BUENOS DIAS VERACRUZ
17 de abril de 2010
Por: David Varona Fuentes
17 de abril de 2010
Por: David Varona Fuentes
Javier Duarte, es candidato oficial del PRI al gobierno de Veracruz.
En multitudinario evento político en la capital del estado, rindió protesta como abanderado del tricolor.
Testigos de honor el gobernador Fidel Herrera, la dirigente nacional del PRI Beatriz Paredes Rangel, mandatarios de 11 entidades estatales, senadores, diputados federales, locales, líderes partidistas, empresarios, dirigentes sindicales.
En fin, toda la clase política estatal.
Y no fallaron los pronósticos…
Por lo menos 40 mil veracruzanos abarrotaron el Estadio Xalapeño, procedentes de todos los rincones de la geografía estatal.
No cabía ni un alma más; cada rincón del estadio estuvo a reventar, todavía hubo gente que se quedó afuera.
La ceremonia fue la locura; una consolidada muestra de la unidad del priísmo estatal que vive su mejor momento en el mandato de Fidel Herrera.
El gobernador Herrera Beltrán, acompañado de su esposa Rosita Borunda, no pudo ocultar su satisfacción, lució feliz y contento, como no lo hacía desde meses atrás.
No fue para menos.
La del sábado en el Estadio Xalapeño, resultó una verdadera fiesta popular de los priístas veracruzanos.
Todos apoyando al candidato Javier Duarte; todos vitoreando al hacedor del nuevo PRI, a Fidel Herrera.
Fue una exhibición del poderío, de la fortaleza que ha logrado alcanzar el tricolor en Veracruz en la era Fidelista.
Qué gigantesca diferencia del PRI humillado, desquebrajado, vergonzante y perdedor que heredara el tío Fide en 2004, al nuevo PRI triunfador, sólido y vigoroso que recibe al candidato Duarte y a los 30 abanderados a diputados locales.
Es el PRI de la Fidelidad que, enarbolando las causas sociales y cumpliendo promesas de campaña, arrasa en las urnas, masacrando al adversario político. Las dos últimas elecciones, la local de septiembre de 2007 y la federal del 5 de julio de 2009, son ejemplos contundentes del poderío tricolor en Veracruz.
El PRI veracruzano, como en los viejos tiempos, es hoy otra vez un partido de masas, de multitudes, que llena plazas y estadios completos.
Y Javier Duarte, como candidato a gobernador, se deja querer por los miles de veracruzanos que lo ven como el continuador de la obra, del incansable trabajo político y popular de Herrera Beltrán, su maestro, su hacedor, su guía.
Por ello, puntual, a las 12:00 horas, llegó a su cita en el Estadio Xalapeño; al observar ese mar de gente que lo aclamaba no pudo ocultar su singular y espontánea sonrisa; miró el cielo y levantó sus manos, agradeciendo el cálido y lucido recibimiento.
Javier, estaba feliz; sin todavía jugar, sabe que se encuentra en la antesala de palacio de gobierno, gracias a la inquebrantable plataforma política que hereda del político de Nopaltepec.
Por ello, en alusión directa al gobernador Fidel Herrera, Duarte dijo en su discurso…
-“Veracruz vive hoy nuevos tiempos de desarrollo gracias a un hombre que ha sabido interpretar los anhelos y las necesidades de una sociedad que exige resultados concretos; él es orgullo para nosotros y ejemplo a seguir para quienes creemos en el valor de la política como un ejercicio entregado a la gente. Hoy la Fidelidad es sinónimo de compromiso y progreso que nos sitúa como vanguardia de las transformaciones nacionales”.
La intervención del candidato priísta a la gubernatura, fue extensa pero llena de esperanzas para aquellos veracruzanos que todavía no logran salir de la marginación y esperan la llegada de la justicia social. Asegura Duarte que “no debe cambiarse el rumbo Fidelista de las transformaciones responsables; que representan un rumbo que avanza y avanza en la dirección correcta”.
Es indudable que la muestra de unidad priísta exhibida en el Estadio Xalapeño, a muchos espantará; desde luego no faltarán los agoreros del desastre que saldrán a decir que plazas llenas no representan votos seguros.
Pero lo visto este sábado es significativo, son mensajes del enorme y envidiable poder de convocatoria de la Fidelidad por Veracruz; son ejemplos de organización.
Los más de 40 mil militantes priístas presentes en la jura de protesta de Javier Duarte y los 30 candidatos a diputados, son al caso el enorme ejército que promocionará y defenderá el triunfo tricolor el próximo domingo 4 de julio.
Y como dijera Duarte…
-“Ganaremos la elección de gobernador; el Congreso del estado y los ayuntamientos”.
Es decir, “carro completo”.
Bueno, a la semilla sembrada por Fidel, sólo falta bien regarla, para que la cosecha sea abundante.
