BUENOS DÍAS VERACRUZ
David Varona Fuentes
Lunes 26 de Septiembre del 2011.
Es la interrogante que flota en el firmamento político de este país; sobre todo, ahora que estamos viviendo momentos de incertidumbre y zozobra, dentro de los espacios de la sociedad veracruzana.
¿De quién fue la culpa?
No se necesita ir muy lejos, para encontrar la respuesta: la administración pública del ex gobernador Fidel Herrera, dejó al actual mandatario Javier Duarte, una herencia maldita, llena de corrupción y pillaje, rubricada ferozmente por la delincuencia organizada, que tiene de rodillas al pueblo veracruzano.
Los informes que circulan dentro de la credibilidad son espeluznantes; la pelea por la plaza entre grupos del narco, no tiene fronteras ni consideración alguna, entre los protagonistas.
En medio del fuego cruzado, han quedado la sociedad civil y las fuerzas del orden público federal, estatal y municipal.
El balance es escalofriante.
El gobernador ha sido víctima de su hacedor político; quien a control remoto sigue girando instrucciones y órdenes terminantes.
Dejemos a un lado los resultados ya por todos conocidos; vayamos al meollo del asunto:
El gobierno de Javier Duarte, está integrado por siniestros personajes que le fueron endosados.
Tres… sólo tres.
Gerardo Buganza Salmerón, secretario de Gobierno.
Tomás Ruíz González, secretario de Finanzas y Planeación y Reynaldo Gaudencio Escobar Pérez Procurador de Justicia.
Tres puestos claves:
El actual secretario de gobierno, está en el lugar equivocado y en el momento menos indicado, don Gerardo es un funcionario gris, sin experiencia política que le exige y requiere el cargo que desempeña.
Hay quienes dicen que Buganza, aún mantiene el cordón umbilical del fidelismo; sus compromisos y negocios con el tío Fide, son del dominio público.
Conflicto que llega a sus manos… incendio seguro para la estabilidad política del estado… no sabe negociar ni tampoco entiende de establecer parámetros, con todos los grupos que se dejan venir hasta a la capital, para hacer públicos reclamos, de ofrecimientos no cumplidos.
Su etiqueta de Caballero de Colón; ha sembrado la desconfianza entre la clase política del estado.
Se dice, se especula y se comenta que Buga, se mantiene en contacto telefónico vía satelital, con la mano negra que mese la cuna.
Y esto no puede seguir siendo posible.
El gobernador, debe sopesar que su secretario de gobierno no le sirve… diez meses, fueron más que suficientes como pago a una supuesta factura política, que Fidel se sacó de la chistera.
La soberbia de don Tomás Ruíz González, tiene hundida a la secretaría de Finanzas… este personaje que llegó al gobierno presumiendo de importantes credenciales en el mundo financiero; ha resultado ser un total fracaso, ante la terrible y espantosa crisis financiera, por la que está atravesando el gobierno del estado.
Sumando peras y manzanas… se la ha pasado todo este tiempo, sin importarle el cargo que desempeña, pues a su oficina solo llega dos días por semana… y cuando llega nunca está… y cuando está, tampoco está.
Dicen lo enterados, que las órdenes del gobernador en Sefiplan; duermen el sueño de los justos.
Don Tomás… quiere tirar la toalla, dejémoslo… y poner en su lugar a la persona indicada.
Los cuates han fallado, unos por soberbios y otros por pendejos.
Reynaldo Gaudencio Escobar Pérez, como representante de la sociedad veracruzana… ha sido una ofensa.
El horno no está para bollos.
El gobernador tiene la solución en sus manos.
Basta de contemplaciones… el gobierno duartista debe ser reestructurado a fondo.
Los amigos son de mentiras y los enemigos son de verdad.
