BUENOS DÍAS VERACRUZ
David Varona Fuentes
jueves 17 de enero del 2013.
¿Qué pasa en Veracruz…?
Causan alarma, sorpresa y decepción las decisiones oficiales que cada nuevo día se desayunan los veracruzanos.
Determinaciones que muestran soberbia a la vieja ultranza y cerrazón hermética de no querer reconocer errores, menos hacer intentos siquiera de transitar por nuevos caminos en los que la humildad sea el detonante para empezar a conducir a Veracruz por la senda del progreso y las transformaciones.
No hay visos en el gobierno del estado de respetar la ley y aplicar todo el peso de la misma a pillos y rateros de cuello blanco.
Discursos van, discursos vienen…
Todos dibujando a Veracruz como el estado de las maravillas, donde no pasa nada extraordinario que no sea prosperidad, honestidad y transparencia apegadas a la legalidad.
Pero al final del día todo termina en la misma verborrea política, el mismo engaño.
Pueden más la simulación y la falacia.
Un día los veracruzanos se enteran por la prensa crítica que desde el alto mando protegen con el manto de la complicidad a funcionarios estatales y alcaldes sinvergüenzas que a ojos de todos enriquecen robándose el dinero de los impuestos ciudadanos.
Otro día, esos mismos periodistas no oficiales, tan escasos y contados en Veracruz, exhiben las mansiones y fortunas insultantes de políticos trepados en el poder, que lograron amasar gracias al tufo de impunidad que mantiene infectado a las instituciones públicas.
Y al siguiente cuando aparentemente ningún otro fiasco o evento intolerante trasciende, los que hacemos periodismo de investigación, nos enteramos de nuevos actos autoritarios en el ejercicio del poder.
El pasado 10 de diciembre de 2012 la Subsecretaría de Gobierno, a cargo del hidalguense Enrique Ampudia Mello, dio a conocer el nombramiento de Juan Herrera Marín, como nuevo coordinador político del Gobierno de Veracruz en la zona centro, con sede en la calle Aquiles Serdán entre las avenidas Vicente Guerrero y Nicolás Bravo, en el puerto jarocho.
De acuerdo a la información oficial difundida por la oficina de Ampudia, su compadre Herrera Marín sustituía en la coordinación a Omar Velázquez, quien había logrado el cargo gracias a las componendas periodísticas de su padre con el ex gobernador Fidel Herrera Beltrán.
La gran diferencia entre Omar Velázquez y Herrera Marín, era abismal. Mientras el trabajo del hijo del viejo comunicador fue intrascendente, por tratarse de una canonjía concedida, y durante todo el sexenio fue llevarle chismes a Fidel, en cambio al compadre se le otorgaban poderes casi plenipotenciarios. Su influencia sería regional, abarcando los municipios de Xalapa, Veracruz, Boca del Río, Córdoba, Orizaba, Huatusco y Zongolica.
Sin embargo, el pasado siniestro y tenebroso de Herrera Marín en sus tiempos de empleado federal bajo la tutela de su amigo Miguel Ángel Yunes Linares, salió a relucir horas después de su nombramiento que con bombo y platillo había anunciado el subsecretario Ampudia Mello.
Resulta que el ex presidente municipal de Córdoba, en el sexenio del gobernador Rafael Hernández Ochoa, ex secretario de Seguridad Pública, en el gobierno de Patricio Chirinos y titular del penal de las Islas Marías, mantenía oculto bajo siete candados que no estaba apto para ocupar cargos públicos, federales o estatales.
La Secretaría de la Función Pública lo inhabilitó hasta el 31 de julio del 2020, por lo tanto tiene en sus espaldas el reporte de servidor público sancionado por actos de negligencia administrativa y abuso de autoridad, durante su permanencia en la Subsecretaría de Prevención y Readaptación Social, cuyo titular era precisamente Yunes Linares.
Las fichas informativas señalan:
Expediente ER-415/2008, del Órgano Interno de Control, con fecha de resolución del 3 de agosto de 2010, iniciando la suspensión el día siguiente 4 de agosto, y finalizando el 31 de julio de 2020, por los delitos arriba mencionados. Además de cubrir la sanción económica de un millón 213 mil 692 pesos.
Expedientes ER-386/2008 resuelto el 19 de agosto de 2008, y el ER-436/2009 con resolución del 21 de julio de 2010, también por los mismos delitos, y sancionado por multas por más de 2 millones de pesos.
