Cada día me sorprende más mi amigo el gobernador de Veracruz.
Treinta y tantos años de ver cómo se mueve en los recovecos de la política… y todavía no termino de conocerlo.
Principalmente cuando sale a la palestra con sus cuates y amigos de la prensa a tocar temas públicos lacerantes, y cuyos remedios de saliva que propone para combatirlos, terminan siendo una burla para el pueblo veracruzano.
La mañana de ayer jueves antes de volar a Palacio Nacional al encuentro de Seguridad Pública, el mandatario estatal se sacó de la manga las frases del día.
Dijo que en materia de seguridad “la sociedad ya no puede tolerar más discursos y acusaciones”.
Coincido, al menos por esta vez, con el gobernador Herrera…urge efectividad en las acciones de las autoridades, ya no para ganarle a los malos, al menos siquiera buscar empatársela.
Lo que preocupa y decepciona a la ciudadanía es que las declaraciones de Fidel sólo sean parte del doble discurso que acostumbra vociferar, cuando se encuentra en medio de los reporteros a su servicio.
Y no se trata de un invento…Los archivos periodísticos están llenos de populismo y promesas incumplidas a lo largo de la administración Fidelista.
A su llamado enérgico de “ya basta de discursos” en materia de seguridad, Fidel debe agregarle el cáncer de la corrupción que llegó para quedarse y mantiene contaminado su gobierno.
Porque para nadie es un secreto que el gobernador de Veracruz, al igual que su amigo el presidente Calderón, también ha gobernado la entidad colocando en los principales cargos a puros cuates y amigos.
Y como le espetó el senador priísta Manlio Fabio Beltrones a Calderón… así no se puede gobernar.
Los resultado de dirigir un estado como Veracruz con una partida de incondicionales y aduladores, están a la vista de la opinión pública.
El sexenio de la Fidelidad ha sido también una fábrica de nuevos millonarios, a pesar que “la sociedad ya no soporta tampoco más discursos y acusaciones sobre las raterías de los funcionarios al servicio del estado”.
Pero lo más grave de la corrupción en el gabinete que late con fuerza, es que los principales asaltantes del erario estatal son los miembros de una nueva camada de jóvenes políticos impulsados por el propio gobernador.
Recuerdo un artículo publicado en un diario xalapeño firmado por el propio Fidel, en el que orgulloso comentó ser el padre de esa nueva clase política que arribaría al poder…”Con ellos tengo una alianza indestructible”, dijo.
Se sabe hoy que esa promesa de talentos es conocida como la “Pandilla Juvenil de la Fidelidad”, en la que también hay pillos con fuero constitucional, pero todos son protegidos por el manto de la impunidad.
Sus principales integrantes son bien conocidos por el estigma fidelista…Jorge Carvallo, Salvador Manzur, Alberto Silva Ramos, Antonio Gómez Anel, Julio Cerecedo, Erick Lagos Hernández, Carolina Gudiño, Pepín Ruiz, Raúl Zarrábal, y Ricardo Landa, alias el Gato Modorro.
De alguno de ellos son públicas sus fechorías.
Del subsecretario de gobierno, el gato modorro, se comenta que dentro de su riqueza acumulada a corto plazo es propietario de un rancho de 30 hectáreas ubicado en el municipo de Actopan, en el que tiene una cuadra de finos caballos de carrera, de los conocidos pura sangre, de un cuarto de milla, con valor de más de un millón de pesos.
Jorge Carvallo Delfín, es muy conocido por los empresarios de la construcción…lo identifica su inseparable portafolios color negro que repleta de la cuota del diezmo por las obras cedidas a través de concursos de licitación amañados…su fortuna, dicen es incalculable.
Salvador Manssur, el de los ingresos de todas las oficinas de Hacienda del estado, es otro acaudalado de la Fidelidad que derrocha el dinero público en su precampaña por la diputación federal en Boca del Río.
Carolina Gudiño, ha enloquecido de poder desde que asumió la presidencia del Congreso…buscó acomodar a toda su familia en la alcaldía del puerto de Veracruz y como Jon Rementeria la paró en seco, hoy, en venganza, busca desbaratarlo políticamente.
El Pepín Ruiz, convertido en legislador por influencias familiares del gobernador, además de fresa y arrastrado, es un verdadero ignorante de nuestra constitución, porque él lo desea quiere quitarle la no retroactividad a los delitos cometidos antes de su legislación.
Del diputado Zarrábal, los informes que recibe Fidel es que se la pasa visitando los antros de Boca del Río buscando damiselas de la noche.
En suma, esas son las promesas Fidelistas, representantes del futuro del estado que sólo late para ellos.
Es la estirpe de una nueva Pandilla.
¿Acaso no merecen los veracruzanos mejor suerte?
