BUENOS DÍAS VERACRUZ
David Varona Fuentes
Viernes 27 de julio del 2012.
No hay verdad oculta para siempre.
Tarde que temprano brota.
Si el gobernador Javier Duarte anda buscando culpables de los fracasos electorales del 1 de de julio, al menos en Veracruz puerto y Boca del Río hay figuras relevantes que operaron en contra de los candidatos del PRI.
Está por demás comprobado que Jorge Carvallo Delfín, el representante del candidato presidencial, Enrique Peña Nieto, traicionó a todos.
Las maletas de dinero para financiar las tarjetas Monex fueron a parar a cuentas personales de su familia, Carvallo nunca las depositó a favor de los operadores políticos que comprarían los sufragios a favor del abanderado del partido tricolor.
Pero para que el nefasto y documentado corrupto mexiquense, actualmente diputado y coordinador de la fracción del PRI en el Congreso estatal, haya logrado su objetivo de traicionar a Peña Nieto y demás abanderados del tricolor, contó con cómplices que cumplieron al pie de la letra sus instrucciones.
Uno de ellos fue Marlon Ramírez Marín, en los distritos de Veracruz y Boca del Río.
Marlon es hoy secretario de Fiscalización de la Legislatura en la que Carvallo es amo y señor, por lo tanto es un esbirro a cumplir lo que él ordene.
La orden del mexiquense prestanombres del crimen organizado a sus empleados del Congreso local fue fracturar al candidato presidencial Enrique Peña Nieto, a Héctor y José Yunes y a todos los candidatos a diputados que se pudiera.
Los motivos, son de todos conocidos.
Para los distritos de Veracruz y Boca del Río el mecenas Carvallo designó al súbdito Marlon Ramírez, quien cumplió al pie de la letra las instrucciones de hacer sucumbir en las urnas a los representantes de su partido.
El secretario de Fiscalización del Congreso, para cumplir la traición de su jefe, buscó contratar a diversos personajes con influencias partidistas en colonias populares de los municipios de la conurbación, mismos que se retiraron cuando escucharon que les darían todo el dinero jamás imaginado pero…tenían que operar en contra del PRI.
Podría mencionar aquí en este espacio a un sinnúmero de líderes de gran solvencia que se avergüenzan de la calidad moral de Marlon Ramírez Marín.
Pero no les extraña su comportamiento.
Aseguran que Marlon siempre ha sido un traidor.
Quienes lo conocen cuentan que en 2010 aspiró ser candidato a la presidencia municipal de Veracruz, aprovechando la infraestructura partidista que en 2006 había logrado formar para sus aspiraciones.
Engañó a sus seguidores diciéndoles:
-“Me habló Fidel (Herrera) dice que yo seré el candidato.
-“Acaba de hablarme el gobernador (Fidel Herrera) me pregunta qué cómo vamos”.
Todo era mentiras.
La candidata del entonces gobernador Herrera Beltrán, siempre fue su íntima Luz Carolina Gudiño Corro.
Nunca, jamás, Fidel tuvo en mente a Marlon Ramírez Marín como posible candidato del PRI para sustituir al nefasto Jon Rementería Sempé que despachaba como alcalde de la ciudad cuatro veces heroica.
Sin embargo Marlon, según sus íntimos, insistía a sus seguidores que pelearía la candidatura con esa “perra” (Gudiño), que si perdía al menos negociaría regidurías para sus allegados.
Cuando Carolina Gudiño resultó candidata, como todos esperaban, Marlon no consiguió para su gente ni siquiera una dirección, y en cambio lo obligaron a disciplinarse.
Se fue de Veracruz sin dar la cara a sus seguidores.
Reapareció en Xalapa con el cargo de secretario de Fiscalización de la actual Legislatura local, gracias al jefe que siempre ha servido en el gobierno de Veracruz: Jorge Carvallo Delfín.
Pasajes de tragedia son los que acompañan a Marlon Ramírez.