¿O usted qué opina?
P. D. Peña Nieto siente pasos en la azotea; no quiso venir a Veracruz.
En multitudinario evento político en la capital del estado, rindió protesta como abanderado del tricolor.
Testigos de honor el gobernador Fidel Herrera, la dirigente nacional del PRI Beatriz Paredes Rangel, mandatarios de 11 entidades estatales, senadores, diputados federales, locales, líderes partidistas, empresarios, dirigentes sindicales.
En fin, toda la clase política estatal.
Y no fallaron los pronósticos…
Por lo menos 40 mil veracruzanos abarrotaron el Estadio Xalapeño, procedentes de todos los rincones de la geografía estatal.
No cabía ni un alma más; cada rincón del estadio estuvo a reventar, todavía hubo gente que se quedó afuera.
La ceremonia fue la locura; una consolidada muestra de la unidad del priísmo estatal que vive su mejor momento en el mandato de Fidel Herrera.
El gobernador Herrera Beltrán, acompañado de su esposa Rosita Borunda, no pudo ocultar su satisfacción, lució feliz y contento, como no lo hacía desde meses atrás.
No fue para menos.
La del sábado en el Estadio Xalapeño, resultó una verdadera fiesta popular de los priístas veracruzanos.
Todos apoyando al candidato Javier Duarte; todos vitoreando al hacedor del nuevo PRI, a Fidel Herrera.
Fue una exhibición del poderío, de la fortaleza que ha logrado alcanzar el tricolor en Veracruz en la era Fidelista.
Qué gigantesca diferencia del PRI humillado, desquebrajado, vergonzante y perdedor que heredara el tío Fide en 2004, al nuevo PRI triunfador, sólido y vigoroso que recibe al candidato Duarte y a los 30 abanderados a diputados locales.
Es el PRI de la Fidelidad que, enarbolando las causas sociales y cumpliendo promesas de campaña, arrasa en las urnas, masacrando al adversario político. Las dos últimas elecciones, la local de septiembre de 2007 y la federal del 5 de julio de 2009, son ejemplos contundentes del poderío tricolor en Veracruz.
El PRI veracruzano, como en los viejos tiempos, es hoy otra vez un partido de masas, de multitudes, que llena plazas y estadios completos.
Y Javier Duarte, como candidato a gobernador, se deja querer por los miles de veracruzanos que lo ven como el continuador de la obra, del incansable trabajo político y popular de Herrera Beltrán, su maestro, su hacedor, su guía.
Por ello, puntual, a las 12:00 horas, llegó a su cita en el Estadio Xalapeño; al observar ese mar de gente que lo aclamaba no pudo ocultar su singular y espontánea sonrisa; miró el cielo y levantó sus manos, agradeciendo el cálido y lucido recibimiento.
Javier, estaba feliz; sin todavía jugar, sabe que se encuentra en la antesala de palacio de gobierno, gracias a la inquebrantable plataforma política que hereda del político de Nopaltepec.
Por ello, en alusión directa al gobernador Fidel Herrera, Duarte dijo en su discurso…
-“Veracruz vive hoy nuevos tiempos de desarrollo gracias a un hombre que ha sabido interpretar los anhelos y las necesidades de una sociedad que exige resultados concretos; él es orgullo para nosotros y ejemplo a seguir para quienes creemos en el valor de la política como un ejercicio entregado a la gente. Hoy la Fidelidad es sinónimo de compromiso y progreso que nos sitúa como vanguardia de las transformaciones nacionales”.
La intervención del candidato priísta a la gubernatura, fue extensa pero llena de esperanzas para aquellos veracruzanos que todavía no logran salir de la marginación y esperan la llegada de la justicia social. Asegura Duarte que “no debe cambiarse el rumbo Fidelista de las transformaciones responsables; que representan un rumbo que avanza y avanza en la dirección correcta”.
Es indudable que la muestra de unidad priísta exhibida en el Estadio Xalapeño, a muchos espantará; desde luego no faltarán los agoreros del desastre que saldrán a decir que plazas llenas no representan votos seguros.
Pero lo visto este sábado es significativo, son mensajes del enorme y envidiable poder de convocatoria de la Fidelidad por Veracruz; son ejemplos de organización.
Los más de 40 mil militantes priístas presentes en la jura de protesta de Javier Duarte y los 30 candidatos a diputados, son al caso el enorme ejército que promocionará y defenderá el triunfo tricolor el próximo domingo 4 de julio.
Y como dijera Duarte…
-“Ganaremos la elección de gobernador; el Congreso del estado y los ayuntamientos”.
Es decir, “carro completo”.
Bueno, a la semilla sembrada por Fidel, sólo falta bien regarla, para que la cosecha sea abundante.
¿O usted qué opina?
P. D. Peña Nieto siente pasos en la azotea; no quiso venir a Veracruz.
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