BUENOS DÍAS VERACRUZ
David Varona Fuentes
Miércoles 9 de enero del 2013.
Han transcurrido 39 días del gobierno peñista.
Y no hay todavía señales claras de rumbo y dirección del viaje emprendido el pasado 1 de diciembre.
Pareciera que salieron sin llevar brújula, o tal vez todavía no inicien la aventura sexenal porque ignoran qué trayectoria seguir y por dónde comenzar.
Distancia abismal existe entre el discurso prometedor de campaña y la cruda realidad de los grandes y ancestrales problemas nacionales.
En un país con tantas carencias y demandas urgentes de resolución cada día que pasa es una eternidad para quienes llevan lustros esperando respuestas de la federación a sus peticiones sociales.
Del nuevo gobierno de la república la ciudadanía espera acciones inmediatas, que no se pierda el tiempo en reformas, pactos, arreglos y concertaciones políticas en lo obscuro y debajo de la mesa, de espaldas a la nación.
Que 39 días del regreso del PRI a Los Pinos son pocos para empezar a dar resultados, pudiera ser el argumento de la incipiente administración federal, y por lo tanto que siga el festejo tricolor de haber recuperado la Presidencia, tras perderla el 1 de julio de 2000 a manos del candidato del Partido Acción Nacional, Vicente Fox Quezada.
Total, los problemas pueden seguir aguantando…
En estos tiempos modernos de hacer política mediática donde los actores de oposición están a la caza de errores del adversario en el poder para denostarlo, criticarlo o censurarlo, la entrega de resultados se convierte en una gran necesidad para ir pavimentando la ruta rumbo a la aceptación popular.
Que no olvide Enrique Peña Nieto que su triunfo en las urnas estuvo prendido de alfileres ante las montañas de pruebas de presunto fraude electoral presentadas por el candidato de las izquierdas Andrés Manuel López Obrador.
Y lo más preocupante para el ex gobernador mexiquense es; que logra llegar a la Presidencia con apenas el 38 por ciento de los votos emitidos el día de la elección a la que acudieron a sufragar menos del 50 por ciento del padrón nacional de electores.
Es decir, del 100 por ciento de personas en edad de votar, Peña sólo pudo convencer al 19 por ciento.
Más claro: de 100 mexicanos nada más 19 votaron por el ex mandatario del Estado de México.
Lo anterior, sin lugar a dudas, resta legitimidad popular al hijo pródigo del grupo Atlacomulco formado por el desaparecido profesor rural, Carlos Hank González.
Mayor razón para que Peña Nieto se vea impulsado a demostrar desde los primeros días de su mandato a dar resultados inmediatos y contundentes en el terreno de los hechos.
Se supone que desde su triunfo en julio pasado y seguro de la ratificación en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, don Enrique empezó a darle forma a lo que serían sus primeras acciones sentado en Palacio Nacional.
La baraja del escenario nacional la tuvo en sus manos desde que recorrió el país en actividad proselitista, y si le quedaron eslabones perdidos éstos se los entregó su antecesor Felipe Calderón cuando se reunieron para pactar la entrega recepción de la administración pública federal.
No hay entonces, pretextos válidos para no lanzar el zarpazo inicial de beneficios sociales a la población y tampoco para no dar el golpe de timón combatiendo la corrupción y llevando a la justicia a todo servidor público, que enriquecieron con el erario público y protegieron a capos del narcotráfico y del crimen organizado.
Mano dura desde su arranque, vendrían a darle claridad y confianza a la sociedad y detractores políticos que no lo soportan ni siquiera en pintura, por considerarlo hechura al servicio de los monopolios televisivos.
Pero no, van 39 días y todavía no termina de llegar…
No se siente el cambio de gobernante.
La violencia no cede; el país continúa siendo escenario de verdaderas carnicerías humanas propiciadas por los grupos fuera de la ley.
Da la impresión que su plan de acciones dado a conocer el segundo día de su asunción a la Presidencia, es que no tiene plan todavía.