Como presidente del PRI municipal de Veracruz en 2006 perdió de todas, todas, en especial la que no debió perder, la diputación federal, precisamente cuando fue candidata Carolina Gudiño.
Gudiño, la candidata del gobernador Fidel Herrera, perdió la diputación federal del distrito 12 en manos de una desconocida panista, Virginia Gutiérrez, quien ella misma lo confiesa, jugó para perder.
Desde aquella derrota electoral Gudiño vio con ojos de traición a Marlon, el jefe del PRI en su distrito. En 2010 comprobó sus planes maquiavélicos al disputarle la candidatura a la presidencia municipal.
Hasta la fecha, el sirviente de Carvallo en Fiscalización del Congreso sigue siendo un traidor para la señora presidenta de Veracruz.
Pero eso no es todo.
En septiembre de 2008, siendo Marlon Ramírez director de Política Regional de la Subsecretaría de Gobierno, se presentó un desenlace trágico que dio la vuelta por todo el mundo y evidencio la falta de preocupación del gobierno fidelista en materia de respeto a los derechos humanos. Ramiro Guillén Tapia, dirigente del Comité Regional Pro defensa de los Derechos Humanos del Sur de Veracruz, decidió inmolarse frente a palacio de Gobierno en Xalapa, en protesta a la falta de atención a sus demandas por parte de funcionarios del estado.
El represente de los indígenas popolucas de Veracruz, Guillén Tapia, antes de incendiarse dijo que llevaba meses de solicitar audiencias con el titular de Política Regional y nunca se las concedía, lo que lo obligó a tomar el 30 de septiembre de 2008, la decisión fatal para dejar precedente de cómo atienden sus responsabilidades los servidores públicos del estado.
Hoy, apostando a la falta de memoria del pueblo de Veracruz, Ramírez Marín, llevado de la mano corruptiva de Carvallo, continúa pegado a la ubre oficial cobrando en el Congreso estatal.
Y desde ahí, vuelve a decir a sus ya escasos seguidores, que va por la revancha, que cuenta con el aval del innombrable Fidel Herrera para que trabaje, de nueva cuenta, por la candidatura a la alcaldía jarocha. Que hoy más nunca es el momento tras el fracaso de Ángela Perera Gutiérrez, recomendada de la Gudiño.
Yo pregunto.
¿Marlon tiene línea del priísta número uno para empezar a trabajar por la postulación a la silla de Carolina?
¿O está empinándolo su jefe de marras, el traidor de Peña Nieto, del gobernador Javier Duarte y del PRI?
Todo esto y más, no debe echarse al cesto de la basura, si tal como lo ha dicho el gobernador Duarte de que en Veracruz el PRI tendrá otro rostro, ante el ya cercano proceso electoral del 2013; en donde habrán de renovarse los 212 ayuntamientos y el Congreso Local, estos mercenarios de la política veracruzana, ya no deben tener cabida.
La suerte de el nefasto Jorge Carvallo está echada y su mozo de estoques Marlon Ramírez; serán la vergüenza de un PRI derrotado, en la joya de la Corona…Veracruz puerto.
¿O usted qué opina?
davidvaronaf@hotmail.com
www.lagazeta.org
http://www.buenosdiasveracruz.blogspot.com/
NOTA: Nuestros estimados lectores, les informamos que la próxima semana saldremos de vacaciones por lo que reanudaremos nuestras entregas hasta el día 6 agosto.
PUNTA DE LANZA…
No nos equivocamos; fuimos los primeros en denunciarlo:
La reforma al Código Electoral de Veracruz representaba un atentado a la libertad de expresión.
Los asesores redactores de la misma, empinaban al joven gobernador de Veracruz, Javier Duarte, quien al darse cuenta del error ordenó frenarla para enriquecerla escuchando a todas las voces políticas representadas en el Congreso local.
Bien por el político cordobés.
Decidir, determinar ver y escuchar de viva voz, lo que sus “asesores” impiden que vea y escuche, será el éxito de Javier.
