BUENOS DIAS VERACRUZ
28 de abril de 2010
Por: David Varona Fuentes
Investigar a políticos mexicanos exige el Presidente Felipe Calderón; esta vez durante su gira de trabajo por el estado de Nuevo León..
Para los agoreros del desastre el pedimento presidencial muestra visos desesperantes ante una guerra contra el crimen organizado que está lejos de ganarse.
El mandatario mexicano insiste en que la clase política del país, se encuentra inmersa en lazos de complicidad con los carteles de las drogas y las bandas delictivas que operan en el país.
Claro, Calderón tira la piedra y esconde la mano.
El Presidente sube a la palestra y hace señalamientos incriminatorios contra gobernadores, jueces, agentes del Ministerio Público, alcaldes y jefes policiacos de todas las corporaciones estatales.
Pero omite mencionar nombres de esos servidores públicos considerados como presuntos involucrados en actos delictivos, si es que realmente los tiene, y bastaría ver todavía si esos informes son confiables, por aquello del oso con el caso del desaparecido ex administrador de la Aduana de Veracruz, Francisco Serrano Aramoni, a quien el propio Calderón asesinó en un discurso y más tarde el vocero de Los Pinos corrigiera el exabrupto presidemncial.
Este miércoles en la ciudad de Monterrey, el Presidente Calderón pidió investigar a políticos y jueces por su probable participación corruptiva con el crimen organizado.
No es la primera vez que el Presidente duda del comportamiento honesto y transparente de los políticos del país, en especial de los que no pertenecen a su partido blanquiazul.
En una ríspida y acalorada reunión en la casa presidencial el 17 de febrero de 2009 entre Calderón y la cúpula priíista nacional, por medio de mensajes entre líneas don Felipe señaló a gobernadores del tricolor de otorgar apoyos de complicidad a las organizaciones criminales.
Desde luego que algunos de los mandatarios estatales como picados por un alfiler en sus traseros, exigieron pruebas y nombres al michoacano.
Hasta la fecha, a excepción del michoacanazo del que la inmensa mayoría de los presuntos inodados han obtenido su libertad por falta de pruebas, ningún pez gordo de la política mexicana, llámese gobernador o presidente municipal de alcurnia ha sido llevado a juicio por protección a narcotraficantes o delincuentes.
Por ello llama la atención la aseveración de Calderón en Monterrey inodando, al parecer sin pruebas, otra vez a políticos y jueces con bandas criminales.
Quien acusa está obligado a exigir pruebas.
Y quizás el carecer de elementos probatorios contundentes para procesar a los presuntos delincuentes, sea el gran dilema de la presidencia de la república y de las fuerzas federales de seguridad pública.
En el caso específico del estado de Veracruz, seguro es no tiene cabida el discurso de Calderón en la ciudad de Monterrey.
Como suele decir la chaviza en estos tiempos modernos y de libertinajes juveniles, lo dicho por Calderón, “no le queda el saco al gobernador Fidel Herrera”.
Herrera Beltrán es de los pocos gobernantes estatales del país que defienden a ultranza la entidad que gobiernan. Por eso afirma que “en Veracruz el que la hace, la paga”.
Ha sido evidente el acoso contra la administración Fidelista, en especial criticando el trabajo en materia de seguridad pública; señalamientos graves de complicidad han ido y venido en los cinco años cuatro mese del régimen del gobernador Herrera.
Y nada, absolutamente nada, ha ocurrido.
La respuesta es simple y sencilla…
Contra Veracruz no existe ningún elemento probatorio de incriminación.
O, yo pregunto…
¿De tener los enemigos del estado acusaciones fundadas contra Fidel, no habrían ya partido la madre al gobierno de Veracruz?
UNA NOVELA, LA CORRUPCION EN EL PODER JUDICIAL
No es ninguna novedad la podredumbre en el Poder Judicial del Estado de Veracruz.
Algunos medios de información creen publicar primicias exhibiendo a la luz pública la descomposición en el Tribunal Superior de Justicia.
Aquí en la gazeta.org, hemos sido puntuales, oportunos y certeros en señalar los olores nauseabundos que emanan de todos los juzgados civiles de la entidad veractuzana.
Del Poder Judicial estatal que encabeza Reynaldo Madruga Picazzo, sale pus, es insoportable el hedor, la petulancia.
El propio Presidente del Poder Judicial protege con el manto de la impunidad a jueces de primera instancia convertidos en verdaderos mercenarios de la ley y la justicia. Un caso concreto de corrupción y abuso de autoridad lo representa el Ariel Anastasio César Robinson Manzanilla, sobrino predilecto del magistrado y ex titular del PJE Miguel Gaston Mnzanilla Pavón.
Han sido decenas las acusaciones de corrupción en contra del juez Robinson, y sigue gozando de impunidad. Uno de los últimos instructivos de responsabilidad que le abrió el Consejo de la Judicatura estatal fue el 71/2009 por abusos de autoridad al retener un expediente y no enviarlo al Ministerio Público, para beneficiar sus intereses financieros personales.
Sin lugar a dudas, todos están coludidos en la corrupción, en los grandes negocios que se realizan subastando la importación de justicia en Veracruz.
Desde magistrados, pasando por jueces y secretarios de acuerdo, el negocio de la justicia en Veracruz, es una cruda realidad.
Para el político, el rico y el poderoso, justicia pronta y expedita, ciega y complaciente; para el jodido y humilde veracruzano, todo el peso de la ley aunque muchas veces sean inocentes.
Desde los inicios de su sexenio el gobierno de Fidel Herrera viene insistiendo en reformar y modernizar al Poder Judicial de la entidad; incluso hasta pidió en 2008 al Congreso estatal, incrementar en mil millones de pesos el presupuesto anual que ejerce.
Con el único objetivo de ir dotando al Tribunal Superior de Justicia de Veracruz, de las herramientas básicas para terminar con los altos índices de corrupción y poder darle a los veracruzanos una verdadera, honesta y expedita aplicación de justicia.
El actual magistrado-presidente del PJE Reynaldo Madruga Picazzo, no ha entendido el interés primordial del gobernador Herrera en materia de impartición de justicia.
Ha resultado más fácil, cómodo y redituable para don Madruga, involucrarse en los océanos de corrupción, que atender el llamado urgente de Fidel.
Pero la cloaca ha empezado a destaparse, y muchos en el Poder Judicial del Estado, empezando por Madruga, podrían asfixiarse con los insoportables olores nauseabundos.
¿O usted qué opina?
28 de abril de 2010
Por: David Varona Fuentes
Investigar a políticos mexicanos exige el Presidente Felipe Calderón; esta vez durante su gira de trabajo por el estado de Nuevo León..
Para los agoreros del desastre el pedimento presidencial muestra visos desesperantes ante una guerra contra el crimen organizado que está lejos de ganarse.
El mandatario mexicano insiste en que la clase política del país, se encuentra inmersa en lazos de complicidad con los carteles de las drogas y las bandas delictivas que operan en el país.
Claro, Calderón tira la piedra y esconde la mano.
El Presidente sube a la palestra y hace señalamientos incriminatorios contra gobernadores, jueces, agentes del Ministerio Público, alcaldes y jefes policiacos de todas las corporaciones estatales.
Pero omite mencionar nombres de esos servidores públicos considerados como presuntos involucrados en actos delictivos, si es que realmente los tiene, y bastaría ver todavía si esos informes son confiables, por aquello del oso con el caso del desaparecido ex administrador de la Aduana de Veracruz, Francisco Serrano Aramoni, a quien el propio Calderón asesinó en un discurso y más tarde el vocero de Los Pinos corrigiera el exabrupto presidemncial.
Este miércoles en la ciudad de Monterrey, el Presidente Calderón pidió investigar a políticos y jueces por su probable participación corruptiva con el crimen organizado.
No es la primera vez que el Presidente duda del comportamiento honesto y transparente de los políticos del país, en especial de los que no pertenecen a su partido blanquiazul.
En una ríspida y acalorada reunión en la casa presidencial el 17 de febrero de 2009 entre Calderón y la cúpula priíista nacional, por medio de mensajes entre líneas don Felipe señaló a gobernadores del tricolor de otorgar apoyos de complicidad a las organizaciones criminales.
Desde luego que algunos de los mandatarios estatales como picados por un alfiler en sus traseros, exigieron pruebas y nombres al michoacano.
Hasta la fecha, a excepción del michoacanazo del que la inmensa mayoría de los presuntos inodados han obtenido su libertad por falta de pruebas, ningún pez gordo de la política mexicana, llámese gobernador o presidente municipal de alcurnia ha sido llevado a juicio por protección a narcotraficantes o delincuentes.
