PERDIDO EL RESPETO INSTITUCIONAL.

BUENOS DÍAS VERACRUZ

David Varona Fuentes
Lunes 13 de mayo del 2013.

Durante décadas tres figuras fueron intocables para los mexicanos:
-La Virgen de Guadalupe.
-El Presidente de la República.
-Y el Ejército Mexicano.
Las tres eran sinónimo de respeto ciudadano.
Hoy,  una de ellas es motivo de burlas y recordatorios familiares, nunca vistos, escuchados o leídos en la historia del México contemporáneo.
Me refiero a la investidura presidencial.
De la poderosa, altísima y siempre respetable figura presidencial,  no queda nada, ni siquiera  su sombra.
Somos testigos de hechos jamás imaginados.
Observar  que 11 millones de twitteros, en su mayoría jóvenes, insulten al presidente de México aprovechando la celebración del 10 de mayo, alertan sobre el descrédito ciudadano originado principalmente  por la descomposición del sistema político mexicano.
Muy aparte del respeto institucional al presidente Enrique Peña Nieto,  no se trata de  justificar o condenar  la actitud de esos mexicanos que colgándose de las redes sociales, despotrican, cada vez que pueden,  en contra del mandatario mexicano y el partido que representa, el PRI.
Lo que sí queda claro, es que deben encenderse luces preventivas en el gobierno federal.
Es posible que esas 11 millones de personas que manifestaron su repudio al régimen peñista, es parte de esos mexicanos hastiados de la corrupción institucional, la complicidad, la impunidad,  la simulación y de las promesas de saliva de cada campaña presidencial, jamás cumplidas.
Sin lugar a dudas, preocupante los desahogos personales  que cada vez ocurren con mayor frecuencia en el país, y que ahora tocan y lastiman hasta el propio huésped en turno de la residencia oficial de Los Pinos.
Es tiempo de arriar las banderas del triunfalismo, la arrogancia y el engaño oficial, y gobernar con estricto apego a la legalidad  y la transparencia.
Si de algo está cansado el pueblo mexicano, es precisamente de las componendas políticas y partidistas en beneficio siempre de los familiares, amigos y compadres del poder.
En los siguientes días  cuando se anuncien cambios en la PGR, seguramente para hacerla más efectiva, sería  momento oportuno  para que el presidente Peña empiece  a dar muestras  que su gobierno no tiene compromisos con nadie, sólo con la aplicación de la ley.
Es un secreto a voces que decenas de expedientes incriminatorios en contra de ex servidores públicos federales,  ex gobernadores, ex senadores, ex diputados y ex alcaldes, estando  listos para solicitar a un juez federal las respectivas órdenes de aprehensión, duermen el sueño de los justos en la PGR.
Sin embargo, lejos  de llevar ante la justicia a otros presuntos delincuentes de cuello blanco, la PGR ha sido complaciente exonerando a quienes huían de la prisión y liberando a los que el gobierno calderonista encarceló  al fincarles responsabilidad penal por vínculos con grupos delictivos.  
Las siglas PGR y sus históricos quebrantos y latrocinios en nombre  del estado de derecho pronto pasarán al sótano de los recuerdos, para dar paso a la Fiscalía de la Nación.
Queda en el aire la pregunta:
¿La PGR cambia de rostro para transformarse, o para  seguir igual?
El gobierno  peñista  debe empezar a ver que el país no está ya para experimentos; suficiente tienen los mexicanos con la andanada de cruzadas y reformas que, a la vista de todos, en nada beneficiarán a las mayorías más necesitadas.
Por un lado, la cruzada contra el hambre, de la corruptible Rosario Robles, será solo negocios para empresas transnacionales donde ella y sus hermanas participan como socias.
La reforma  educativa para entregar las plazas a los hijos de la burocracia que estudian en los mejores colegios privados,  y que por lógica llevan ventaja a familiares del viejo sistema educativo nacional.
La reforma financiera,  para dar las armas legales de embargo a los banqueros de los bienes hipotecados por los acreditados;  la de telecomunicaciones para beneficiar a los magnates y a los dueños del dinero. Y la energética, que viene en camino, que también es creada para beneplácito de grupos extranjeros.
Esa incertidumbre y desconfianza que despide la administración federal, contagia a muchas entidades de la república.
Veracruz no es la excepción. El gobernador Javier Duarte no termina de entender que el tiempo se le viene encima, que para despegar no tiene otra alternativa que desligarse de toda relación con su antecesor y  sacudirse a  esas lacras que le heredó.
Y cuando afirmo que no termina de entender, me refiero a las versiones desatadas  este fin de semana en el puerto jarocho, que aseguran que el ex gobernador Herrera Beltrán, procedente de la ciudad de México en su jet particular, aterrizó el pasado 10 de mayo a las 6 de la tarde en el hangar del empresario Felipe Ruiz, y de inmediato ordenó a Duarte y sus más cercanos colaboradores, que los esperaba en el hotel Fiesta Americana, que ahora ocupa de bunker.
Trascendió que en esa reunión urgente, Fidel habló de la necesidad de las remociones del secretario y subsecretario de gobiernos, Gerardo Buganza y Enrique Ampudia, respectivamente.
Yo pregunto:
¿En calidad de qué se atreve el Cristo Negro a venir para quitar y poner  funcionarios en el gobierno estatal;  qué acaso  no se encuentra satisfecho con  las condiciones  catastróficas que dejó el estado?          
¿Por qué  permite el gobernador Duarte que venga  a destapar las heridas que dejó abiertas en el pueblo veracruzano?
¿O usted qué opina?
PD. La erupción del Popo, podría alcanzar a las huestes de la ola roja veracruzana.

davidvaronaf@hotmail.com

-NOTICIERO Y ANÁLISIS POLÍTICO de DAVID VARONA FUENTES con BUENOS DÍAS VERACRUZ- en vivo- 11:15am – POR:
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PUNTA  DE LANZA.
A POCO TANTO CINISMO…

¿Es cierto que en la Secretaría de Educación de Veracruz, cobra en nómina  hasta la mascota de la señora, Beatriz Palacios Guzmán, esposa del secretario Adolfo Mota Hernández?
O sea, no son suficientes los  hermanos, los primos, los cuñados, familiares de éstos, y el guardaespaldas del secretario.
Todos con salarios insultantes.
Ejemplo su primo, Daniel Mota Romagnoli, con una percepción de 34 mil pesos mensuales, con el cargo de: Escolta Personal.