Al tiempo.
David Varona Fuentes
Viernes 27 de julio del 2012.
No hay verdad oculta para siempre.
Tarde que temprano brota.
Si el gobernador Javier Duarte anda buscando culpables de los fracasos electorales del 1 de de julio, al menos en Veracruz puerto y Boca del Río hay figuras relevantes que operaron en contra de los candidatos del PRI.
Está por demás comprobado que Jorge Carvallo Delfín, el representante del candidato presidencial, Enrique Peña Nieto, traicionó a todos.
Las maletas de dinero para financiar las tarjetas Monex fueron a parar a cuentas personales de su familia, Carvallo nunca las depositó a favor de los operadores políticos que comprarían los sufragios a favor del abanderado del partido tricolor.
Pero para que el nefasto y documentado corrupto mexiquense, actualmente diputado y coordinador de la fracción del PRI en el Congreso estatal, haya logrado su objetivo de traicionar a Peña Nieto y demás abanderados del tricolor, contó con cómplices que cumplieron al pie de la letra sus instrucciones.
Uno de ellos fue Marlon Ramírez Marín, en los distritos de Veracruz y Boca del Río.
Marlon es hoy secretario de Fiscalización de la Legislatura en la que Carvallo es amo y señor, por lo tanto es un esbirro a cumplir lo que él ordene.
La orden del mexiquense prestanombres del crimen organizado a sus empleados del Congreso local fue fracturar al candidato presidencial Enrique Peña Nieto, a Héctor y José Yunes y a todos los candidatos a diputados que se pudiera.
Los motivos, son de todos conocidos.
Para los distritos de Veracruz y Boca del Río el mecenas Carvallo designó al súbdito Marlon Ramírez, quien cumplió al pie de la letra las instrucciones de hacer sucumbir en las urnas a los representantes de su partido.
El secretario de Fiscalización del Congreso, para cumplir la traición de su jefe, buscó contratar a diversos personajes con influencias partidistas en colonias populares de los municipios de la conurbación, mismos que se retiraron cuando escucharon que les darían todo el dinero jamás imaginado pero…tenían que operar en contra del PRI.
Podría mencionar aquí en este espacio a un sinnúmero de líderes de gran solvencia que se avergüenzan de la calidad moral de Marlon Ramírez Marín.
Pero no les extraña su comportamiento.
Aseguran que Marlon siempre ha sido un traidor.
Quienes lo conocen cuentan que en 2010 aspiró ser candidato a la presidencia municipal de Veracruz, aprovechando la infraestructura partidista que en 2006 había logrado formar para sus aspiraciones.
Engañó a sus seguidores diciéndoles:
-“Me habló Fidel (Herrera) dice que yo seré el candidato.
-“Acaba de hablarme el gobernador (Fidel Herrera) me pregunta qué cómo vamos”.
Todo era mentiras.
La candidata del entonces gobernador Herrera Beltrán, siempre fue su íntima Luz Carolina Gudiño Corro.
Nunca, jamás, Fidel tuvo en mente a Marlon Ramírez Marín como posible candidato del PRI para sustituir al nefasto Jon Rementería Sempé que despachaba como alcalde de la ciudad cuatro veces heroica.
Sin embargo Marlon, según sus íntimos, insistía a sus seguidores que pelearía la candidatura con esa “perra” (Gudiño), que si perdía al menos negociaría regidurías para sus allegados.
Cuando Carolina Gudiño resultó candidata, como todos esperaban, Marlon no consiguió para su gente ni siquiera una dirección, y en cambio lo obligaron a disciplinarse.
Se fue de Veracruz sin dar la cara a sus seguidores.
Reapareció en Xalapa con el cargo de secretario de Fiscalización de la actual Legislatura local, gracias al jefe que siempre ha servido en el gobierno de Veracruz: Jorge Carvallo Delfín.
Pasajes de tragedia son los que acompañan a Marlon Ramírez.