Descubierta la inhabilitación de Herrera Marín para desempeñarse en el servicio público durante los siguientes 7 años, el gobierno estatal no dio marcha atrás en el nombramiento, guardó silencio, esperó se calmaran las aguas apostando al olvido de la gente.
Y se impuso el capricho.
Escondido y sin hacer escándalos mediáticos, Herrera Marín tomó posesión oficialmente de la Coordinación Regional de la Subsecretaría de Gobierno, el pasado viernes 11 de enero, fue el propio Enrique Ampudia, quien acudió a tomarle la jura consabida de cumplir con la responsabilidad encomendada, esa que todos burlan.
Yo pregunto…
¿Por qué la insistencia de violentar la ley y el estado de derecho, el mismo que también juraron respetar el 1 de diciembre de 2010?
De qué se trata.
¿De verdad el señor Ampudia, ha resultado ser el verdadero “operador político” del joven mandatario Javier Duarte?
Porque si así fuera…entonces hay que irle prendiendo velas, a todo aquel que se atreva a señalar las componendas del hidalguense.
¿O usted qué opina?
davidvaronaf@hotmail.com
www.lagazeta.org
www.buenosdiasveracruz.blogspot.com
PUNTA DE LANZA….
Va en serio la guerra contra la presidenta municipal de Veracruz, Carolina Gudiño Corro.
El gobernador Javier Duarte ha dado la orden de escarbar hasta por debajo de las piedras, la administración de la fiel fidelista.
Días de infierno vienen para sus dos hermanos, Gustavo y Víctor Manuel Gudiño Corro, principales beneficiarios de las obras públicas realizadas en el puerto jarocho a través de constructoras foráneas.
La triste realidad es que Carola, se ha dejado guiar por el falso canto de las sirenas…¿se imagina usted amable lector, la mente calenturienta que la hizo creer, que la señora presidenta municipal podría ser la sucesora del doctor Duarte?
Puros choros del negro goloso, que lo mismo la reza a dios y adora al diablo, aunque todos hablan del diablo…pero nadie lo conoce ni lo ha visto.
David Varona Fuentes
jueves 17 de enero del 2013.
¿Qué pasa en Veracruz…?
Causan alarma, sorpresa y decepción las decisiones oficiales que cada nuevo día se desayunan los veracruzanos.
Determinaciones que muestran soberbia a la vieja ultranza y cerrazón hermética de no querer reconocer errores, menos hacer intentos siquiera de transitar por nuevos caminos en los que la humildad sea el detonante para empezar a conducir a Veracruz por la senda del progreso y las transformaciones.
No hay visos en el gobierno del estado de respetar la ley y aplicar todo el peso de la misma a pillos y rateros de cuello blanco.
Discursos van, discursos vienen…
Todos dibujando a Veracruz como el estado de las maravillas, donde no pasa nada extraordinario que no sea prosperidad, honestidad y transparencia apegadas a la legalidad.
Pero al final del día todo termina en la misma verborrea política, el mismo engaño.
Pueden más la simulación y la falacia.
Un día los veracruzanos se enteran por la prensa crítica que desde el alto mando protegen con el manto de la complicidad a funcionarios estatales y alcaldes sinvergüenzas que a ojos de todos enriquecen robándose el dinero de los impuestos ciudadanos.
Otro día, esos mismos periodistas no oficiales, tan escasos y contados en Veracruz, exhiben las mansiones y fortunas insultantes de políticos trepados en el poder, que lograron amasar gracias al tufo de impunidad que mantiene infectado a las instituciones públicas.
Y al siguiente cuando aparentemente ningún otro fiasco o evento intolerante trasciende, los que hacemos periodismo de investigación, nos enteramos de nuevos actos autoritarios en el ejercicio del poder.
El pasado 10 de diciembre de 2012 la Subsecretaría de Gobierno, a cargo del hidalguense Enrique Ampudia Mello, dio a conocer el nombramiento de Juan Herrera Marín, como nuevo coordinador político del Gobierno de Veracruz en la zona centro, con sede en la calle Aquiles Serdán entre las avenidas Vicente Guerrero y Nicolás Bravo, en el puerto jarocho.