El pacto por México con sólo tres de los siete partidos con registro en el país, no es otra cosa que un acuerdo con vividores del sistema, quienes ya se afilan las uñas pensando en los dividendos que recibirán a cambio de la complicidad y el sometimiento al ejecutivo federal.
La tan trillada Reforma Educativa, no deja de ser una simulación pactada con la dirigente magisterial Elba Esther Gordillo.
El domingo 6 de enero en el acto agrario celebrado en el WTC de Boca del Río, Peña Nieto dijo que es necesario darle otro rostro al campo mexicano para que no se le siga asociando con pobreza, marginación y discriminación.
No explicó cómo lograrlo.
¿QUÉ HAY ATRÁS DE LA MAMPARA?
Otra es la cruda realidad.
Ha trascendido a muy alto nivel; que aún todavía el presidente no llega a la cuarentena de su gobierno y que no son poco los reclamos de pagos de facturas, por quienes no resultaron beneficiados dentro del gabinete.
Unos les ha parecido muy poca cosa. Ciertos amigos del presidente que se la jugaron en la campaña, invirtiendo cantidades multi millonarias, a estas alturas reclaman en forma airada al hombre de confianza: Luis Videgaray.
Una situación crítica y preocupante; que tiene a Peña Nieto, triste y acongojado. Sobre todo, que existen informes de que varios nombramientos están prendidos de alfileres, sus titulares amenazan con tirar la toalla.
Caso concreto: La ex perredista Rosario Robles, flamante secretaria de Desarrollo Social, quien según se dice, personalmente le hizo llegar al presidente su renuncia al cargo; por no estar de acuerdo con ciertos lineamientos internos de su dependencia.
Pero hay un caso especial: que nos reservamos por la delicadeza del asunto, del que Luis Videgaray ha tenido que sortear y que el presidente se siente entrampado, que no le permite conciliar el sueño.
Y así van brotando todos los días reclamos y exigencias de los compromisos de Peña Nieto. Compromisos, en que están en juego al parecer un mundo de dinero.
Esa es la otra cara de la moneda.
La que no se sabe, la que no trasciende, la que maquillan y ocultan con actos protocolarios y eventos con montajes al puro estilo cinematográfico.
El horno no está para bollos.
¿O usted qué opina?
davidvaronaf@hotmail.com
-NOTICIERO Y ANÁLISIS
POLÍTICO de DAVID VARONA
FUENTES con BUENOS DÍAS
VERACRUZ- 11:15am Por:
www.lagazeta.org
www.buenosdiasveracruz.blogspot.com
PUNTA DE LANZA…
CON LA VARA QUE MIDAS…
El flamante senador del PAN, Fernando Yunes Márquez, responsabiliza al gobierno de Veracruz de la agresión sufrida en un café de Los Portales de Córdoba, cuando en compañía de la diputada federal, Leticia López Landero, se disponían dar conferencia de prensa, para anunciar quien sabe qué, y fueron increpados y secuestrados por un centenar de mujeres que le reclamaban haber votado por él y que a cambio fueron borrados del padrón de beneficios del Programa Oportunidades, cuya dirección aún encabeza su hermano mayor Miguel Ángel, de los mismos apellidos.
Sin aportar pruebas de su señalamiento, el senador tiró la pelota al gobernador Javier Duarte, a quien culpa de mandarle al grupo de señoras, que sólo preguntaban por qué el hermano les suspendió los apoyos federales que recibían, respuesta que no supo darles, enfureciendo a las féminas.
Cargarle al estado todo lo que le sucede al clan de los Yunes Márquez, es un viejo cuento de nunca acabar, una práctica mañosa y mediática del padre zorro para hacerse la víctima importante, cuando no tienen argumentos para defenderse.
Ahora que si la familia tiene los pelos en las manos de que desde palacio les mandaron a los manifestantes, que los presente.
Tal vez la afirmación del senador Yunes Márquez se deba a que en el gobierno que acusa despacha como subsecretario el mismo personaje siniestro que en el sexenio Chirinista por órdenes de su papá, se encargaba de operar ese tipo de reclamos bochornosos en contra de sus adversarios políticos.
