Moisés Herrera Beltrán y don Julio Cerecedo, hicieron el negocio de su vida.
Y quién dijo algo… nadie… absolutamente nadie.
La corrupción del transporte público, es una herencia que el gobierno, le deja a los veracruzanos; para que se chinguen y sigan votando por los candidatos, del partido que quiere y sueña con llegar nuevamente a la residencia de los Pinos.
Y aún hay más…
¿O usted qué opina?
davidvaronaf@hotmail.com
www.lagazeta.org
http://www.buenosdiasveracruz.blogspot.com/
David Varona Fuentes
Jueves 1 de marzo del 2012.
Nadie se atreve llegar a fondo.
El gravísimo problema del transporte público en nuestra entidad en sus diferentes modalidades, es tan peligroso como un pulpo de mil cabezas.
Hay intereses muy marcados; de verdaderos mercaderes en esta actividad que involucra, a un sector importante de la población veracruzana.
Poco a poco fue creciendo esta mafia; que amparada bajo el manto de la complicidad e impunidad, de funcionarios públicos de los distintos gobiernos, se apoderaron del control absoluto del transporte público de autobuses urbanos y sub urbanos, así como de taxis y camionetas peseras.
Los dueños de las distintas cooperativas en la entidad; vienen realizando los grandes negocios particulares, en donde siembran la explotación de choferes y controlan las invasiones de rutas que son este momento, los graves problemas y conflictos que surgen en las regiones de mayor población.
Esto se da en el transporte urbano en donde también hay brotes de violencia y sometimiento, ante la mirada impotente o indiferente de las autoridades del gobierno del estado.
No hay que olvidar, que lo señores transportistas se “cobran” los servicios prestados a los municipios o al gobierno estatal cuando se trata de que los propietarios presten sus unidades, para actos políticos partidistas, el acarreo de gente de distintas partes de la entidad, se cobra a precio de oro… la impunidad.
Es por eso, que a estas alturas, este problema ya ha rebasado a las autoridades de vialidad y transporte; no hay poder humano que meta orden y la aplicación de la ley.
Y todos los días, los veracruzanos son víctimas de un pésimo servicio urbano; que en la mayor de las veces los autobuses que dan servicio a los ciudadanos están en pésimas condiciones, así como también, soportar las majaderías de choferes altaneros y mugrosos.
¿Y a dónde deja usted a los señores taxistas?
Este… es un cáncer, que todos los días nos invade en todas las calles de nuestras ciudades. Tan solo en la zona conurbada de Veracruz-Boca del Río circulan más de ocho mil unidades, peleándose el pasaje y las rutas.
Bajo los gobiernos de Miguel Alemán y de Fidel Herrera; este cáncer cobró fuerza e impunidad, fueron miles de juegos de placas de taxis que se subastaron, dejando grandes ganancias a muchas personas, que en su vida habían prestado este servicio.
Es decir, que los juegos de placas fueron a parar a manos de particulares, que pudieron comprar su respectiva concesión, en este asunto, hay casos que una sola persona tiene en su poder hasta cincuenta juegos de placas.
Bajo el gobierno de la herencia maldita de la fidelidad; tan solo se subastaron cerca de 35 mil concesiones en su modalidad de taxis, al módico precio de 250 y 300 mil pesos por cada una en donde se dice y se comenta, que el señor Moisés Herrera Beltrán y don Julio Cerecedo, hicieron el negocio de su vida.
Y quién dijo algo… nadie… absolutamente nadie.
La corrupción del transporte público, es una herencia que el gobierno, le deja a los veracruzanos; para que se chinguen y sigan votando por los candidatos, del partido que quiere y sueña con llegar nuevamente a la residencia de los Pinos.
Y aún hay más…
¿O usted qué opina?
davidvaronaf@hotmail.com
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