Como presidente del PRI municipal de Veracruz en 2006 perdió de todas, todas, en especial la que no debió perder, la diputación federal, precisamente cuando fue candidata Carolina Gudiño.
Gudiño, la candidata del gobernador Fidel Herrera, perdió la diputación federal del distrito 12 en manos de una desconocida panista, Virginia Gutiérrez, quien ella misma lo confiesa, jugó para perder.
Desde aquella derrota electoral Gudiño vio con ojos de traición a Marlon, el jefe del PRI en su distrito. En 2010 comprobó sus planes maquiavélicos al disputarle la candidatura a la presidencia municipal.
Hasta la fecha, el sirviente de Carvallo en Fiscalización del Congreso sigue siendo un traidor para la señora presidenta de Veracruz.
Pero eso no es todo.
En septiembre de 2008, siendo Marlon Ramírez director de Política Regional de la Subsecretaría de Gobierno, se presentó un desenlace trágico que dio la vuelta por todo el mundo y evidencio la falta de preocupación del gobierno fidelista en materia de respeto a los derechos humanos. Ramiro Guillén Tapia, dirigente del Comité Regional Pro defensa de los Derechos Humanos del Sur de Veracruz, decidió inmolarse frente a palacio de Gobierno en Xalapa, en protesta a la falta de atención a sus demandas por parte de funcionarios del estado.
El represente de los indígenas popolucas de Veracruz, Guillén Tapia, antes de incendiarse dijo que llevaba meses de solicitar audiencias con el titular de Política Regional y nunca se las concedía, lo que lo obligó a tomar el 30 de septiembre de 2008, la decisión fatal para dejar precedente de cómo atienden sus responsabilidades los servidores públicos del estado.
Hoy, apostando a la falta de memoria del pueblo de Veracruz, Ramírez Marín, llevado de la mano corruptiva de Carvallo, continúa pegado a la ubre oficial cobrando en el Congreso estatal.
Y desde ahí, vuelve a decir a sus ya escasos seguidores, que va por la revancha, que cuenta con el aval del innombrable Fidel Herrera para que trabaje, de nueva cuenta, por la candidatura a la alcaldía jarocha. Que hoy más nunca es el momento tras el fracaso de Ángela Perera Gutiérrez, recomendada de la Gudiño.
Yo pregunto.
¿Marlon tiene línea del priísta número uno para empezar a trabajar por la postulación a la silla de Carolina?
¿O está empinándolo su jefe de marras, el traidor de Peña Nieto, del gobernador Javier Duarte y del PRI?
Todo esto y más, no debe echarse al cesto de la basura, si tal como lo ha dicho el gobernador Duarte de que en Veracruz el PRI tendrá otro rostro, ante el ya cercano proceso electoral del 2013; en donde habrán de renovarse los 212 ayuntamientos y el Congreso Local, estos mercenarios de la política veracruzana, ya no deben tener cabida.
La suerte de el nefasto Jorge Carvallo está echada y su mozo de estoques Marlon Ramírez; serán la vergüenza de un PRI derrotado, en la joya de la Corona…Veracruz puerto.
¿O usted qué opina?
davidvaronaf@hotmail.com
www.lagazeta.org
http://www.buenosdiasveracruz.blogspot.com/
NOTA: Nuestros estimados lectores, les informamos que la próxima semana saldremos de vacaciones por lo que reanudaremos nuestras entregas hasta el día 6 agosto.
PUNTA DE LANZA…
No nos equivocamos; fuimos los primeros en denunciarlo:
La reforma al Código Electoral de Veracruz representaba un atentado a la libertad de expresión.
Los asesores redactores de la misma, empinaban al joven gobernador de Veracruz, Javier Duarte, quien al darse cuenta del error ordenó frenarla para enriquecerla escuchando a todas las voces políticas representadas en el Congreso local.
Bien por el político cordobés.
Decidir, determinar ver y escuchar de viva voz, lo que sus “asesores” impiden que vea y escuche, será el éxito de Javier.
Al tiempo.
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