David Varona Fuentes
Miércoles 9 de enero del 2013.
Han transcurrido 39 días del gobierno peñista.
Y no hay todavía señales claras de rumbo y dirección del viaje emprendido el pasado 1 de diciembre.
Pareciera que salieron sin llevar brújula, o tal vez todavía no inicien la aventura sexenal porque ignoran qué trayectoria seguir y por dónde comenzar.
Distancia abismal existe entre el discurso prometedor de campaña y la cruda realidad de los grandes y ancestrales problemas nacionales.
En un país con tantas carencias y demandas urgentes de resolución cada día que pasa es una eternidad para quienes llevan lustros esperando respuestas de la federación a sus peticiones sociales.
Del nuevo gobierno de la república la ciudadanía espera acciones inmediatas, que no se pierda el tiempo en reformas, pactos, arreglos y concertaciones políticas en lo obscuro y debajo de la mesa, de espaldas a la nación.
Que 39 días del regreso del PRI a Los Pinos son pocos para empezar a dar resultados, pudiera ser el argumento de la incipiente administración federal, y por lo tanto que siga el festejo tricolor de haber recuperado la Presidencia, tras perderla el 1 de julio de 2000 a manos del candidato del Partido Acción Nacional, Vicente Fox Quezada.
Total, los problemas pueden seguir aguantando…
En estos tiempos modernos de hacer política mediática donde los actores de oposición están a la caza de errores del adversario en el poder para denostarlo, criticarlo o censurarlo, la entrega de resultados se convierte en una gran necesidad para ir pavimentando la ruta rumbo a la aceptación popular.
Que no olvide Enrique Peña Nieto que su triunfo en las urnas estuvo prendido de alfileres ante las montañas de pruebas de presunto fraude electoral presentadas por el candidato de las izquierdas Andrés Manuel López Obrador.
Y lo más preocupante para el ex gobernador mexiquense es; que logra llegar a la Presidencia con apenas el 38 por ciento de los votos emitidos el día de la elección a la que acudieron a sufragar menos del 50 por ciento del padrón nacional de electores.
Es decir, del 100 por ciento de personas en edad de votar, Peña sólo pudo convencer al 19 por ciento.
Más claro: de 100 mexicanos nada más 19 votaron por el ex mandatario del Estado de México.
Lo anterior, sin lugar a dudas, resta legitimidad popular al hijo pródigo del grupo Atlacomulco formado por el desaparecido profesor rural, Carlos Hank González.
Mayor razón para que Peña Nieto se vea impulsado a demostrar desde los primeros días de su mandato a dar resultados inmediatos y contundentes en el terreno de los hechos.
Se supone que desde su triunfo en julio pasado y seguro de la ratificación en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, don Enrique empezó a darle forma a lo que serían sus primeras acciones sentado en Palacio Nacional.
La baraja del escenario nacional la tuvo en sus manos desde que recorrió el país en actividad proselitista, y si le quedaron eslabones perdidos éstos se los entregó su antecesor Felipe Calderón cuando se reunieron para pactar la entrega recepción de la administración pública federal.
No hay entonces, pretextos válidos para no lanzar el zarpazo inicial de beneficios sociales a la población y tampoco para no dar el golpe de timón combatiendo la corrupción y llevando a la justicia a todo servidor público, que enriquecieron con el erario público y protegieron a capos del narcotráfico y del crimen organizado.
Mano dura desde su arranque, vendrían a darle claridad y confianza a la sociedad y detractores políticos que no lo soportan ni siquiera en pintura, por considerarlo hechura al servicio de los monopolios televisivos.
Pero no, van 39 días y todavía no termina de llegar…
No se siente el cambio de gobernante.
La violencia no cede; el país continúa siendo escenario de verdaderas carnicerías humanas propiciadas por los grupos fuera de la ley.
Da la impresión que su plan de acciones dado a conocer el segundo día de su asunción a la Presidencia, es que no tiene plan todavía.
