domingo, 9 de marzo de 2008

LAS GRANDES BONDADES DE FIDEL

Desearía no escribir más de corrupción, tráfico de influencias y enriquecimientos inexplicables, prácticas diarias en la era del Fidelismo.
Pero nada cambia, todo sigue igual.
Algunos de los pillos han abandonado el gobierno estatal sumamente multimillonarios, locos de contentos con su cargamento.
Y con la venia del señor, llegan otros con el mismo objetivo, saquear el dinero del pueblo.
El doble discurso continúa escuchándose todos los días.
Pareciera que retrocedimos y nos quedamos estancados en los años setenta, cuna del populismo, labia y declaraciones de papel.
En Veracruz, en la era Fidelista, continúa gobernándose para beneficiar a los amigos personales, nunca buscando obtener resultados que beneficie a las grandes mayorías.
Prevención y Readaptación Social, al igual que tránsito y transporte, es otra de las gallinas de oro de la actual administración.
Todo director que llega con una mano adelante y otra atrás, sale con su futuro económico asegurado, dueño de ranchos ganaderos, majestuosas mansiones y abultadas cuentas bancarias.
Así arribó Cirilo Rincón Aguilar, a manejar los 23 Ceresos del estado, proveniente de una Oficialía mayor de la procuraduría de justicia, obsoleta e improductiva.
Y se fue bien forrrado, hasta con el cariño de dos o tres palmadas en el hombro izquierdo por parte de su amigo de juventud, el gobernador Fidel Herrera Beltrán.
Claro, las muestras de afecto del mandatario hacia Cirilo, no fueron por haber realizado un excelente papel como titular de Prevención, sino haciéndole saber que está enterado de todos los negocios realizados al interior de las cárceles.
Que iban desde la venta de preliberaciones a reos que no eran merecedores a ese beneficio, hasta el cobro de cuotas especiales por las celdas de lujo climatizadas, pasando también por hacerse el ciego en la venta de estupefacientes.
Los presuntos Centros de Readaptación Social, estrenan director.
Desde hace unas semanas, José Luis Arcos Jiménez, es el nuevo responsable de las cárceles veracruzanas.
Es un abogado especializado en asuntos agrarios, tema que representa una utopía en estos tiempos en nuestro país.
No reúne el perfil para el cargo, pero tiene experiencia en la materia, conoce las entrañas de los grandes negocios en la vida penitenciaria.
Su gran virtud que le abrió las puertas al servicio del gobierno estatal, es ser amigo personal del mandatario estatal.
Se conocieron hace muchos años en la Facultad de Derecho de la Universidad Veracruzana.
Siempre estuvo al servicio del oriundo de Nopaltepec, en algunas de las veces que Fidel fue diputado federal.
Las influencias del entonces diputado federal lograron mantenerlo en cargos estratégicos donde se planeaban los fraudes electorales, al lado de Rafael Lam Muñoz, el del Registro Federal de Electores y de Ramiro Novelo.
Fueron varios años los que Arcos Jiménez estuvo en cursos intensivos sobre mapachería electoral.
En algún momento, Fidel y José Luis tuvieron diferencias, por lo que éste último, cambió de camiseta, poniéndose a las órdenes de otro viejo conocido, Dante Delgado Rannauro, para quien operó varias de las campañas políticas del partido Convergencia, propiedad del alvaradeño.
Puso a práctica su experiencia en todos los trucos y artimañas para cambiar los resultados de una elección.
No le resultaron.
Nunca ganó unos comicios, pero si se quedó con la mayor parte del presupuesto electoral que recibía.
Al paso de los años logra reconciliarse con Herrera Beltrán.
En los tres primeros años de gobierno que late con fuerza, se mantuvo alejado de los reflectores, operando en asuntos políticos de interés fidelista.
Durante la campaña municipal de Adrián Avila Estrada, único chino que tiene como amigo Fidel, se le vio muy activo. Pero volvió a perder.
Como no logró destacar en el liderazgo político, de última hora don José Luis Arcos Jiménez, decidió entrarle al negocio de la tierra, habló con el que manda, y le dio luz verde.
Así se da a la tarea de crear una organización social, de esas muchas dedicadas a extorsionar a los necesitados de un terreno donde construir su humilde vivienda.
Como es tanto el amor a Dante Delgado, Arcos Jiménez, a su membrete para robar incautos puso de nombre, Veracruzanos Unidos por Veracruz, A.C.
Para mantenerlo ocupado Fidel Herrera, autorizó le entregaran a su Asociación Civil, la jugosa cantidad de 100 lotes de la Reserva Vergara y Tarimoya, de 172 hectáreas, propiedad del gobierno estatal, localizada en el puerto jarocho, y en la que algunos diputados como Carolina Gudiño, también tienen su dotación de tierra para beneficiar a sus amigos y familiares.
Con dichos terrenos de más de 100 metros cuadrados, José Luis, y otros lidercillos protegidos por la Fidelidad, se han dedicado a estafar a la gente humilde, exigiéndoles dinero dizque para la tramitología burocrática en el Instituto de la Vivienda.
Es así como gracias a medrar con la gente pobre, el señor Arcos Jiménez, se ganó la dirección de Prevención y Readaptación Social.
Que no salga el gobernador con que no conocía su historial, porque él mismo ordenó darle esos lotes a su organización.
¿Qué más falta por ver en la era del Fidelismo?
¿Usted qué opina?

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