BUENOS DÍAS VERACRUZ
Por: Eva Varona
3 de septiembre 2011
Malo…muy malo que un gobierno se eche de enemigo a la comunidad twittera.
En los últimos días la comunidad twittera de Veracruz está destilando temor; un temor que inevitablemente se convertirá en resentimiento.
La pregunta es:
¿Quiere el Gobierno de Javier Duarte ser recordado por esto?
Las últimas encuestas reflejan no sólo el descontento de la comunidad virtual de Veracruz, sino también el descenso de la popularidad del actual gobernador a la ya muy lacerada imagen, al tomar lo que algunos consideran una medida drástica, sobre los twitteros que ahora son conocidos como “ciberterroristas”.
Hay cosas que no se pueden ocultar, y la realidad es que es cierto, que un mensaje irresponsable lanzado hacia una comunidad virtual que no tiene censura y que por lo tanto tampoco mide la peligrosidad del mismo; puede causar, como ya lo vivimos graves estragos.
Pero, también es real que es nuestra responsabilidad aprender de un espacio que llegó para quedarse, y del que no podemos cambiar, nosotros debemos adaptarnos a él.
Lo delicado de todo esto, es que Twitter no es sólo Veracruz, ni siquiera es sólo la República…es todo el mundo.
Un mundo que por desgracia comienza a ver a nuestro estado como represor.
No debemos olvidar también que twitter así como construye, puede destruir, y no lo digo como algo que no se sepa, es por muchos conocidos el poder casi subliminal que puede tener sobre las masas, al grado de convocar y dirigir una rebelión; pero twitter como ya lo mencioné es sólo el canal, y nosotros somos los mensajeros.
Cabe reflexionar una cosa, la verdad es que las dos personas que fueron detenidas por la psicosis provocada días pasados, no son ni de broma terroristas porque… ¿Qué terrorista sube en su perfil sus datos personales correctos, fotos de su casa y familia, dirección de su casa, teléfono, correos etc? Es como abrir al mundo tus datos sin temor a nada.
Así sin “policía cibernética” cualquiera puede dar con ellos.
Y tal vez ese es el problema, los twitteros alarmistas la juegan a ser policías, detectives, reporteros; y con esto se dan cuenta de que dichas profesiones son complejas y que definitivamente no son un juego.
La verdad es que nadie puede detener a twitter ni a los twitteros, todos, hasta los políticos la usan y la usarán para promover sus campañas e imagen; lo que se respira en Veracruz es un temor twittero que se podría transformar en resentimiento que seguramente no convendrá a nadie.
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