El pacto por México con sólo tres de los siete partidos con registro en el país, no es otra cosa que un acuerdo con vividores del sistema, quienes ya se afilan las uñas pensando en los dividendos que recibirán a cambio de la complicidad y el sometimiento al ejecutivo federal.
La tan trillada Reforma Educativa, no deja de ser una simulación pactada con la dirigente magisterial Elba Esther Gordillo.
El domingo 6 de enero en el acto agrario celebrado en el WTC de Boca del Río, Peña Nieto dijo que es necesario darle otro rostro al campo mexicano para que no se le siga asociando con pobreza, marginación y discriminación.
No explicó cómo lograrlo.
¿QUÉ HAY ATRÁS DE LA MAMPARA?
Otra es la cruda realidad.
Ha trascendido a muy alto nivel; que aún todavía el presidente no llega a la cuarentena de su gobierno y que no son poco los reclamos de pagos de facturas, por quienes no resultaron beneficiados dentro del gabinete.
Unos les ha parecido muy poca cosa. Ciertos amigos del presidente que se la jugaron en la campaña, invirtiendo cantidades multi millonarias, a estas alturas reclaman en forma airada al hombre de confianza: Luis Videgaray.
Una situación crítica y preocupante; que tiene a Peña Nieto, triste y acongojado. Sobre todo, que existen informes de que varios nombramientos están prendidos de alfileres, sus titulares amenazan con tirar la toalla.
Caso concreto: La ex perredista Rosario Robles, flamante secretaria de Desarrollo Social, quien según se dice, personalmente le hizo llegar al presidente su renuncia al cargo; por no estar de acuerdo con ciertos lineamientos internos de su dependencia.
Pero hay un caso especial: que nos reservamos por la delicadeza del asunto, del que Luis Videgaray ha tenido que sortear y que el presidente se siente entrampado, que no le permite conciliar el sueño.
Y así van brotando todos los días reclamos y exigencias de los compromisos de Peña Nieto. Compromisos, en que están en juego al parecer un mundo de dinero.
Esa es la otra cara de la moneda.
La que no se sabe, la que no trasciende, la que maquillan y ocultan con actos protocolarios y eventos con montajes al puro estilo cinematográfico.
El horno no está para bollos.
¿O usted qué opina?
davidvaronaf@hotmail.com
-NOTICIERO Y ANÁLISIS
POLÍTICO de DAVID VARONA
FUENTES con BUENOS DÍAS
VERACRUZ- 11:15am Por:
www.lagazeta.org
www.buenosdiasveracruz.blogspot.com
PUNTA DE LANZA…
CON LA VARA QUE MIDAS…
El flamante senador del PAN, Fernando Yunes Márquez, responsabiliza al gobierno de Veracruz de la agresión sufrida en un café de Los Portales de Córdoba, cuando en compañía de la diputada federal, Leticia López Landero, se disponían dar conferencia de prensa, para anunciar quien sabe qué, y fueron increpados y secuestrados por un centenar de mujeres que le reclamaban haber votado por él y que a cambio fueron borrados del padrón de beneficios del Programa Oportunidades, cuya dirección aún encabeza su hermano mayor Miguel Ángel, de los mismos apellidos.
Sin aportar pruebas de su señalamiento, el senador tiró la pelota al gobernador Javier Duarte, a quien culpa de mandarle al grupo de señoras, que sólo preguntaban por qué el hermano les suspendió los apoyos federales que recibían, respuesta que no supo darles, enfureciendo a las féminas.
Cargarle al estado todo lo que le sucede al clan de los Yunes Márquez, es un viejo cuento de nunca acabar, una práctica mañosa y mediática del padre zorro para hacerse la víctima importante, cuando no tienen argumentos para defenderse.
Ahora que si la familia tiene los pelos en las manos de que desde palacio les mandaron a los manifestantes, que los presente.
Tal vez la afirmación del senador Yunes Márquez se deba a que en el gobierno que acusa despacha como subsecretario el mismo personaje siniestro que en el sexenio Chirinista por órdenes de su papá, se encargaba de operar ese tipo de reclamos bochornosos en contra de sus adversarios políticos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario