BUENOS DÍAS VERACRUZ
David Varona Fuentes
Miércoles 14 de mayo del 2014
Este fin de semana el CEN del PAN renovará
dirigencia.
Los candidatos Gustavo Madero y Ernesto
Cordero están dándose con todo en su campaña al interior de su partido.
Desde el arranque ha sido una contienda de
zancadillas, piquetes de ojos, golpes bajos y principalmente de traiciones
entre la militancia.
La doctrina de valores éticos y morales que
impulsaron a Manuel Gómez Morín en la fundación del Partido Acción Nacional, el
15 de septiembre de 1939 es lo que menos importa en los actores del
blanquiazul.
A un lado principios partidistas y todo ese
cuento de jaladas de honestidad y transparencia que pregonan los panistas, cuya
fama pública es que con la mano derecha se persignan y la izquierda la usan
para meterle la mano al cajón de los recursos públicos.
La riqueza insultante de ex funcionarios
foxistas y calderonistas en los dos sexenios de administraciones azules, es el
mejor espejo que resultaron peores pillos que los priístas.
Por lo anterior, al igual que los del
tricolor, lo que importa a los azules es el poder por el poder.
En consecuencia la guerra en el PAN de Madero
y Cordero, es de todos contra todos.
Hay
que decirlo.
Nunca antes en su historia en la lucha por el
control del CEN, el PAN había experimentado una batalla campal de descrédito
como la que hoy libran los dos únicos contendientes Madero y Cordero.
Tiempos de cambios, tiempos de ambiciones
personales, vive el PAN.
Nadie dentro y fuera de Acción Nacional
desconoce quiénes son Gustavo Madero y Ernesto Cordero.
Al de Chihuahua se le considera aliado del
PRI y cuidador de los intereses del presidente Enrique Peña Nieto.
Cordero, fiel representante del ex presidente
Felipe Calderón. El apoyo público y abierto de la esposa Margarita Zavala, no ha
dejado duda alguna.
Si gana Madero, el tricolor y Peña seguirán
teniendo en el Congreso de la Unión acceso libre para hacer de México lo que
les venga en gana.
Ejemplo: Las reformas Política Electoral,
Energética, a la Educación, al Trabajo, entre otras, destinadas al fracaso, que
por órdenes de los Pinos y por intereses partidistas fueron apoyadas y
aprobadas por el PAN.
Pero, vayamos a los estados del país.
¿Qué significa el triunfo o la derrota de los
aspirantes al CEN del PAN?
Como se ha observado, Madero y Cordero tienen
su fuerza de apoyo en cada entidad federativa y en ellas tienen prendidas sus
veladoras de triunfo.
Hablemos del estado de Veracruz.
¿Quién gana o pierde en Veracruz si Madero se
convierte en el triunfador y repite al frente de la dirigencia nacional?
¿Quién gana o pierde en Veracruz si Ernesto
Cordero se levanta con el triunfo?
Porque hay que decirlo; la entidad
veracruzana de panistas se encuentra despedazada, dividida, confrontada.
Casi
al borde del enfrentamiento entre los diferentes grupos de azules que desde
hace 9 años se disputan el control del partido.
Pipistas, Yunistas, Bugancistas,
Rementeristas, Buenistas y demás tribus azules, mantienen lucha a muerte por
ser amos y señores del PAN.
Cada uno de los grupos antes mencionados, han
manifestado su apoyo respectivo a Cordero o a Madero.
En suma.
El domingo próximo, día de la elección,
muchos llorarán en Veracruz.
La derrota o triunfo de uno o del otro
candidato al CEN panista, significa vida y muerte para el 2016.
¿O usted qué opina?
PD. El sospechoso “suicidio” del secretario
de finanzas del estado de Tamaulipas, pinta de cuerpo entero de cómo se las
gasta don Egidio Cantú gobernador de esa entidad; el bochornoso y delicado
asunto, todo apunta a que las finanzas de los tamaulipecos, están pasando por
su peor momento. ..
-NOTICIERO y ANÁLISIS POLÍTICO de DAVID
VARONA FUENTES en BUENOS DÍAS VERACRUZ – en vivo- 11:15am Por:
PUNTA DE LANZA…
OTRA VEZ FIDEL HERRERA...
A sus cuates íntimos el diputado local del
PRI Raúl Zarrábal, cuenta que la
desgracia política que está viviendo se la debe a su mentor y maestro Fidel
Herrera. Según cuenta, una noche el ex gobernador le habló para decirle que él
sería el líder de la Cámara en vez del cacique magisterial Juan Nicolás
Callejas, pero que para ello tenía que hacer alianza con Luis Arturo Ugalde. El
objetivo era tener un líder camaral que no entregara cuentas ni desviara
recursos del Congreso por órdenes del gobernador Javier Duarte. Zarrábal
propuso el trato a Ugalde y este aceptó.
El gobernador Duarte se enteró de la traición
de Zarrábal. Y ahí están las consecuencias. Ugalde la libró, hasta el momento,
por la intervención de su poderoso hermano, un eclesiástico influyente que
metió las manos por él.
Cosas
de la política y de los políticos.
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