BUENOS DIAS
VERACRUZ
David Varona
Fuentes
Miércoles 15
de julio del 2015.
La fiebre por
alcanzar la silla embrujada que tiene Javier Duarte, ha traído un circo de
protagonistas que han perdido la brújula ante un gobernador débil y
descarrilado.
Todos llevan agua a su molino.
Hay desconcierto y desosiego ante un
panorama sombrío que vive la estructura gubernamental. Una mini gubernatura de
dos años, que se está peleando hasta con las uñas.
Presentamos a usted un caso patético
de un personaje siniestro y perverso: Jorge Carvallo Delfín, diputado federal
electo por el distrito de los Tuxtlas.
El alcalde Rosendo Pelayo trabajó
para que Carvallo ganara la elección, en agradecimiento le regaló un yate todo
terreno, con el que navega en las aguas paradisíacas de Tulum Quintana Roo,
lugar al que Pelayo baja constantemente.
Algo pasó.
Carvallo monto en cólera al
enterarse que su amigo íntimo lo había traicionado, pues Rosendo entregó en
manos al gobernador Javier Duarte, el proyecto para alcanzar la gubernatura del
estado de Veracruz del mexiquense.
Jorge, hábilmente a todo quien se le
acercaba, le hacía saber que él era el elegido del PRI para la candidatura al
gobierno del estado, haciéndose pasar como el asesor del licenciado Carlos Salinas,
mismos que les entregaba una tarjeta personal, con una dirección de la ciudad
de México, según Carvallo oficina de enlace de Salinas.
Sobre el particular el gobernador
Duarte, fue informado de las andanzas de Carvallo, pero éste las ignoró. Eso ha
motivado que el gobernador a últimas fechas lo quiera sacar del camino, para
que no le estorbe en la sucesión gubernamental.
Carvallo se reunió varias veces con el gobernador de Quintana Roo Roberto
Borge a quien le platicó sus aspiraciones y éste lo viene apoyando, en el
entendido que es una orden de Salinas, que había que cumplirse.
Ahora Carvallo desafiando al
gobernador Javier Duarte, ya instaló ocho casas de enlace en el sur del estado
y la central que se encuentra en esta ciudad capital.
El mexiquense sube y baja a la
ciudad de México; los que lo conocen dicen que ya enloqueció, de tal manera de
que el traidor Rosendo Pelayo se puso a las órdenes del gobernador Duarte.
Es por ello que en los Tuxtlas, hay
un gran malestar, porque Carvallo ya hizo compromiso con Marina Garay, de imponer
al hijo de ella Gustavo Garay en el lugar que viene ocupando Rosendo Pelayo.
Carvallo tiene un gran enemigo,
Erick Lagos Hernández quien se siente parido por los dioses, mismo que todo
parece indicar, que ha sido sacado del juego sucesorio, porque no representa
ninguna garantía como posible sucesor de Javier Duarte.
Todo apunta que el gobernador, aún
no define a su candidato. Lo del senador Héctor Yunes es parte de las cortinas
de humo que acostumbra sembrar Duarte.
Ahora bien:
Se imagina usted, como candidato
oficial del PRI ordenado por el CEN nacional a la gubernatura de los dos años
al mexiquense Jorge Carvallo…que dios nos agarre confesados.
¿O usted qué opina?
PD. No se
sabe del cuál fuma el señor Marcelo
Montiel Montiel, porque no solo ha desafiado al gobernador Duarte…sino que
ahora hasta las órdenes de su jefa Rosario Robles se las pasa por el arco del
triunfo…vamos a fondo, pronto sabremos a que santo le reza…
-NOTICIERO y
ANÁLISIS POLÍTICO de DAVID VARONA FUENTES en #BUENOSDIASVERACRUZ- en vivo-
11.15am Por:
PUNTA DE
LANZA
¿QUIÉN SERÍA
EL INTELIGENTE?...
Que redactó
el contenido del Reglamento de Tránsito convertido en Ley, que a estas alturas
trae de cabeza todo el aparato del transporte público.
Hay una gran
indignación ciudadana, en contra del secretario Arturo Bermúdez, quien al
parecer es quien le vendió al gobernador esta medida recaudatoria, en momentos
de terrible crisis económica por la que está atravesando la inmensa mayoría de
la sociedad civil.
Las
justificaciones del gobernador Duarte, no lograron calmar la ira del pueblo
veracruzano. Las multas son desorbitantes y arbitrarias.
Revolver el
agua, en momentos de tempestad política y económica, solo se le ocurre a quien
de verdad, es un enemigo más del gobernador, mismo quien ya no siente lo duro.
Si esto no se
lleva a una consulta pública, como distractor para cerrar el sexenio duartista,
será la tumba política del gobernador Duarte.
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