¿O usted qué opina?
Treinta y tantos años de ver cómo se mueve en los recovecos de la política… y todavía no termino de conocerlo.
Principalmente cuando sale a la palestra con sus cuates y amigos de la prensa a tocar temas públicos lacerantes, y cuyos remedios de saliva que propone para combatirlos, terminan siendo una burla para el pueblo veracruzano.
La mañana de ayer jueves antes de volar a Palacio Nacional al encuentro de Seguridad Pública, el mandatario estatal se sacó de la manga las frases del día.
Dijo que en materia de seguridad “la sociedad ya no puede tolerar más discursos y acusaciones”.
Coincido, al menos por esta vez, con el gobernador Herrera…urge efectividad en las acciones de las autoridades, ya no para ganarle a los malos, al menos siquiera buscar empatársela.
Lo que preocupa y decepciona a la ciudadanía es que las declaraciones de Fidel sólo sean parte del doble discurso que acostumbra vociferar, cuando se encuentra en medio de los reporteros a su servicio.
Y no se trata de un invento…Los archivos periodísticos están llenos de populismo y promesas incumplidas a lo largo de la administración Fidelista.
A su llamado enérgico de “ya basta de discursos” en materia de seguridad, Fidel debe agregarle el cáncer de la corrupción que llegó para quedarse y mantiene contaminado su gobierno.
Porque para nadie es un secreto que el gobernador de Veracruz, al igual que su amigo el presidente Calderón, también ha gobernado la entidad colocando en los principales cargos a puros cuates y amigos.
Y como le espetó el senador priísta Manlio Fabio Beltrones a Calderón… así no se puede gobernar.
Los resultado de dirigir un estado como Veracruz con una partida de incondicionales y aduladores, están a la vista de la opinión pública.
El sexenio de la Fidelidad ha sido también una fábrica de nuevos millonarios, a pesar que “la sociedad ya no soporta tampoco más discursos y acusaciones sobre las raterías de los funcionarios al servicio del estado”.
Pero lo más grave de la corrupción en el gabinete que late con fuerza, es que los principales asaltantes del erario estatal son los miembros de una nueva camada de jóvenes políticos impulsados por el propio gobernador.
Recuerdo un artículo publicado en un diario xalapeño firmado por el propio Fidel, en el que orgulloso comentó ser el padre de esa nueva clase política que arribaría al poder…”Con ellos tengo una alianza indestructible”, dijo.
Se sabe hoy que esa promesa de talentos es conocida como la “Pandilla Juvenil de la Fidelidad”, en la que también hay pillos con fuero constitucional, pero todos son protegidos por el manto de la impunidad.
Sus principales integrantes son bien conocidos por el estigma fidelista…Jorge Carvallo, Salvador Manzur, Alberto Silva Ramos, Antonio Gómez Anel, Julio Cerecedo, Erick Lagos Hernández, Carolina Gudiño, Pepín Ruiz, Raúl Zarrábal, y Ricardo Landa, alias el Gato Modorro.
De alguno de ellos son públicas sus fechorías.
Del subsecretario de gobierno, el gato modorro, se comenta que dentro de su riqueza acumulada a corto plazo es propietario de un rancho de 30 hectáreas ubicado en el municipo de Actopan, en el que tiene una cuadra de finos caballos de carrera, de los conocidos pura sangre, de un cuarto de milla, con valor de más de un millón de pesos.
Jorge Carvallo Delfín, es muy conocido por los empresarios de la construcción…lo identifica su inseparable portafolios color negro que repleta de la cuota del diezmo por las obras cedidas a través de concursos de licitación amañados…su fortuna, dicen es incalculable.
Salvador Manssur, el de los ingresos de todas las oficinas de Hacienda del estado, es otro acaudalado de la Fidelidad que derrocha el dinero público en su precampaña por la diputación federal en Boca del Río.
Carolina Gudiño, ha enloquecido de poder desde que asumió la presidencia del Congreso…buscó acomodar a toda su familia en la alcaldía del puerto de Veracruz y como Jon Rementeria la paró en seco, hoy, en venganza, busca desbaratarlo políticamente.
El Pepín Ruiz, convertido en legislador por influencias familiares del gobernador, además de fresa y arrastrado, es un verdadero ignorante de nuestra constitución, porque él lo desea quiere quitarle la no retroactividad a los delitos cometidos antes de su legislación.
Del diputado Zarrábal, los informes que recibe Fidel es que se la pasa visitando los antros de Boca del Río buscando damiselas de la noche.
En suma, esas son las promesas Fidelistas, representantes del futuro del estado que sólo late para ellos.
Es la estirpe de una nueva Pandilla.
¿Acaso no merecen los veracruzanos mejor suerte?
¿O usted qué opina?
No hay comentarios:
Publicar un comentario