El presidente Felipe Calderón, no encuentra la brújula.
Y no es para menos.
A quince meses de haber tomado las riendas del país, no da señales hacia qué camino desea transitar.
Lejos de ir resolviendo problemas se le van acumulando.
Por una parte enfrenta el debilitamiento político de su partido Acción Nacional que cada vez se hunde en el ánimo de los electores del país.
Las últimas confrontaciones electorales han sido palizas completas a los candidatos del PAN, que sólo reciben el rechazo popular.
Y por el otro lado, todo se le complica con la ventaneada que le están dando a su hombre fuerte, Juan Camilo Mouriño, acusado de graves delitos que lo tienen en el filo de la navaja.
De acuerdo a información de primer nivel en nuestras manos, por no estar informado, el presidente Calderón habría sido el más sorprendido con los señalamientos de peculado y tráfico de influencias que pesan sobre el joven titular de Gobernación.
A lo anterior se le suman sus verdaderos orígenes españoles, falseados en 1994 para que cubriera legitimidad y pudiera ser diputado federal de la misma legislatura, donde tuvo la fortuna de coincidir con el también diputado Felipe Calderón.
Despachar en Bucareli, no se debe a que haya tenido una trascendente carrera política, o que sea un zorro mañoso y experimentado en buscar los acuerdos que el país exige.
El único mérito para ser el responsable de la secretaría de estado más importante de la presidencia de la República, es su incuestionable cercanía con el mandatario mexicano.
Siempre he dicho que la política no es de afectos, sino de resultados, y en los escasos setenta días que lleva en el cargo, Juan Camilo no ha dado una.
Por lo que muchos pronostican como inminente la salida de Gobernación del llamado “hombre fuerte” del presidente quien, en el pecado del nombramiento llevó la penitencia.
Calderón cometió el mismo error que Ernesto Zedillo cuando llevó a Bucareli a su amigo y protegido Esteban Moctezuma Barragán.
Los dinosaurios de la oposición se lo comieron por su inexperiencia política, por lo que el delfín tuvo que tirar la toalla.
Algo similar sucede con el español Mouriño, que tiene sus días contados en Gobernación.
La salida de Juan Camilo traerá cola para Veracruz.
El principal afectado sería el todavía director del Issste Miguel Angel Yunes Linares, fuerte aspirante al gobierno de Veracruz por parte de los azules manos limpias.
La cercanía de Yunes y Mouriño se solidarizó en octubre pasado cuando éste último fuera invitado de honor en la boda del actual alcalde de Boca del Río, chiqui-yunes.
Tan bien se la pasó Camilo en tierras jarochas, que cuentan agarró una borrachera de todo ese fin de semana, además de tener “servicio completo” en una suite de un hotel de la zona costera propiedad de los Ruiz Ortíz
Pero de octubre a la fecha, la “amistad” parece haber dado un giro de 360 grados.
Pese a todas las tempestades huracanadas en el gobierno calderonista, Yunes Linares no pierde el tiempo, él esta metido en lo suyo.
Sus amigos los panistas del estado, encabezados por su marioneta el Pipo Vázquez, trabajan en torno a su candidatura del 2010.
Al choleño no le quita el sueño la corriente que dirigen su exalíado Buganza y Julen Rementería, con la que buscan apoderarse de la dirigencia estatal del PAN para cerrarle la puerta a sus aspiraciones.
El enemigo público número uno del gobierno del estado, está obsesionado en la gubernatura para saciar odios y venganzas que trae atravesados desde hace quince años.
Auditar con lupa la administración del gobernador Fidel Herrera y encontrar elementos para encarcelarlo, es seguramente, lo que más desea en el mundo.
Como el niño pobre que quiere un juguete caro.
Y todo por unos “chismes” en torno a la vida privada de doña Sonia.
Alejandro Vázquez opera para que Enrique Cambranis sea el sucesor en el comité estatal del PAN.
No permitirá que la iglesia quede en manos de Lucero.
Aún cuando se desligó de él públicamente, el exdiputado Cambranis es garantía de sumisión y confianza para que Yunes logre el capricho de convertirse en el candidato del PAN en el 2010.
Germán Martínez, el líder nacional del panismo, ordenó al Pipo buscar la unidad en el partido, misma que se quedará esperando.
Ninguno de los dos grupos tienen planes de claudicar.
Pero el más peligroso es el que controla el político del Issste.
Temperamental e incendiario como lo califican muchos, Yunes es capaz de todo si llegaran a “comerle” a su delfín Cambranis.
Quienes le ofrecen la mesa puesta, están a tiempo de arrepentirse.
¿O usted qué opina?
