BUENOS DÍAS
VERACRUZ
David Varona
Fuentes
Viernes 21 de
noviembre del 2014.
Repetía una y
otra vez el mandatario Enrique Peña Nieto.
Solía
afirmarlo en reuniones con los dueños del dinero en México y durante
entrevistas periodísticas concedidas en exclusivo a importantes medios de
comunicación extranjeros.
Vivía el
presidente los meses del boom publicitario internacional gracias a la hazaña
reformista alcanzada en su primer año de mandato.
Todo era miel
sobre hojuelas para el joven inquilino de Los Pinos.
Pero la
fiesta duró muy poco.
Como
maldición para su gobierno, llegaron las masacres de Tlataya, en el estado de
México y la de los normalistas en Iguala, Guerrero, de la cual 43
estudiantes se encuentran desaparecidos desde el 26 de septiembre pasado.
Y el tiro de
gracia:
Apareció la
Casa Blanca de 87 millones de pesos, que mantiene envuelto al presidente
mexicano en escándalos de presuntos actos de corrupción, tráfico de influencias
y conflictos de intereses, en virtud que la mansión es propiedad de una
empresa constructora cuyo dueño es amigo personal de Peña Nieto.
De la gloria
al infierno.
La señora
Angélica Rivera insiste en defender lo indefendible y el ejecutivo federal
hace públicos sus bienes patrimoniales.
Ya es tarde.
El derrumbe
político y popular de la imagen presidencial, en México y el mundo,
continúa en caída libre y sin paracaídas.
Nadie para
las manifestaciones de protesta, nacionales y extranjeras.
Este jueves
20, al celebrarse el 104 aniversario de la Revolución Mexicana, miles de
personas salieron a las calles exigiendo la aparición con vida de los 43
normalistas. En el Zócalo capitalino, frente a Palacio Nacional, al grito de “fuera
Peña” un grupo de manifestantes quemó la figura del presidente Peña en una
fogata que prendieron junto al asta bandera.
En la
Cámara de Diputados de San Lázaro, también hubo zacapela.
La sesión
tuvo que suspenderse cuando legisladores del PRD, PT y Movimiento Ciudadano
tocaron el tema de la Casa Blanca y mostraron mantas en las que exigían la
renuncia de Peña.
En el actual
viacrucis gubernamental, se ha cumplido la sentencia presidencial:
En efecto, el
presidente de México “no tiene amigos”.
Nadie ha
salido a decir “esta boca es mía” para defender de las “injurias de
corrupción” colgadas al jefe máximo de las instituciones del país.
Ni sus amigos
mexiquenses trepados en el gabinete presidencial, ni los tiburones políticos
mamadores eternos del erario público, como Manlio Fabio Beltrones y Emilio
Gamboa Patrón, coordinadores del partido tricolor en el Congreso de la Unión.
Al contrario,
como a Cristo, los priístas lo desconocen.
Los
gobernadores de su partido están en sintonía con la clase política nacional.
Casi todos fingen demencia para no hablar de la tragedia de Peña.
Salvo el de
Veracruz, Javier Duarte, quien en cada evento público no escatima esfuerzos de
agradecimientos al apoyo que su administración recibe del presidente de la
República
Sorpresas
tiene el ejercicio del poder:
El titular
del Poder Ejecutivo termina apenas su segundo año de mandato.
Sin embargo,
pareciera que fuera el último.
Don Enrique,
vive la soledad nunca imaginada.
El orgullo de
la dinastía política de Atlacomulco, el único que ha logrado llegar a Los
Pinos, se encuentra enfermo… acompañado solo de su gaviota.
De no
encontrar la fórmula mágica para calmar las aguas revueltas del país, los días
y semanas por venir no son nada halagadores para el presidente.
Y en 2015
viene otra pesadilla:
La renovación
de las 500 diputaciones federales, 300 de elección directa y 200
plurinominales, cuyo escenario político-electoral para el PRI luce incierto.
Inimaginable
las consecuencias políticas para el gobierno peñista de perder el PRI el
control de San Lázaro.
Todo
dependerá de la escabrosa y delicada selección de los candidatos.
¿O usted qué
opina?
PD. Cuando ya
todo estaba servido para que el actual secretario de trabajo Alfonso Navarrete
Prida; fuera colocado como relevo de don Jesús Murillo Karam, una voz del más
allá lo dejó vestido y alborotado.
Mientras
tanto, se da por hecho que el procurador hidalguense tiene ya preparada su
renuncia a la titularidad de la PGR; dónde todo parece indicar que entrará de
un momento a otro un encargado del despacho, dando tiempo y espacio para
preparar la terna, para que sea el Congreso que designe quien será el titular
de la Nueva Fiscalía de la Nación.
Y cuando todo
está colapsado, en el mundo de la procuración de justicia, se da por hecho que
el doctor José Manuel Mireles, deje el penal de alta seguridad de Sonora y
recobre su libertad. Como se recordará el doctor Mireles fue el que encabezó el
movimiento de las autodefensas del estado de Michoacán.
Fuentes de
alto nivel, aseguran que Mireles llegó a un saludable acuerdo con el gobierno
federal vía secretaría de Gobernación; que le permitirá alcanzar su libertad…
PUNTA DE
LANZA…
ISLA
VERACRUZ: TIERRA SIN LEY…
La emboscada
criminal en el municipio de Isla, en los Llanos de Sotavento, donde ejecutaron
a siete personas, entre estas a tres hijos del extinto ganadero y productor de
piña, Lorenzo Amador, también asesinado en 2013, es indicador de que alguien
muy “poderoso” ordenó que le limpien el camino de enemigos rumbo al proceso
electoral del 2015.
En
aquella región piñera es secreto a voces que los hijos de Lencho Amador
responsabilizaron al hoy secretario de Gobierno, Erick Lagos Hernández, de la
autoría intelectual del secuestro y muerte de su padre. Y los tres hermanos,
José Isabel, Lorenzo y Fernando Amador Peralta, quienes la tarde-noche del
miércoles terminaron acribillados al salir de su rancho Los Cocos, en la
comunidad La Esperanza, habían advertido que vengarían la muerte de su
progenitor. En qué terminará este Veracruz de vendettas criminales, en las que
los principales protagonistas, se asegura, se dice y especula, son altos
funcionarios del gobierno de Veracruz, como es el caso del isleño Erick
Lagos.
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