¿O usted qué opina?
davidvaronaf@hotmail.com
-BUENOS DÍAS VERACRUZ-
-EN VIVO -11am-por:
www.lagazeta.org
www.buenosdiasveracruz.blogspot.com
David Varona Fuentes
Lunes 26 de Septiembre del 2011.
Es la interrogante que flota en el firmamento político de este país; sobre todo, ahora que estamos viviendo momentos de incertidumbre y zozobra, dentro de los espacios de la sociedad veracruzana.
¿De quién fue la culpa?
No se necesita ir muy lejos, para encontrar la respuesta: la administración pública del ex gobernador Fidel Herrera, dejó al actual mandatario Javier Duarte, una herencia maldita, llena de corrupción y pillaje, rubricada ferozmente por la delincuencia organizada, que tiene de rodillas al pueblo veracruzano.
Los informes que circulan dentro de la credibilidad son espeluznantes; la pelea por la plaza entre grupos del narco, no tiene fronteras ni consideración alguna, entre los protagonistas.
En medio del fuego cruzado, han quedado la sociedad civil y las fuerzas del orden público federal, estatal y municipal.
El balance es escalofriante.
El gobernador ha sido víctima de su hacedor político; quien a control remoto sigue girando instrucciones y órdenes terminantes.
Dejemos a un lado los resultados ya por todos conocidos; vayamos al meollo del asunto:
El gobierno de Javier Duarte, está integrado por siniestros personajes que le fueron endosados.
Tres… sólo tres.
Gerardo Buganza Salmerón, secretario de Gobierno.
Tomás Ruíz González, secretario de Finanzas y Planeación y Reynaldo Gaudencio Escobar Pérez Procurador de Justicia.
Tres puestos claves:
El actual secretario de gobierno, está en el lugar equivocado y en el momento menos indicado, don Gerardo es un funcionario gris, sin experiencia política que le exige y requiere el cargo que desempeña.
Hay quienes dicen que Buganza, aún mantiene el cordón umbilical del fidelismo; sus compromisos y negocios con el tío Fide, son del dominio público.
Conflicto que llega a sus manos… incendio seguro para la estabilidad política del estado… no sabe negociar ni tampoco entiende de establecer parámetros, con todos los grupos que se dejan venir hasta a la capital, para hacer públicos reclamos, de ofrecimientos no cumplidos.
Su etiqueta de Caballero de Colón; ha sembrado la desconfianza entre la clase política del estado.
Se dice, se especula y se comenta que Buga, se mantiene en contacto telefónico vía satelital, con la mano negra que mese la cuna.
Y esto no puede seguir siendo posible.
El gobernador, debe sopesar que su secretario de gobierno no le sirve… diez meses, fueron más que suficientes como pago a una supuesta factura política, que Fidel se sacó de la chistera.
La soberbia de don Tomás Ruíz González, tiene hundida a la secretaría de Finanzas… este personaje que llegó al gobierno presumiendo de importantes credenciales en el mundo financiero; ha resultado ser un total fracaso, ante la terrible y espantosa crisis financiera, por la que está atravesando el gobierno del estado.
Sumando peras y manzanas… se la ha pasado todo este tiempo, sin importarle el cargo que desempeña, pues a su oficina solo llega dos días por semana… y cuando llega nunca está… y cuando está, tampoco está.
Dicen lo enterados, que las órdenes del gobernador en Sefiplan; duermen el sueño de los justos.
Don Tomás… quiere tirar la toalla, dejémoslo… y poner en su lugar a la persona indicada.
Los cuates han fallado, unos por soberbios y otros por pendejos.
Reynaldo Gaudencio Escobar Pérez, como representante de la sociedad veracruzana… ha sido una ofensa.
El horno no está para bollos.
El gobernador tiene la solución en sus manos.
Basta de contemplaciones… el gobierno duartista debe ser reestructurado a fondo.
Los amigos son de mentiras y los enemigos son de verdad.
¿O usted qué opina?
davidvaronaf@hotmail.com
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