BUENOS DÍAS VERACRUZ
David Varona Fuentes
Miércoles 18 de septiembre del 2013.
Azotan a Veracruz:
Por un lado las económicas, producto de la herencia maldita del gobierno fidelista que dejó a la entidad sumida en la peor catástrofe financiera de la historia.
Y por el otro, las que nos manda la madre naturaleza provocando muerte, tristeza y desolación entre los veracruzanos más desprotegidos, aquellos que tienen la desgracia de sobrevivir en las peligrosas faldas de los cerros.
A los siniestros de tipo financiero que padece la entidad, habría que agregarle la restricción o el cierre de las llaves del dinero que ha impuesto el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto a muchos gobiernos de los estados, incluido Veracruz, lo que viene a hacer más caótico el escenario estatal.
Recibir un estado clavado en la desgracia financiera, con deudas superiores a los 60 mil millones de pesos, algunas de éstas pagaderas hasta por treinta años, no ha sido fácil para el joven mandatario Javier Duarte.
Sin lugar a dudas, el doctor Duarte de Ochoa ha tenido que bailar con la más fea, se ha visto obligado a remar contra corriente para evitar el naufragio del barco de la prosperidad que él abandera y comanda.
No ha sido para menos.
Sabe el joven político cordobés que su régimen no ha logrado salir a flote, continúa navegando en aguas profundas y pantanosas.
Que han sido casi tres años muy difíciles, de aciertos y errores, de promesas y omisiones, pero principalmente de retos todavía inalcanzables.
Y seguramente lo que siempre tiene presente Javier Duarte, es que si su gobierno encalla y sumerge, se hunde él y se hunde Veracruz.
Aquí en este espacio de comentarios, pese a nuestra línea editorial crítica, siempre hacemos votos para que al gobernador Javier Duarte le vaya bien, en el entendido que si le va bien al mandatario estatal le irá bien a Veracruz y en automático también a los veracruzanos.
Reitero:
Por la funesta hacienda estatal recibida el 30 de noviembre de 2010, han sido casi tres años infortunios para el régimen de la prosperidad, gravedad que se fue acrecentando por la traición de amigos cercanos y colaboradores impuestos, que prefirieron el camino fácil de la corrupción, las componendas y el tráfico de influencias para amasar riquezas ilícitas bajo el amparo del poder y la impunidad.
Mencionar cada uno de los nombres de esos que traicionaron la confianza del gobernador, resulta oficioso. Javier sabe quiénes son los pillos, los del pasado reciente y los que se treparon en su administración. En sus manos está la decisión histórica de llevarlos ante la justicia veracruzana.
Insisto: El mandatario estatal ha tenido que tragar sapos sin hacer gestos.
Primero, los efectos demoledores en las finanzas estatales provocados por el saqueo de su antecesor que, lo acepte o no, lo mantienen casi atado de manos ante la gran obra pública y social que quisiera realizar en beneficio de los veracruzanos.
Y en segundo lugar, los embates imprevisibles de los fenómenos meteorológicos, ante los cuales, no habrá adelantos científicos o tecnológicos, así sean los más sofisticados del momento, que adivinen la reacción de cualquier evento natural.
Al respecto, pareciera que la madre naturaleza se ensaña con los veracruzanos más desprotegidos, con aquellos que tienen la desgracia de sobrevivir a las orillas de los ríos o en las faldas de los cerros, que en ambos casos representan peligro latente.
Este lunes 16 de septiembre, en plenos festejos de la independencia nacional, el dolor se ha vuelto a sentir entre los veracruzanos. Un cerro se desgajó en un camino vecinal del municipio de Altotonga, sepultando viviendas y un autobús que transportaba trabajadores de una empresa maquiladora. Un primer reporte indica saldo de varios muertos, muchos de estos apenas unos niños.
Como siempre lo hace, el gobernador Javier Duarte llegó al lugar de la tragedia, ordenando todos los apoyos a los deudos; ahí señalo:
-“Estamos muy consternados, tristes, y al mismo tiempos solidarios con las familias de todos los que lamentablemente fallecieron en este incidente, en este hecho lamentable donde hubo el desgajamiento de este cerro, y vengo a expresar la solidaridad de todo el pueblo de Veracruz y más allá de la solidaridad el apoyo y el respaldo para todas las familias”.
A esta nueva tragedia en Xaltepec, en Altotonga, anteceden los derrumbes de la congregación de Tecoa, en Coscomatepec, y los de Roca de Oro, en Yecuatla, que juntos suman más de una treintena de defunciones por deslaves de cerros.
Si sumamos la ola de muerte y daños causados por las lluvias en más de 150 municipios del estado en declaratoria de desastres naturales, el saldo para el régimen estatal es alarmante y preocupante en tiempos de escasez financiera.
En suma, hasta la naturaleza pone a prueba la fortaleza y credibilidad del gobierno próspero.
¿O usted qué opina?
PD. SEÑOR GOBERNADOR: que no lo engañe su secretario particular Jorge Carvallo Delfín…el señor se da un raco de princeso, nunca recibe a nadie, la gente que busca hablar con usted, se regresa angustiada pues en palacio de gobierno, hay mucha soberbia y prepotencia origen del mexiquense, quien dice hablarse de tú con dios.
Me consta…personalmente lo he comprobado…estoy a sus órdenes.
davidvaronaf@hotmail.com
-NOTICIERO Y ANÁLISIS POLÍTICO de DAVID VARONA FUENTES en BUENOS DÍAS VERACRUZ- en vivo- 11:15am por:
www.lagazeta.org
www.buenosdiasveracruz.blogspot.com
PUNTA DE LANZA…
Y SIGUE LA MATA DANDO.
Tal como estaba previsto, los maestros del estado han regresado al zócalo de esta ciudad capital; los farsantes funcionarios menores del gobierno estatal, en forma por demás estúpida les dieron bandera: el desalojo violento del domingo pasado en la madrugada.
Se les pasó la mano:
El tímido secretario de gobierno Erick Lagos Hernández, en su afán desmedido de “quedar bien” con el gobernador, dejó en manos del irresponsable Subsecretario Marlon Ramírez, el operativo violento de los maestros, que a estas alturas no se la acaban, hay señalamientos muy temerarios por parte de los desalojados.
No cabe duda:
El gobernador Duarte está pasando por su peor momento, a estas alturas ya no siente lo duro, sino lo tupido…para acabarla de joder, en las arcas no hay un piche peso partido por la mitad, lo poquitito que llega no alcanza en mínima parte, para todos los reclamos de los miles de damnificados.
Ojalá que el gobernador le sirva de aprendizaje político; los garrafales errores e ineficiencias de sus colaboradores…dos de ellos ya están pensando en serio ser los sucesores para el 2016.
El farsante y delincuente Alberto Silva, quien sin rubor alguno en forma cínica, está ocupando los espacios mediáticos de la tragedia que están viviendo los veracruzanos, víctimas del desbordamientos de los ríos y el colapso de los cerros, para posar con la tragedia y el dolor, de quienes han perdido todo.
No se vale, de plano, la Sedesol solo le ha servido para calmar sus ansias locas de novillero.
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