De acuerdo a la información oficial difundida por la oficina de Ampudia, su compadre Herrera Marín sustituía en la coordinación a Omar Velázquez, quien había logrado el cargo gracias a las componendas periodísticas de su padre con el ex gobernador Fidel Herrera Beltrán.
La gran diferencia entre Omar Velázquez y Herrera Marín, era abismal. Mientras el trabajo del hijo del viejo comunicador fue intrascendente, por tratarse de una canonjía concedida, y durante todo el sexenio fue llevarle chismes a Fidel, en cambio al compadre se le otorgaban poderes casi plenipotenciarios. Su influencia sería regional, abarcando los municipios de Xalapa, Veracruz, Boca del Río, Córdoba, Orizaba, Huatusco y Zongolica.
Sin embargo, el pasado siniestro y tenebroso de Herrera Marín en sus tiempos de empleado federal bajo la tutela de su amigo Miguel Ángel Yunes Linares, salió a relucir horas después de su nombramiento que con bombo y platillo había anunciado el subsecretario Ampudia Mello.
Resulta que el ex presidente municipal de Córdoba, en el sexenio del gobernador Rafael Hernández Ochoa, ex secretario de Seguridad Pública, en el gobierno de Patricio Chirinos y titular del penal de las Islas Marías, mantenía oculto bajo siete candados que no estaba apto para ocupar cargos públicos, federales o estatales.
La Secretaría de la Función Pública lo inhabilitó hasta el 31 de julio del 2020, por lo tanto tiene en sus espaldas el reporte de servidor público sancionado por actos de negligencia administrativa y abuso de autoridad, durante su permanencia en la Subsecretaría de Prevención y Readaptación Social, cuyo titular era precisamente Yunes Linares.
Las fichas informativas señalan:
Expediente ER-415/2008, del Órgano Interno de Control, con fecha de resolución del 3 de agosto de 2010, iniciando la suspensión el día siguiente 4 de agosto, y finalizando el 31 de julio de 2020, por los delitos arriba mencionados. Además de cubrir la sanción económica de un millón 213 mil 692 pesos.
Expedientes ER-386/2008 resuelto el 19 de agosto de 2008, y el ER-436/2009 con resolución del 21 de julio de 2010, también por los mismos delitos, y sancionado por multas por más de 2 millones de pesos.
Descubierta la inhabilitación de Herrera Marín para desempeñarse en el servicio público durante los siguientes 7 años, el gobierno estatal no dio marcha atrás en el nombramiento, guardó silencio, esperó se calmaran las aguas apostando al olvido de la gente.
Y se impuso el capricho.
Escondido y sin hacer escándalos mediáticos, Herrera Marín tomó posesión oficialmente de la Coordinación Regional de la Subsecretaría de Gobierno, el pasado viernes 11 de enero, fue el propio Enrique Ampudia, quien acudió a tomarle la jura consabida de cumplir con la responsabilidad encomendada, esa que todos burlan.
Yo pregunto…
¿Por qué la insistencia de violentar la ley y el estado de derecho, el mismo que también juraron respetar el 1 de diciembre de 2010?
De qué se trata.
¿De verdad el señor Ampudia, ha resultado ser el verdadero “operador político” del joven mandatario Javier Duarte?
Porque si así fuera…entonces hay que irle prendiendo velas, a todo aquel que se atreva a señalar las componendas del hidalguense.
¿O usted qué opina?
davidvaronaf@hotmail.com
www.lagazeta.org
www.buenosdiasveracruz.blogspot.com
PUNTA DE LANZA….
Va en serio la guerra contra la presidenta municipal de Veracruz, Carolina Gudiño Corro.
El gobernador Javier Duarte ha dado la orden de escarbar hasta por debajo de las piedras, la administración de la fiel fidelista.
Días de infierno vienen para sus dos hermanos, Gustavo y Víctor Manuel Gudiño Corro, principales beneficiarios de las obras públicas realizadas en el puerto jarocho a través de constructoras foráneas.
La triste realidad es que Carola, se ha dejado guiar por el falso canto de las sirenas…¿se imagina usted amable lector, la mente calenturienta que la hizo creer, que la señora presidenta municipal podría ser la sucesora del doctor Duarte?
Puros choros del negro goloso, que lo mismo la reza a dios y adora al diablo, aunque todos hablan del diablo…pero nadie lo conoce ni lo ha visto.
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