BUENOS DIAS
VERACRUZ
David Varona
Fuentes
Jueves 25 de
junio del 2015.
Tal como estaba previsto.
Se fue Marlon Ramírez de la
Subsecretaría de gobierno, su salida estaba contemplada en el alto mando de la
Casa Veracruz, su tenebroso y gris desempeño como el número tres de la
administración duartista lo llevó al despeñadero.
Llega un rostro conocido: Genaro
Mejía, hombre muy cercano al gobernador Javier Duarte y político discreto, buen
operador político con talento e inteligencia.
La Subsecretaría para el gobierno
del estado, ha sido la dependencia en donde se ventilan todos los asuntos de carácter
político social. Por ahí han desfilado, varios personajes en los distintos
gobiernos.
Y fue precisamente en el gobierno
del desparecido y muy bien recordado don Rafael Murillo Vidal cuando cobra
fuerza y relevancia política, con Manuel Carbonell de la Hoz.
El negro Carbonell fue el hombre de
todas las confianzas del gobernador de aquél entonces. Era tal la fuerza de
Carbonell, pues era quien prácticamente llevaba las riendas del gobierno
estatal.
Este Subsecretario era respetado y
temido por la clase política. Manolo era un extraordinario operador político,
bajo su sombra se abrigaban los grupos estudiantiles universitarios.
Esto ocasionaba ciertos roses, con
el entonces secretario particular don Juan Maldonado Pereda QEPD, otro cuadro
político brillante y talentoso. En el gobierno estaba como secretario de
gobierno el conocido doctor en derecho Francisco Berlín Valenzuela, quien
siempre respetuoso de las formas, el desempeño del número dos, siempre acorde
con los tiempos.
Es por eso que don Rafael siempre se
la llevaba tranquilo en la silla de palacio de gobierno. Este reportero tuvo la
extraordinaria oportunidad de conocerlo de cerca. Hombre sabio de la política,
sereno y a la vez enérgico.
Mis primeras enseñanzas de la
política las tuve con las largas y prolongas charlas, que el señor gobernador
me obsequiaba. Nunca le conocí desplantes de arrogancia y soberbia, siempre
sereno y reflexivo me llevaba a dar un paseo por su enorme cúmulo de
experiencia en la política nacional.
Murillo Vidal vivía en la casa de
gobierno en forma austera, nada de lujos estrafalarios, ni de escoltas
policíacas. Doña Virginia Cordero era su única compañera, asistida por una sola
ama de llaves. No fueron pocos los desayunos que tuve el honor de compartir,
con quien gobernaba con gran sencillez y alejado de los recursos públicos, que
despertaran sospechas ciudadanas.
Y fue precisamente Manuel Carbonell,
quien estuvo en un tris de ser el sucesor de don Rafael. La Subsecretaría le
había dado la fuerza y el perfil de ser el candidato del PRI.
Una mala jugada de don Jesús Reyes
Heroles lo dejó fuera la sucesión gubernamental.
Y llega don Rafael Hernández Ochoa,
el hacedor de un equipo de jóvenes políticos: Guillermo Zúñiga Martínez, Fidel
Herrera Beltrán, Miguel Ángel Yunes Linares, Carlos Padilla Becerra, Abel
Cuéllar Morales, José Luis Lobato Campos y Carlos Brito, para mencionar tan
solo unos cuantos.
Al asumir el gobierno Hernández Ochoa
designa en la Subsecretaría de gobierno al político sureño Carlos Brito Gómez,
quien cobra brillo por su sagacidad, talento negociador y hombre disciplinado.
Brito tuvo en sus manos una fuerza
sorprendente en la política interna del estado. Siempre atento y respetuoso,
funcionario público modesto, nunca soberbio y arrogante, sabía que su
gobernador era un hombre enérgico, inteligente y sabio de la política.
En este sexenio mi oficio de
reportero, me dio otra oportunidad de conocer de cerca al gobernador ranchero,
quien siempre estuvo enamorado del campo veracruzano. No fueron pocas las veces
que don Rafael me invitó a conocer, toda la geografía veracruzana, en todas sus
giras observé, como un pueblo se entrega a su gobernante, cuando se trata de un
hombre sencillo y generoso.
Hernández Ochoa dejó una gran obra política
social; que el pueblo recuerda con respeto y cariño.
Pero, volviendo a la Subsecretaría
de gobierno: Genaro Mejía tiene la gran oportunidad se servir a los
veracruzanos y terminar con la política de las intrigas palaciegas, chismes y
golpes bajos.
Duarte está solo.
Necesita cerrar el sexenio sin sobre
saltos, aún hay tiempo de restañar las heridas, que deja un Marlon soberbio y
arrogante, chismoso e intrigante.
¿O usted qué opina?
PD. ¿Qué se
comió Carlos Aguirre Morales?
Carlitos
siempre fue un hombre de todas las confianzas del gobernador Javier Duarte. En
asuntos muy delicados y de secrecía, el contador Aguirre era inamovible en la
Sefiplan. El tiempo lo dirá…
PUNTA DE
LANZA.
DIPUTADOS
OFICIOSOS.
En la sesión
de ayer en la Cámara de Diputados, el diputado panista Julen Rementería,
solicitaba la comparecencia en el recinto legislativo de los funcionarios:
Antonio Gómez Peligrín, secretario de finanzas, Ricardo García Guzmán y del
Fiscal General Luis Ángel Bravo Contreras, para que explicaran la forma en que
se solventaron, las observaciones hechas al gobierno del estado por la Auditoría
Superior de la Federación.
La cosa no
tuvo gran relevancia, sino por la intervenciones de los diputados Adolfo
Ramírez, quien la verdad da pena que Veracruz tenga esa clase de legisladores,
ignorantes de la ley y haciendo uso de discursos demagógicos, tratando de
quedar bien con el diputado Juan Nicolás Callejas.
Pero, quien
realmente no tiene vergüenza, es el diputado Ramón Gutiérrez de Velasco, su intervención fue
vergonzante queriendo dar cátedra de materia financiera, misma que no venía al
caso, si solo se trataba de una solicitud de comparecencia.
Pero…bueno de
todo se da en la viña del señor…
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