BUENOS DÍAS
VERACRUZ
David Varona
Fuentes
Martes 6 de
enero del 2015.
No hubo
sorpresas.
El gobernador
Javier Duarte movió sus piezas en el gabinete estatal.
Los cambios
anunciados se cumplimentaron.
Se fueron el
secretario de Gobierno, Erick Alejandro Lagos Hernández, el secretario de
Educación, Adolfo Mota Hernández, el titular de la Secretaría de Desarrollo
Agropecuario, Rural y Pesca, Manuel Emilio Martínez de Leo y el responsable de
la Coordinación General de Comunicación Social, Alberto Silva Ramos.
Lagos, Mota y
Silva, van en busca del sueño legislativo del 2015 en la Cámara de Diputados
del Congreso de la Unión.
Martínez de
Leo, simplemente se va.
Con la salida
de Erick Lagos de la dependencia responsable de la política interior del
Gobierno de Veracruz, termina una etapa de simulación, engaños, inventos y
falacias.
Son muchas
las voces que, por el bien de Veracruz y la administración estatal aplauden la
salida del gabinete del oriundo de isla, su tierra natal, convertida hoy día en
un polvorín de sangre provocada por ejecuciones, vendettas, levantones y
secuestros.
Todo por el
control de la plaza.
Y todo ante
el silencio complaciente del hijo predilecto de los Llanos del Sotavento, pero
también el más odiado en la historia política de esas prodigiosas tierras aptas
para la agricultura.
Hay que
decirlo:
Falló Lagos
en su responsabilidad de trabar los acuerdos del Estado con los actores
políticos, que condujeran a Veracruz por los caminos de la paz, la concordia y
la civilidad política.
Por todos es
conocido cómo se las gastó el joven Erick al frente de la Secretaría de
Gobierno.
Jugó con la
confianza del gobernador Duarte. Servía a dios y al diablo.
Disfrutaba
incendiando el estado para que después, vestido de bombero saltara a la
palestra como el gran apagafuegos.
Salió del
gobierno de la prosperidad, el fidelista que nunca entendió quién manda en
Veracruz desde el 1 de diciembre de 2010.
También se
fue Adolfo Mota Hernández, otro farsante que con el cuento y la diatriba manejó
cuatro años la secretaría de Educación como patrimonio familiar. Decenas de
consanguíneos suyos y de su esposa, recibieron plazas de aviadores, con
salarios escalofriantes que van desde los 20 hasta los 60 mil pesos mensuales.
Uno más que
resultó un lastre para el gobierno estatal es Manuel Emilio Martínez de Leo.
Llegó a la
Sedarpa sólo a servirse, basta echarle un vistazo a sus prósperos ranchos. Deja
el campo y la ganadería convertido un desastre, con denuncias de corrupción
y desvío de recursos por toda la geografía estatal.
Alberto
Silva, el vocero, dijo adiós a la Coordinación de Comunicación Social; se fue
por la puerta de atrás dejando una herencia maldita de muchos millones de pesos
de deuda a medios de comunicación.
Los que
llegan…
Gerardo
Buganza Salmerón, retorna a la Secretaría que lo estrenó como integrante de un
régimen tricolor, aun siendo de raíces azules.
Desde luego
que don Gerardo, se ganó a pulso nuevamente esta dependencia que lleva el control político del estado, Buganza puede
usted anotarlo entre los tiradores serios a la
mini gubernatura de dos años. El gobernador le tiene absoluta confianza.
Destaca el
arribo del doctor Flavino Ríos Alvarado como titular de la Secretaría de
Educación de Veracruz. Sin lugar a dudas, acertado el nombramiento que hace el
gobernador Duarte.
Flavino es un
político serio; protagonista de muchas batallas políticas en las responsabilidades
que ha tenido, no tiene la escuela de agarra pendejos, es hombre de fiar.
Ramón Ferrari
Pardiño, asume la responsabilidad de Secretario de Desarrollo Agropecuario,
Rural y Pesca. Tiene experiencia en el ramo, ya ocupó el mismo cargo en el
gobierno de Miguel Alemán Velasco (1998-2004). Ramón sabe de política, conoce a
los grupos de campesinos, agricultores y ganaderos, es negociador y su
nombramiento ha sido recibido con beneplácito entre la clase política, sobre
todo ahora en tiempos electorales.
Buen ojo del
gobernador Duarte.
Juan Octavio
Pavón, es el nuevo encargado de Comunicación Social.
Recibe una
papa caliente.
Veremos de qué
está hecho, aunque se comenta que tiene toda la confianza del gobernador y de
su esposa Karime Macías Tubilla.
Los que se
quedaron en el camino…
Jorge
Carvallo Delfín, secretario de Sedesol estatal y Nohemí Guzmán,
secretaria de protección Civil.
No son
garantía de nada en el proceso electoral de 2015.
¿O usted qué
opina?
PD. Silencio…cómplice
maldito: los amigos son de mentiras y los enemigos son de verdad…
PUNTA DE
LANZA…
MATAR DOS
PÁJAROS DE UN SOLO TIRO…
Ahora que lo
investigan por su probable responsabilidad en la desaparición- levantón del
activista ciudadano, taxista, fotógrafo y editor del periodiquito La Unión en
el municipio de Medellín de Bravo, Moisés Sánchez Cerezo, la Procuraduría
General de Justicia del Estado debería aprovechar la oportunidad para husmear,
indagar, la inmensa riqueza que, de la noche a la mañana, ha logrado acumular
el alcalde blanquiazul Omar Cruz Reyes.
A propios y
extraños sorprende la prosperidad económica del edil, cuando todos recuerdan la
pobreza en la que creció por las carencias de sus padres.
La fortuna
económica y patrimonial que posee Cruz Reyes, desde luego, nada tiene que ver
con desvío o robo de los recursos que maneja como presidente municipal de
Medellín. La opulencia financiera tiene que ver con otras presuntas
actividades.
Información
privilegiada en nuestro poder, presume que el munícipe es/ fue prestanombres de
connotados personajes no gratos en Veracruz, para fortuna de él, ya
desaparecidos, algunos de éstos abatidos por fuerzas federales.
Sobre su
rivalidad personal o política con el hoy desaparecido Moisés Sánchez, nos hacen
saber que antes de hacerse público el enfrentamiento entre ambos, los dos
comían (casi) en el mismo plato, eran grandes amigos. El foto-editor fue
defensor a ultranza del entonces candidato del PAN a la alcaldía de Medellín y
miembro entusiasta de su campaña proselitista.
Comentan que
la separación de Omar y Moisés fue por motivos de pesos.
¿Qué los
enfrentó?
¿Qué irritó
tanto a Moisés al grado tal de llamar a Omar “sal perro a dar la cara”, en
algunas de sus manifestaciones de protesta frente a palacio municipal de
Medellín?
La PGJ tiene
un hueso duro de roer en el caso del levantón del activista de Medellín, y más
grave el paquete si el desenlace termina con lo que la mayoría de los
habitantes del municipio ya especulan tras el paso de las horas. Y peor si las
indagatorias ministeriales continúan señalando hacia el inmueble
municipal.
Ojalá
que el procurador Bravo haga honor a su
apellido y no nos vaya a salir con una telenovela…
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