LA CHISTERA DE PEÑA NIETO.

BUENOS DÍAS VERACRUZ

David Varona Fuentes

Viernes 15 de febrero del 2013.

Los ojos del mundo puestos en México.

Y no es para menos.

El regreso del PRI a la Presidencia de la República generó expectativas de cambios y transformaciones nacionales, en lo político, económico y social.

Más que una fiesta sexenal por el retorno tricolor a Los Pinos, el gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto tiene en los grandes problemas del país un laberinto sin salida, se enfrenta a un pulpo de mil cabezas, al que no sabe cuál de todas atacar primero.

Etiquetado dentro de los países más inseguros del mundo, con mayor pobreza, corrupción y estancado en desarrollo y crecimiento productivo en los últimos 12 años, México requiere de una inmediata cirugía mayor para empezar a salir del flagelo canceroso que ha venido padeciendo desde los tiempos del presidencialismo autoritario ejercido por los mandatarios pertenecientes a la casta del revolucionario Institucional.

He dejado constancia y lo refrendo, no la tienen fácil el presidente Peña y su equipo exclusivo de colaboradores mexiquenses.

No hay todavía, visos de rumbo claro.

Se han visto sólo bandazos revestidos de programas y comisiones sacadas de la chistera, sin quitar el dedo del renglón los pretextos de las presuntas reformas que, argumentan los asesores de Peña, requiere el país para alcanzar desarrollo.

Sin embargo, hay un dato que llama la atención por ser materia de análisis y críticas en diversos medios informativos extranjeros.

Y es precisamente en el renglón de seguridad pública.

Somos testigos que la administración peñista recurre ahora a su lado noble.

El presidente Peña Nieto ha decidido no continuar con la política anticrimen de su antecesor Felipe Calderón.

-“Para combatir la delincuencia organizada no sólo podemos seguir empleando mayor y más sofisticado armamento, policías o la presencia de fuerzas armadas”, dijo al poner en marcha una nueva estrategia social.

En cambio, anuncia la puesta en marcha del Programa Nacional para la Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia, con el cual el gobierno federal buscará combatir efectos que la generan así como sus causas estructurales.

Inicialmente abarcará por lo menos 250 municipios o ciudades del país consideradas con el mayor índice de criminalidad.

Al igual que en la lucha contra el hambre, serán carretadas de dinero,- 118 mil millones de pesos-, las que también se invertirán en esta nueva intentona para abatir la delincuencia. Falta ver que esos recursos lleguen realmente a las causas neurales del problema y no queden en los bolsillos de los burócratas o pasen a formar parte de las cuentas millonarias de pillos y ladrones de cuello blanco.

No descubren el hilo negro los sesudos colaboradores del mandatario mexicano, como el subsecretario de Prevención y Participación Ciudadana, Roberto Campa Ciprián, cuando afirman que los jóvenes delinquen por falta de oportunidades de trabajo. Esto lo sabe cualquier hijo de vecino.

El asunto estriba si generarán los millones de empleos para atender a la juventud desempleada, según estadísticas oficiales en México existen más de 30 millones de personas sin una fuente laboral fija, de los cuales el 50 por ciento de éstos fluctúa entre los 18 y los 28 años de edad.

Como se observa, este nuevo programa preventivo, es un giro en el combate a la delincuencia del gobierno federal.

Otro rollo, otro experimento.

Sin lugar a dudas es loable el interés presidencial por atender a los jóvenes que, obligados o en forma voluntaria, pasan a formar parte de bandas criminales asentadas a lo largo y ancho de la geografía nacional.

Pero falta más que buenos deseos.

Hace alrededor de 20 días, el poderoso secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong acudió a la Cámara Alta y confió a senadores que los resultados de las estrategias de seguridad pública empezarían a verse allá por diciembre de este año o principios de 2014.

Hoy la clase política, sectores productivos y ciudadanía en general, se sorprenden con el cambio de timón anticrimen dado a conocer, justo cuando el gobierno estadunidense de Barack Obama ha empezado a presionar a su homólogo mexicano por la falta de cooperación o la retención de información de los asuntos de narcotráfico y crimen organizado.

“En lo que va del nuevo gobierno de México no ha caído ni un pez gordo”, se preguntan con ironía en la Casa Blanca.

Muchas sorpresas habrán de ocurrir al paso de los días en suelo patrio, todas relacionadas con asuntos de seguridad nacional, que brotarán por las presiones del régimen norteamericano.

Las averiguaciones previas PGR/SIEDO /UEIS/150/2009, PGR/SIEDO/UEIS/099/2009, y la PGR/SIEDO/UEIDORPIFAM/185/2010, abiertos por el régimen calderonista en contra de prominentes políticos hoy trepados en los cuernos de la luna en la administración peñista, por sus presuntos nexos con células del narcotráfico y del crimen organizado, serán motivo de presiones del gobierno norteamericano para que los peñistas cumplan con su tarea de cazar mexicanos dedicados al tráfico de drogas hacia los Estados Unidos.

Esos expedientes Secretos, heredados por el ex presidente Calderón, han sido guardados bajo siete llaves.

Ciertos amigos del presidente creen haberla librado.

Al igual que a los veracruzanos, coahuilenses, tamaulipecos y regiomontanos involucrados en actos ilícitos, se les aparecerá el diablo.

Y como decía el maestro Jesús Reyes Heroles:

“Ni antes… ni después, todo a su debido tiempo”

¿O usted qué opina?

davidvaronaf@hotmail.com
-NOTICIERO Y ANÁLISIS POLÍTICO
DE David Varona Fuentes con
BUENOS DÍAS VERACRUZ-
En vivo - 11:15am- Por:
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PUNTA DE LANZA…

LAS LOCURAS DE FIDEL…

Cuenta el ex gobernador Fidel Herrera que hace unos 10 días se entrevistó con el secretario de Hacienda del gobierno federal, Luis Videgaray- el único funcionario peñista que se prestó a recibirlo y escucharlo a petición del senador José Yunes Zorrilla-, y le dijo que si le permiten operar el proceso electoral de Veracruz garantizaría el triunfo en 25 de los 30 distritos electorales del estado y en por lo menos 160 de los 212 municipios, incluidas las ciudades más importantes.

Y, según lo que por voz propia vino a contar a sus íntimos, socios y cómplices, Videgaray lo consultó con el presidente y éste le dio luz verde. Con esa anuencia sostuvo reuniones y se placeó en el carnaval.

¿Alguien le cree al mitómano de Fidel?

Yo tampoco…