Por ello llama la atención la aseveración de Calderón en Monterrey inodando, al parecer sin pruebas, otra vez a políticos y jueces con bandas criminales.
Quien acusa está obligado a exigir pruebas.
Y quizás el carecer de elementos probatorios contundentes para procesar a los presuntos delincuentes, sea el gran dilema de la presidencia de la república y de las fuerzas federales de seguridad pública.
En el caso específico del estado de Veracruz, seguro es no tiene cabida el discurso de Calderón en la ciudad de Monterrey.
Como suele decir la chaviza en estos tiempos modernos y de libertinajes juveniles, lo dicho por Calderón, “no le queda el saco al gobernador Fidel Herrera”.
Herrera Beltrán es de los pocos gobernantes estatales del país que defienden a ultranza la entidad que gobiernan. Por eso afirma que “en Veracruz el que la hace, la paga”.
Ha sido evidente el acoso contra la administración Fidelista, en especial criticando el trabajo en materia de seguridad pública; señalamientos graves de complicidad han ido y venido en los cinco años cuatro mese del régimen del gobernador Herrera.
Y nada, absolutamente nada, ha ocurrido.
La respuesta es simple y sencilla…
Contra Veracruz no existe ningún elemento probatorio de incriminación.
O, yo pregunto…
¿De tener los enemigos del estado acusaciones fundadas contra Fidel, no habrían ya partido la madre al gobierno de Veracruz?
UNA NOVELA, LA CORRUPCION EN EL PODER JUDICIAL
No es ninguna novedad la podredumbre en el Poder Judicial del Estado de Veracruz.
Algunos medios de información creen publicar primicias exhibiendo a la luz pública la descomposición en el Tribunal Superior de Justicia.
Aquí en la gazeta.org, hemos sido puntuales, oportunos y certeros en señalar los olores nauseabundos que emanan de todos los juzgados civiles de la entidad veractuzana.
Del Poder Judicial estatal que encabeza Reynaldo Madruga Picazzo, sale pus, es insoportable el hedor, la petulancia.
El propio Presidente del Poder Judicial protege con el manto de la impunidad a jueces de primera instancia convertidos en verdaderos mercenarios de la ley y la justicia. Un caso concreto de corrupción y abuso de autoridad lo representa el Ariel Anastasio César Robinson Manzanilla, sobrino predilecto del magistrado y ex titular del PJE Miguel Gaston Mnzanilla Pavón.
Han sido decenas las acusaciones de corrupción en contra del juez Robinson, y sigue gozando de impunidad. Uno de los últimos instructivos de responsabilidad que le abrió el Consejo de la Judicatura estatal fue el 71/2009 por abusos de autoridad al retener un expediente y no enviarlo al Ministerio Público, para beneficiar sus intereses financieros personales.
Sin lugar a dudas, todos están coludidos en la corrupción, en los grandes negocios que se realizan subastando la importación de justicia en Veracruz.
Desde magistrados, pasando por jueces y secretarios de acuerdo, el negocio de la justicia en Veracruz, es una cruda realidad.
Para el político, el rico y el poderoso, justicia pronta y expedita, ciega y complaciente; para el jodido y humilde veracruzano, todo el peso de la ley aunque muchas veces sean inocentes.
Desde los inicios de su sexenio el gobierno de Fidel Herrera viene insistiendo en reformar y modernizar al Poder Judicial de la entidad; incluso hasta pidió en 2008 al Congreso estatal, incrementar en mil millones de pesos el presupuesto anual que ejerce.
Con el único objetivo de ir dotando al Tribunal Superior de Justicia de Veracruz, de las herramientas básicas para terminar con los altos índices de corrupción y poder darle a los veracruzanos una verdadera, honesta y expedita aplicación de justicia.
El actual magistrado-presidente del PJE Reynaldo Madruga Picazzo, no ha entendido el interés primordial del gobernador Herrera en materia de impartición de justicia.
Ha resultado más fácil, cómodo y redituable para don Madruga, involucrarse en los océanos de corrupción, que atender el llamado urgente de Fidel.
Pero la cloaca ha empezado a destaparse, y muchos en el Poder Judicial del Estado, empezando por Madruga, podrían asfixiarse con los insoportables olores nauseabundos.
¿O usted qué opina?
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