BUENOS DIAS
VERACRUZ
David Varona
Fuentes
Jueves 29 de
enero del 2015.
México es una
bomba de tiempo.
Por cualquier
rincón de la geografía nacional se respiran aires de cansancio, irritación y
fastidio sociales.
Engañan al
mandatario mexicano quienes le dicen al oído que él, al igual que Alicia,
transita en el país de las maravillas.
El hombre de
los Pinos no sale de una cuando ya está metido en otra.
El dictamen
oficial sobre la desaparición de los 43 normalistas de Ayotizinapa fue como
echarle más leña a la caldera hirviente.
La tesis
insistente de la Procuraduría General de la República a cargo de Jesús Murillo
Karam, que terminó en dictamen final, enciende las antorchas de protestas y
demandas sociales en el país y en diversas partes del mundo.
La única
verdad es que:
¡Nadie le
cree al procurador Jesús Murillo Karam!
No es para
menos.
Para el
Gobierno de la República…
Fácil y
sencillo salir a decir:
¡Los 43
normalista fueron secuestrados!
¡Fueron asesinados!
¡Fueron
calcinados!
¡Y sus restos
fueron desaparecidos tirando las cenizas al río San Juan en Cocula!
Y… asunto
cerrado.
Y dejen ya de
fastidiar (faltó agregar al político hidalguense)
Así concluye
la oficina del procurador General de la República, el caso de los 43
estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, desaparecidos desde
la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre de 2014.
Pero no es
fácil.
¿Qué más
sigue?
Para Peña
Nieto, confiado en los sabuesos del procurador Murillo, decirle a México y al
mundo que los 43 normalistas están muertos sería como doblar esa página de
dolor.
Por ello, el
martes 27 en reunión con rectores y directores de educación superior, pidió no
quedar atrapados en los hechos violentos del 26 y 27 de septiembre pasado donde
“por órdenes de autoridades municipales de Iguala (Guerrero) murieron seis
personas, fueron heridas 20 y desaparecidos 43 estudiantes normalista de
Ayotzinapa”.
Y para el
mandatario mexicano…punto final.
Salir a decir
que México tiene que superar el caso Ayotzinapa, no fue decisión oportuna del
político mexiquense.
No; porque el
dolor de la ausencia de cada uno de los desaparecidos cala lo más profundo del
corazón de padres, familiares, compañeros, amigos y de toda la gente de todos
los países que se ha solidarizado.
No; porque la
hipótesis de la PGR no convence a nadie.
No; porque
existen evidencias de la participación de elementos castrenses a los que se
protege con el manto de la complicidad.
Que nadie
dude.
El activísimo
ciudadano, en México y el mundo, demandando la aparición de los
normalistas vivos, continuará.
La exigencia
que los campos militares sean abiertos para que los padres de los normalistas
los visiten y salgan de dudas, persistirá.
El caso Ayotzinapa
seguirá siendo la piedra en el zapato del presidente Peña Nieto.
Será también
el fantasma de la desgracia política que se dejará sentir en las campañas
políticas de los candidatos del PRI rumbo a la contienda electoral que se
aproxima.
Ayotzinapa no
se acaba hasta que se acaba.
Y eso será,
si al caso, hasta después del proceso federal del cinco de junio.
¿O usted qué
opina?
PD. Para
Adolfo Mota fue tan pobre el arranque de su campaña; que desde este momento se
presagia su derrota…Fito el soberbio y arrogante pagará con creces, su mediocre desempeño en la SEV, en dónde solo
dejó grandes rezagos y una abultada nómina de aviadores.
Seguiremos
muy de cerca, esta derrota anunciada…
PUNTA DE
LANZA…
BIEN POR EL
SECRETARIO DE EDUCACIÓN…
Aceptar lo
que realmente ocurre y negar lo que no es cierto es lo que le falta a muchos
funcionarios del gobierno de la prosperidad.
El que se
queja siempre tiene la razón.
Bajo esa
lógica, el secretario de Educación del Gobierno de Veracruz, el doctor Flavino
Ríos Alvarado, acepta que en efecto durante seis meses no se han pagado las
becas Pronabe a todos los beneficiados de la entidad veracruzana.
Pero informa
que esa situación se debe a que el gobierno federal no ha depositado al estado
los recursos respectivos.
Ante la
sinceridad del funcionario estatal, los jóvenes demandantes aceptaron que no es
el gobierno de Veracruz el que les está fallando.
Así de fácil
y sencillo.
La gente
quiere que se le hable con la verdad.
Sin embargo a
muchos, en especial aquellos arrogantes, les cuesta mucho decirlo, expresarlo a
quienes demandan y exigen desconociendo las causas del porqué.
Bien por el
doctor Ríos Alvarado.
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