Y no es para menos.
A quince meses de haber tomado las riendas del país, no da señales hacia qué camino desea transitar.
Lejos de ir resolviendo problemas se le van acumulando.
Por una parte enfrenta el debilitamiento político de su partido Acción Nacional que cada vez se hunde en el ánimo de los electores del país.
Las últimas confrontaciones electorales han sido palizas completas a los candidatos del PAN, que sólo reciben el rechazo popular.
Y por el otro lado, todo se le complica con la ventaneada que le están dando a su hombre fuerte, Juan Camilo Mouriño, acusado de graves delitos que lo tienen en el filo de la navaja.
De acuerdo a información de primer nivel en nuestras manos, por no estar informado, el presidente Calderón habría sido el más sorprendido con los señalamientos de peculado y tráfico de influencias que pesan sobre el joven titular de Gobernación.
A lo anterior se le suman sus verdaderos orígenes españoles, falseados en 1994 para que cubriera legitimidad y pudiera ser diputado federal de la misma legislatura, donde tuvo la fortuna de coincidir con el también diputado Felipe Calderón.
Despachar en Bucareli, no se debe a que haya tenido una trascendente carrera política, o que sea un zorro mañoso y experimentado en buscar los acuerdos que el país exige.
El único mérito para ser el responsable de la secretaría de estado más importante de la presidencia de la República, es su incuestionable cercanía con el mandatario mexicano.
Siempre he dicho que la política no es de afectos, sino de resultados, y en los escasos setenta días que lleva en el cargo, Juan Camilo no ha dado una.
Por lo que muchos pronostican como inminente la salida de Gobernación del llamado “hombre fuerte” del presidente quien, en el pecado del nombramiento llevó la penitencia.
Calderón cometió el mismo error que Ernesto Zedillo cuando llevó a Bucareli a su amigo y protegido Esteban Moctezuma Barragán.
Los dinosaurios de la oposición se lo comieron por su inexperiencia política, por lo que el delfín tuvo que tirar la toalla.
Algo similar sucede con el español Mouriño, que tiene sus días contados en Gobernación.
La salida de Juan Camilo traerá cola para Veracruz.
El principal afectado sería el todavía director del Issste Miguel Angel Yunes Linares, fuerte aspirante al gobierno de Veracruz por parte de los azules manos limpias.
La cercanía de Yunes y Mouriño se solidarizó en octubre pasado cuando éste último fuera invitado de honor en la boda del actual alcalde de Boca del Río, chiqui-yunes.
Tan bien se la pasó Camilo en tierras jarochas, que cuentan agarró una borrachera de todo ese fin de semana, además de tener “servicio completo” en una suite de un hotel de la zona costera propiedad de los Ruiz Ortíz
Pero de octubre a la fecha, la “amistad” parece haber dado un giro de 360 grados.
Pese a todas las tempestades huracanadas en el gobierno calderonista, Yunes Linares no pierde el tiempo, él esta metido en lo suyo.
Sus amigos los panistas del estado, encabezados por su marioneta el Pipo Vázquez, trabajan en torno a su candidatura del 2010.
Al choleño no le quita el sueño la corriente que dirigen su exalíado Buganza y Julen Rementería, con la que buscan apoderarse de la dirigencia estatal del PAN para cerrarle la puerta a sus aspiraciones.
El enemigo público número uno del gobierno del estado, está obsesionado en la gubernatura para saciar odios y venganzas que trae atravesados desde hace quince años.
Auditar con lupa la administración del gobernador Fidel Herrera y encontrar elementos para encarcelarlo, es seguramente, lo que más desea en el mundo.
Como el niño pobre que quiere un juguete caro.
Y todo por unos “chismes” en torno a la vida privada de doña Sonia.
Alejandro Vázquez opera para que Enrique Cambranis sea el sucesor en el comité estatal del PAN.
No permitirá que la iglesia quede en manos de Lucero.
Aún cuando se desligó de él públicamente, el exdiputado Cambranis es garantía de sumisión y confianza para que Yunes logre el capricho de convertirse en el candidato del PAN en el 2010.
Germán Martínez, el líder nacional del panismo, ordenó al Pipo buscar la unidad en el partido, misma que se quedará esperando.
Ninguno de los dos grupos tienen planes de claudicar.
Pero el más peligroso es el que controla el político del Issste.
Temperamental e incendiario como lo califican muchos, Yunes es capaz de todo si llegaran a “comerle” a su delfín Cambranis.
Quienes le ofrecen la mesa puesta, están a tiempo de arrepentirse.
¿O usted qué opina?
No hay comentarios:
Publicar un comentario