BUENOS DIAS
VERACRUZ
David Varona
Fuentes
Jueves 9 de
octubre del 2014.
Esta vez…
Para repudiar
la barbarie criminal de estudiantes normalistas en el municipio de Iguala, en
el estado de Guerrero.
Hace apenas
unos cuantos meses…
La comunidad
internacional de negocios se desbordaba en alabanzas y reconocimientos
hacia el gobierno mexicano.
No era para
menos…
La
administración del presidente, Enrique Peña Nieto, había quitado los candados
que impedían abrir las puertas de Petróleos Mexicanos al capital privado,
nacional y extranjero.
Todo era
fiesta y alegría en Los Pinos…
Por el logro
de la privatización de Pemex, inversionistas norteamericanos, brasileños,
europeos chinos y japoneses, consideraron a Peña Nieto un mandatario con visión
de futuro, decidido a transformar a México.
A Peña Nieto…
Lo
convirtieron casi en héroe nacional por encima de Hidalgo y Morelos.
Algunas revistas de sociales con presencia en el país, lo destacaron en sus
portadas como el presidente Latinoamericano del año (2013).
El político
mexiquense se deja “querer” fuera de casa. Ha recibido todo tipo de
galardones y laureles de organismos privados.
Apenas el
pasado 22 de septiembre, participó en la plenaria de la Conferencia Mundial de
los Pueblos Indígenas, celebrada en la ciudad de Nueva York por la Organización
de las Naciones Unidas (ONU).
Peña no ha
perdido el tiempo…
Aprovechando
las continuas giras internacionales, promociona su gobierno asegurando que los
índices criminales en México “van a la baja”. Afirmación que no comparten
la mayoría de los mexicanos.
No pasó mucho
tiempo para que cayera el gran montaje…
Primero, el
fusilamiento masivo de 22 presuntos delincuentes en Tlataya, estado de México,
cometido por elementos militares.
Y luego, la
masacre de estudiantes normalistas de Ayotzinapan, en Iguala, en el estado de
Guerrero, cuyos cuerpos quemados y desollados podrían ser los que aparecieron
en fosas clandestinas.
De pronto, de
la noche a la mañana…
A la basura,
premios, medallas y condecoraciones extranjeras colgadas al gobierno del
presidente Peña, por los logros en seguridad pública y por las reformas
constitucionales alcanzadas, en especial la energética.
Bienvenidos a
la realidad, Peña, Osorio y Murillo Karam.
Hoy, el
salvajismo, la atrocidad, la brutalidad policiaca usada contra los estudiantes
de Ayotzinapan, trae a escena el maridaje de la clase política con
las bandas delictivas.
No es tema
nuevo.
La
complicidad de los gobernadores estatales, presidentes municipales y las
policías locales con grupos criminales que operan con impunidad, siempre ha
sido secreto a voces en todos los rincones de la geografía nacional.
En su
momento, cada presidente de la república ha sido informado por el CISEN o por
las fuerzas de inteligencia militares de los negocios millonarios que hicieron
mandatarios de los estados, (muchas veces de sus propios partidos
políticos) con carteles de las drogas o del crimen organizado.
Ahí siguen en
la PGR de Jesús Murillo Karam, vivitos y empolvados, los expedientes de
ex gobernadores presuntamente coludidos con el narcotráfico y el crimen
organizado, como Tomás Yarrington Ruvalcaba y Eugenio Hernández (PRI), de
Tamaulipas; Fausto Vallejo (PRI), Michoacán; Humberto Moreira (PRI), Coahuila;
Fidel Herrera Beltrán (PRI), Veracruz.
Señalamientos
incriminatorios que en su momento hiciera el gobierno del presidente Felipe
Calderón Hinojosa (PAN).
Los gobiernos
de los ex mandatarios antes mencionados, resultaron toda una desgracia, no
pedida, para sus habitantes.
Los crímenes
de lesa humanidad cometidos en Igual, Guerrero, vuelve a tocar las fibras más
sensibles del presidente de la república en turno quien, al igual que sus
antecesores, le ha temblado la mano para llevar ante la justicia a todos los
políticos involucrados con bandas criminales que nuevamente han actuado con
total libertad. Sólo que esta vez, se les pasó la mano.
Es un hecho
que rodará la cabeza del gobernador guerrerense Ángel Aguirre, viejo ex priísta
de la guardia de Rubén Figueroa, hoy cobijado por los Chuchos del PRD.
Pero, la
renuncia de Aguirre será sólo un mejoralito para el avanzado cáncer de la
impunidad que carcome las instituciones públicas a lo largo y ancho del país.
Si Peña
quiere recuperar terreno perdido tanto en México como en el mundo, tendrá que
dar un zarpazo judicial a todos los políticos corruptos y al servicio de las
mafias.
Son muchos.
Al menos los de Veracruz, todos los conocen
¿O usted qué
opina?
PD. La última
jugada de gobernador Javier Duarte…el tiempo se agotó.
PUNTA DE
LANZA
DUARTE A
MEDIO ESTOQUE.
Serios y
graves problemas viene sorteando el gobernador del estado, sobre todo, cuando
se acerca la entrega de su Cuarto Informe de Gobierno y el arranque de lo que
serán los Juegos Centroamericanos y del Caribe.
De verdad,
que Javier Duarte está sudando la gota gorda, los días de esta semana han sido
fatales. La caja de la tesorería del gobierno está vacía, no hay un pinche peso
partido por la mitad y los compromisos son aterradores.
En los
pasillos del vetusto palacio de gobierno, solo se escucha una frase “no hay
dinero”.
Sin lugar a
dudas, esta ha sido la crisis financiera más tormentosa de los últimos cuarenta
años del gobierno veracruzano. Y cuando Duarte esperanzado en su amigo y aliado
el presidente Peña Nieto, todo apunta que lo ha dejado solo y a su suerte.
Si no llegan
recursos frescos; los Juegos a celebrarse sufrirán serias repercusiones, cuando
se sabe y se sabe bien, que a estas alturas se deben mil millones de pesos de esta justa deportiva.
El fracaso no
será únicamente para el gobierno de Javier Duarte; se pone en riesgo la
seriedad y credibilidad de México como país anfitrión. Por eso mismo las
autoridades deportivas a nivel federal, no pueden fingir demencia e
indiferencia, para que a un gobernador le vaya mal.
El respeto de
México está de por medio…
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