BUENOS DIAS
VERACRUZ
David Varona
Fuentes
Jueves 12 de
febrero del 2015
El caso
Moisés Sánchez.
Se ha
convertido en un gran dolor de cabeza para el gobernador de Veracruz.
Por un lado:
Las presiones
de la comunidad periodística estatal, nacional e internacional demandando
justicia en el horrendo asesinato.
Y por el
otro:
El chantaje
del Comité Directivo Estatal del Partido Acción Nacional a través de su bancada
legislativa en el Congreso del Estado.
Desde los
inicios de la investigación por la desaparición forzada del periodista y
activista social y en base a las pruebas encontradas, la Fiscalía General del
Estado, a cargo de Luis Ángel Bravo, responsabilizó al alcalde de
Medellín de Bravo, Omar Cruz Reyes, militante del PAN, como principal autor
intelectual.
Las sospechas
aumentaron cuando uno de los asesinos materiales confesaron que habían sido
contratados por órdenes del alcalde Cruz Reyes, un joven aprendiz de política
que, multimillonario de la noche a la mañana, regresó a su pueblo y encontró
cabida en el PAN para comprar la candidatura a la presidencia municipal.
Basado en las
declaraciones del testigo, el Fiscal Bravo procedió a solicitar al
Congreso estatal la solicitud del Juicio de Procedencia que quitaría al
edil la protección constitucional para que pueda ser detenido y llevado a
juicio penal por el delito de homicidio culposo.
Como era de
esperarse:
Los diputados
locales del blanquiazul, Carlos Fuentes Urrutia, Domingo Bahena y Julen
Rementería, pusieron el grito en el cielo por la incriminación al munícipe que,
aunque dicen que seguía siendo azul, la realidad es que su corazón,
sentimientos y simpatías ya pertenecían a los colores de la prosperidad.
Acostumbrados
al circo mediático con el cual han cosechado muchas prebendas, los
legisladores del PAN se montaron en la necedad de que Omar Cruz es inocente y
que estarían usándose instrumentos políticos y no jurídicos para culpabilizarlo
del levantón y crimen del propietario del semanario “La Unión”, dedicado
exclusivamente a darle voz a la gente que denunciaba la corrupción del alcalde
de Medellín.
En ese
bombardeo de diferencias, legales y partidistas, caminaba en el Congreso
la amenaza del desafuero.
Lento, a
pasos de tortuga… pero avanzaba.
El Fiscal
insistiendo en la culpabilidad del munícipe. Y los diputados azules metiendo
las manos al fuego en su defensa.
Un dato
importante:
Sin que
hubiera razón para tal expresión, llamó poderosamente la atención la
declaración del martes pasado de Fuentes Urrutia asegurando que el PAN,
es decir los legisladores, “no aceptaremos dinero, no aceptaremos nada para
votar a favor del desafuero de Omar”.
Inadmisible
no preguntar:
¿Acaso alguna
vez (ellos) han votado por dinero a favor de las iniciativas que el Ejecutivo
Estatal envía al Congreso para su aprobación respectiva?
¿Habrá
traicionado el subconsciente al diputado Fuentes?
¿O su
afirmación es un mensaje a Juan para que lo interprete Pedro?
En medio del
bombardeo de papel y saliva entre la Fiscalía y la trinca infernal del PAN,
este miércoles llegó al Congreso la solicitud del alcalde Omar Cruz Reyes para
separarse del cargo por 59 días.
Y este jueves
la Comisión Instructora que dictaminará el desafuero, le informará al
presidente municipal, (si es que lo encuentran) que presente las pruebas a su
favor.
Sin lugar a
dudas:
Algo insólito
e inesperado sucederá en esos casi dos meses de licencia del edil de Medellín.
Los del
blanquiazul continuarán presionando, política y mediáticamente, al huésped
principal de Palacio de Gobierno. Seguirán usando como estandarte la
presunta inocencia de Cruz Reyes.
Ya mandaron,
en secreto, el primer aviso:
-“Que el
diputado Julen Rementería sí buscará la candidatura del PAN a diputado federal
por el distrito electoral de Veracruz urbano”.
La princesita
jarocha, ex presidenta del Congreso, la que juró ante notario público que no
tiraría la diputación local para buscar otro cargo, ha pegado el grito en el
cielo.
No es para
menos.
Su triunfo
está en peligro. Le prometieron que Julen, ex alcalde con presencia en el
municipio de Veracruz, estaba “planchado” que no participaría para dejarle el
camino libre.
Y vienen
otros apretones…. con dedicatoria especial, nos dicen.
Yo pregunto:
¿Quién ganará
esta disputa, el imperio de la ley o el manto de la impunidad?
El gobernador
tiene la palabra.
¿O usted qué
opina?
PD. El
gobernador Duarte ha reconocido que no tiene candidato para sucederlo. Una
triste y cruda realidad, quienes se rasgaron las vestiduras por la gubernatura
de los dos años; hoy deben estar convencidos que la suerte y el destino les
hizo una mala jugada.
La política
tiene sus recovecos y esconde sus misterios, llegado el momento la balanza se
inclinará, por un hombre muy ajeno al duartismo de la prosperidad y al
fidelismo de la Fidelidad.
Y eso de que
el PRI gane en la mayoría de distritos el próximo siete de junio, está por
verse.
En la
geografía veracruzana el PRI como partido no existe, sobre todo en manos de un supuesto
liderazgo prendido de alfileres.
El señor
Alfredo Ferrari Saavedra, tendrá que responder por el cochinero que dejó en la
Nómina del dos por Ciento, es la factura que se le pagó por la danza de los
cientos de millones de pesos, que misteriosamente no aparecen.
Que autoridad
moral tiene el señor Ferrari para pedir el voto de los veracruzanos en favor de
su partido?...
PUNTA DE
LANZA.
CERO Y VAN…
Otro
aspirante a Secretario de Finanzas y Planeación del Gobierno de Veracruz, se
encuentra calentando el brazo. En los próximos días podría entrar al relevo.
Ha trascendido
entre la cúpula empresarial de esta ciudad capital, que el contador Mauricio
Audirac estaría por abandonar la titularidad de la SEFIPLAN.
Y por lo que
se observa, fue el propio Audirac quien se los adelantó. Es coincidencia que el
rumor haya salido este miércoles, horas después que acompañara al
secretario de Gobierno, Gerardo Buganza, en una reunión con empresarios del
norte de la entidad.
De
confirmarse la salida, será otro más que sale, uno más que no logró encontrar
la cuadratura al círculo a las finanzas del estado.
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