BUENOS DÍAS
VERACRUZ
David Varona
Fuentes
Viernes 9 de
enero del 2015.
Se festeja en
México cada 6 de enero.
La
celebración fue instituida en 1931 por el médico José Castro Villagrana, en ese
entonces director del Hospital Juárez de la ciudad de México.
Lo hizo
por considerar que la presencia de las enfermeras en los hospitales
representan un “regalo de reyes” para los pacientes. Son el
vínculo más cercano a los enfermos, el puente inmediato con los familiares.
Aun cuando,
hay que decirlo, en la actualidad muchas veces algunas enfermeras en el
sector público no cumplen con profesionalismo su responsabilidad de otorgar al
enfermo un trato digno y humano.
En el país
suman más de 300 mil las personas que prestan servicios de enfermería
profesional, técnicos y auxiliares en nosocomios públicos y privados. Nueve de
cada diez son mujeres, con edad promedio de 38 años. Siete de cada diez residen
en localidades de 100 mil habitantes, una de cada diez en localidades rurales.
Cerca de 10 mil enfermeras hablan alguna lengua indígena.
Indudable que
los profesionales de esa carrera del área de la salud juegan papel primordial
en cada uno de los hospitales instalados a lo largo y ancho de la geografía
nacional. Su participación y atención en el cuidado de los pacientes es
fundamental. La Organización Mundial de la Salud sugiere que sean tres
por cada médico en consulta, pero México tiene sólo una, aun así cumplen con su
encomienda diaria.
Sin embargo…
Lejos de
reconocer su trabajo, buscan perjudicarlos.
En la celebración
del Día de la Enfermera de los últimos años, se ha hecho costumbre que el
presidente de la República en turno anuncie beneficios para dichos
trabajadores, los cuales nunca aterrizan.
Ejemplo:
El 6 de
enero de 2005, en el último tramo de su gobierno, Vicente Fox comunicó
que las y los enfermeros se desincorporaban del tabulador de salarios mínimos
generales, lo que mejoraría las percepciones salariales haciendo más atractivas
la licenciatura.
Los aumentos
en los sueldos brillaron por su ausencia.
El 5 de enero
de 2007, en el primero año de su mandato, Felipe Calderón, pensando en el
bienestar salarial de las enfermeras de México, instaló la Comisión
Permanente de Enfermería para elaborar normas oficiales mexicanas, el ejercicio
profesional de la enfermería obstétrica, la prescripción de medicamentos dentro
de la atención primaria, la regulación de agencias que contratan u ofrecen
servicios, la atención ambulatoria y domiciliaria de pacientes con
padecimientos crónicos y el Sistema de Información Administrativa de Recursos
Humanos en Enfermería.
Un año
después, el 9 de enero de 2008, el presidente Calderón prometió fortalecer los
estímulos al desempeño y dignificar plenamente la profesión.
Al igual que
su antecesor, todo quedó en promesas.
Retornó el
PRI a Los Pinos…
En su primer
año de administración, disfrutando las mieles de por haber sacado al PAN de la
Presidencia, Enrique Peña Nieto, no ofreció absolutamente nada a las
enfermeras en su celebración del 6 de enero de 2013.
Un año
después…
El 8 de enero
de 2014, Peña anunció un programa de profesionalización para que todas
las instituciones del sector salud cuenten con programas y mecanismos que
aseguren que quienes se dedican a la actividad de la enfermería puedan concluir
estudios de posgrado y tengan acceso a mejores plazas, así como un incremento
en las becas a pasantes de 20 a 25 por ciento.
Los engañó…
En la
Convocatoria publicada el 9 de octubre de ese año (2014), la Secretaría de
Salud y Asistencia modificó el Reglamento de Profesionalización para otorgar
categoría y salario según grado académico, eliminando posibilidades de ascenso,
extensiva a trabajadores sociales y rehabilitadores.
La reforma a
la SSA pretendía (antes de las manifestaciones de rechazo) acotar el máximo de
licenciatura a categoría de técnico, condicionando la posibilidad de ascenso.
Las
inconformidades brotaron en todo el país rechazando la intentona reformista del
presidente y de su secretaria de Salud, Mercedes Juan, la cual quedó reducida
sólo a pretensión oficial.
En los festejos
del Día de la Enfermera de este año, la misma simulación presidencial:
Promesas y
más promesas.
Así camina
México en la era peñista, cacaraqueando logros de reformas cuyos beneficios a
la población están lejos de aterrizar.
¿O usted qué
opina?
PD. Ríspidas
a estas alturas las relaciones con la prensa crítica; el gobernador ha dejado
ir, lo que tanto trabajó costó al ex vocero Alberto Silva Ramos…
-NOTICIERO y
ANÁLISIS POLÍTICO de DAVID VARONA FUENTES en BUENOS DÍAS VERACRUZ- en vivo-
11:15am Por:
PUNTA DE
LANZA…
LA OBSESIÓN
ENFERMIZA…
Nos llegó la
información privilegiada que el gobierno de la prosperidad usando la
perversidad del entonces secretario de Gobierno, Erick Lagos Hernández, hoy
flamante candidato a diputado federal por el distrito electoral de Acayucan,
invirtió 1.5 millones de pesos para sobornar a miembros activos del PAN en la
ciudad de Veracruz que participarían en la renovación del Comité Directivo
Municipal.
La elección
fue el domingo 23 de noviembre pasado.
El objetivo
era evitar que la candidata de los “Yunes” de Boca del Río, Verónica Pulido,
ganara la contienda, lo que finalmente ocurrió.
Según los
datos en nuestro poder, Lagos entregó el millón y medio de pesos a un enviado
del diputado federal Rafael Acosta Croda, ex integrante de la corriente de
panistas que encabeza Miguel Ángel Yunes Linares.
De acuerdo a
las cuentas alegres de Lagos Hernández y sus asesores de palacio, con el 1.5
millones de pesos comprarían la mayoría de panistas para asegurar el triunfo
del candidato Román Malpica, del grupo de los “Julen rojos”.
Pero resulta
que el 1.5 millón de pesos no fue invertido para lo que fue pactado, sino que
se quedó en las manos de esos vivales que pululan en cualquier partido
político.
Y palos… que
gana la candidata de los “Yunes”, Verónica Pulido.
Ante tanto
despilfarro en obsesiones enfermizas de odios y rencores, es necesario
preguntar…
¿Y…no que no
hay dinero?
Bueno…solo
porque se trataba de parar al “Señor de todos los odios”
Sea por dios
y que venga más.
1 comentario:
¿Por qué si firma en singular, en primera persona, escribe cosas como "nos llegó", "tenemos"? ¿Qué no hay que saber escribir correctamente?
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