BUENOS DIAS
VERACRUZ
David Varona
Fuentes
Jueves 19 de
febrero del 2015.
Corría el
otoño de 2010, tenía el pinche poder en sus manos y el sucesor atesoraba ya el
nombramiento oficial de gobernador electo.
Estaba en las
postrimerías de su mandato sangriento, populista y de despilfarro, pero lo
disfrutaba como el primer día.
En reuniones
privadas, amenazaba:
-“Mientras yo
viva ningún Yunes será gobernador”.
Y advertía:
-¡¡Lo juro
por Veracruz!!
Y sellaba el
compromiso mirando el cielo, levantando el brazo y besando la Cruz que formaba
con los dedos índice y pulgar de su mano derecha.
Así
gozó Fidel Herrera el ejercicio del poder, el que nunca compartió con
ningún integrante de su gabinete, ni siquiera con el más dócil, servil o
sumiso.
Pero no era
todo.
También juró
defender, hasta con su propia vida, la posesión de la Joya de la Corona que le
entregó su antecesor, Miguel Alemán, a cambio de impunidad.
Aseguró:
-“Gobernaré
Veracruz veinte años, sí veinte años, no lo duden. No se equivoquen, no se
hagan bolas”.
De acuerdo a
los números de Pitágoras:
Las dos
décadas de mandato que refería Herrera Beltrán en sus noches de locura
desbordada, son la suma de los seis años de su gobierno (2004-2010), otros seis
de la actual administración (2010-2016), dos más de la mini gubernatura de
transición (2016-2018), y… todavía un sexenio más, el de 2018-2024.
En efecto, de
consumarse la maquinación, un total de 20 años ininterrumpidos en... el pinche
poder.
Todo un
Maximato a la veracruzana.
Costal de
mañas, experto en el engaño y la tenebra, Fidel nunca despejó dudas. No
dio señales de quién sería el elegido después de Duarte y quién el que
culminaría la herencia maldita. Pero los niños “fieles, Jorge Carvallo y Erick
Lagos se sentían los elegidos, uno para la de dos años y el otro para la de
seis.
Sin embargo…
No todo es
miel sobre hojuelas para Fidel.
Veamos:
Hace poco más
de un mes, en la ciudad de Puebla, en un convivio intimo con empresarios
angelopolitanos y veracruzanos, la familia Herrera Borunda comentó:
-“Nos
equivocamos… era Erick”.
Los invitados
al convivio pararon de comer, hicieron a un lado tenedor y cubierto para
escuchar con atención el relato…
Ya no hubo
más.
Un manotazo
en la mesa. Y al son de un solo grito, Fidel ordenó:
“Basta,
cambiemos de tema”.
El festejo
continuó, no más política, no más lamentos familiares. Hablaron de Los
halcones, del Águila y de los Tiburones Rojos.
Por lo
pronto…
En días
pasados, el senador Héctor Yunes Landa, uno de los condenados del embrujo de
Fidel, salió muy contento de Casa Veracruz.
“Hasta
brincaba de alegría”, cuentan quienes lo vieron abordar su camioneta para
retirarse de la residencia oficial.
“Parecía niño
con juguete nuevo”, dicen otros.
Por más que
buscó no ser visto cuando entró y salió del encuentro que nunca
desmintió, el oriundo de Soledad de Doblado, no pudo escapar a los paparazis
políticos apostados en la residencia oficial, desde donde se filtró su
presencia para evidenciarlo.
Otra vez
jugando al policía chino.
Así actuó en
el proceso de selección del candidato a gobernador en 2010, cuando
también espantó a su partido con el petate del muerto. Y en el primer apretón
que recibió terminó doblegado, redimido, fingiendo demencia, abandonando a su
suerte a seguidores, amigos y simpatizantes.
Mientras el
embrujo del Cristo Negro salta a la palestra, una interrogante se expande como
reguero de pólvora:
¿Qué hablaron
Yunes y el gobernador Duarte, qué negociaron, qué se prometieron?
¿O usted qué
opina?
PD. Se ha
filtrado a muy alto nivel, de los pasillos de los Pinos, que a su retorno de su
gira por los Tuxtlas, el presidente Enrique Peña Nieto, se reunió con su amigo
inseparable Luis Videgaray: palabras más palabras menos…”Fíjate Luis que confirmé
lo de Veracruz” y las respuesta fue tajante…”Ya ves, te lo dije”…
PUNTA DE
LANZA…
EL ENEMIGO EN
CASA SIGUE HACIENDO DE LAS SUYAS.
Que no
extrañe al doctor Javier Duarte si en los próximos días todos los cobradores
que tiene encima el gobierno del estado por presuntos adeudos de hace dos y
tres años, deciden unirse para salir a manifestarse en las calles de la ciudad
de Xalapa, la capital.
Resulta que
desde la propia Secretaría de Finanzas y Planeación están corriendo la voz a
los presidentes municipales, a empresarios, comerciantes, constructores,
estudiantes universitarios, proveedores y prestadores de servicios, que el
gobierno de Veracruz sí tiene dinero para pagarles, sólo que el dinero lo
mantienen sudando cientos de miles de pesos diarios de intereses en el banco Santander.
Afirman que al mes, al módico interés del 2 por ciento, se acumulan algo así
como 1.2 millones de pesos. Carajo pues cuánta lana tienen sudando, preguntan
quienes escuchan. Un chingo, un chingo, les contestan.
Por lo tanto,
encuérense, tomen carreteras, casetas de peaje, bloqueen calles y avenidas de
ciudades importantes y…verán que rápido les pagan, les dicen. Recuerden lo que
hizo el Chiquiyunes de Boca del Río, sólo declaró a la prensa que acudiría a la
PGR a denunciar la retención de las partidas federales y en dos horas le
depositaron 34 millones de pesos, como por arte de magia les llegó el dinero
para entregárselo al alcalde panista.
Pues sí es
verdad, afirmaron algunos de los que son incitados a tomar acciones drásticas
para que les paguen.
¿Y quién es
el empleado o funcionario desleal que anda agitado el avispero de cobradores?
Que lo
investigue Vargas.
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