GOBERNADORES REBELDES.

BUENOS DÍAS VERACRUZ
David Varona Fuentes
Miércoles 19 de junio del 2013.

No obedecen al presidente de la República, Enrique Peña Nieto.
Menos a los interlocutores políticos, empezando por el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.
Mandatarios estatales del PRI, PAN y PRD hacen lo que quieren en las entidades que representan.
 Actúan como virreyes feudales.
Se consideran  intocables, omnipotentes, poderosos, independientes, dueños del sol y de la tierra que gobiernan, y también de la vida de los habitantes que los eligieron.
Nada se mueve si ellos no lo ordenan o deciden.




Y, ni quien se atreva ponerles  el alto.
A ese libertinaje gubernamental confundido con autonomía estatal, se deben los escandalosos endeudamientos de la mayoría de los estados del país, muchos de estos hasta por los siguientes 30, 40 o 50 años.
No es novedosa la actuación de los ejecutivos estatales, principalmente los pertenecientes al partido tricolor.
El comportamiento de hoy, es el mismo que antecesores suyos  tuvieron los últimos 12 años de administraciones panistas, asentándose más la rebeldía en el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, con quien los gobernadores, hasta los de su propio partido, tuvieron tediosos desencuentros por la cerrazón de la llave del dinero federal.
No fueron para menos los candados impuestos, había evidencias de malos manejos, de rapiña y del nacimiento de nuevos multimillonarios. Ahí está el caso Tabasco y su ex gobernador Andrés Granier.
Por esas sospechas, Calderón mantuvo amarradas las manos a los gobernadores con fama pública de corruptos y de ocupar los recursos públicos en campañas  políticas de sus respectivos institutos políticos. Aun así  la medida llegó tarde, Fox les había permitido que enriquecieran. 
Con el michoacano en la presidencia, Veracruz no fue la excepción.
Los cuatro años finales de Fidel Herrera en el  gobierno del estado (2007-2010) y los primeros dos del actual mandatario Javier Duarte (2011-2012), fueron criminales para las finanzas estatales.
Calderón, informado de la magia de Herrera para desaparecer  toda partida millonaria que le enviaba su antecesor Fox  para los afectados del huracán Stan y demás programas sociales, decidió cerrarle la llave a Veracruz.
Hasta el propio Duarte, por más que se entregó a Calderón, su estigma fidelista no lo salvó de pagar los platos rotos de Fidel, en consecuencia también recibió el dinero federal a cuenta gotas.
Pareciera que hoy se repitiera la historia.
Los gobernadores del país, especial los del PRI, hacen lo que les viene en gana con los recursos de las tesorerías de sus estados.
En la presidencia de la República despacha un priísta igual que ellos, pero  todavía no les cae el veinte, siguen conduciéndose igual o peor de rateros que en los tiempos de Fox o Calderón en la presidencia.
Quedaron tan mal acostumbrados a la independencia en los doce años de mandatos opositores, que aún no aceptan el retorno del presidencialismo autoritario que, indudablemente, vendrá  a cortarles las alas y poder de decisión en los estados.
Sin embargo, hasta el momento, la autoridad presidencial  brilla por su ausencia.
Desde el invento del Pacto por México y luego de los escándalos de  Boca del Río por presuntos desvíos de dinero del combate a la pobreza a campañas de candidatos del PRI a diputados y alcaldes, el huésped de Los Pinos ha sido enérgico demandando a los gobernadores saquen las manos de los procesos electorales.
Comisiones de vigilancia integradas por senadores y diputados del Congreso de la Unión de todas las corrientes partidistas, se han formado para realizar tareas de inspección en los estados con elecciones en puerta.
Pero, han servido lo mismo que la carabina de Ambrosio.
Existen evidencias que los reclamos del presidente Peña a los mandatarios estatales de los 14 que tienen elecciones el 7 de julio, son gritos en el desierto.
Los gobernadores virreyes, niegan acatar las órdenes.
Operadores directos de gobernadores, alcaldes, diputados y senadores, mejor conocidos como mapaches electorales,  continúan al frente de ejércitos de hombres y mujeres que  recorren ciudades, pueblos, ranchos y congregaciones rurales, comprando credenciales de elector a 500 y 1,000 pesos, así como también ofreciendo 4 bultos de cementos y 4 láminas por familia.
En ese engranaje intereses, de despilfarro de dinero público para apuntalar el triunfo de los candidatos en campaña, nadie se salva,  todos están adentro, PAN, PRI y sus partidos satélites adheridos.
En Veracruz, tanto PRI como PAN, violan la tregua y traicionan el pacto del presidente.
¿Quieren pruebas, quién dice yo?
¿O usted qué opina?

PD. La suspensión provisional del amparo que concedió la jueza de Querétaro vence el jueves próximo a la seis de la mañana… se ha dejado entrever que por la gravedad de los delitos, no se concederá la suspensión definitiva…

davidvaronaf@hotmail.com
-NOTICIERO Y ANÁLISIS POLÍTICO de DAVID VARONA FUENTES en BUENOS DÍAS VERACRUZ- 11:15am – Por: www.lagazeta.org
www.buenosdiasveracruz.blogspot.com

PUNTA DE LANZA…
EL HORNO NO ESTÁ PARA BOLLOS.

Los hechos de sangre en Coxquihui, otro punto en contra del gobierno de Veracruz ante los ojos de Los Pinos.
De qué se trata…
¿Acaso de hundir al gobernador?
Que los responsables del PRI  estatal despierten, que abandonen el acogedor aire acondicionado del hotel Diligencias, en el puerto jarocho, donde hacen trabajos  de dama de  compañía del Cristo Negro, y se vayan a coordinar y supervisar las campañas de sus candidatos.
Enfrentamientos futuros al calor del proselitismo, como los de Coxquihui,  pueden evitarse.