PRIMERA PARTE
Increíble pero sucede.
La saciedad por dinero quita las máscaras a los falsos políticos enriquecidos con su doble lenguaje.
Y la caña veracruzana es unificación de esos intereses partidistas que la clase política capitaliza en riqueza mal habida.
Los priístas, panistas, perredistas y convergentes, pueden discernir y nunca ponerse de acuerdo en temas de beneficios populares en los que no puedan obtener tajadas qué llevarse a sus bolsillos.
Pero en asuntos que representen jugosos negocios para ellos, siempre encontrarán un punto de acuerdo.
Apenas mencionó el gobernador Fidel Herrera su interés por destinar dinero del Fideicomiso de la Bursatilización del impuesto vehicular al rescate de los productores cañeros, y la fracción del PAN en el Congreso local, a través del diputado choriqueso, hizo fiesta diciendo que apoyaría su iniciativa.
No es para menos.
La caña de azúcar representa para los políticos veracruzanos, un tesoro escondido entre matorrales; negocio que los une, al grado que los hace olvidar sus diferencias de colores.
Así como los 22 ingenios instalados en territorio estatal significan el 40 por ciento de la producción de azúcar nacional, el mismo 40 por ciento de los políticos de Veracruz son destacados productores de caña.
Salvo raras excepciones, dicho porcentaje de políticos del estado tienen centenares de hectáreas sembradas de la graminea, la gran mayoría a nombre de familiares para evitar la sentencia pública.
El gobernador Fidel Herrera, en la cuenca del Papaloapan; Dante Delgado y Gerardo Buganza, en la región de Córdoba, Arturo Herviz, en Cabada y Lerdo, y Miguel Ángel Yunes Linares, en la zona de Tierra Blanca y Tres Valles…por mencionar a políticos importantes, son algunos de los que, sin trabajar la tierra, reciben millonarios beneficios, cuando el gobierno federal sale a rescatarlos por la caída de los precios del endulzante.
Mencionaré dos ejemplos para ilustrar mi ilustración:
El 3 de septiembre de 2001, siendo presidente Vicente Fox, disfrazó con “expropiación” salvar de la presunta bancarrota a los industriales del azúcar, incluídos a los productores de la caña.
El señor de Guanajuato destinó millonarios recursos del erario público para entregárselos a los dueños de los ingenios, en los que desde luego se encontraban prominentes empresarios considerados distinguidos miembros del Partido Acción Nacional.
Hasta el año 2005, antes que la Suprema Corte de Justicia de la Nación resolviera en 2006 como institucional el decreto expropiatorio de Fox, el costo económico para la federación era del orden de los 15 mil 591 millones de pesos, según cifras de la Auditoría Superior de la Federación.
Tres años después, no importándole al gobierno calderonista esa simulación Foxista que muy caro le salió al pueblo, el pasado 3 de septiembre del año en curso, anunció un nuevo “rescate financiero” de los 57 ingenios del país.
Con bombo y platillo, el presidente Felipe Calderón declaró que para “compensar” a productores ante la caída de los precios del azúcar, su administración destinará 1,600 millones de pesos, además de otros fondos privados del orden de 2 mil 200 millones de pesos.
Juren ustedes amables lectores, que los pillos de la producción cañera y azucarera, se frotaron las manos por la nueva miel que en millones de pesos recibirán en los próximos días, gracias a las bondades del gobierno manos limpias.
En el país los estados cañeros son Campeche, Colima y Quintana Roo, con un ingenio; Morelos, Tamaulipas, Puebla, Nayarit y Chiapas, con 2; Sinaloa, Tabasco y Michoacán, 3; Oaxaca y San Luis Potosí, 4, Jalisco, 6, y Veracruz con 22.
Como se observa, el estado Fidelista lleva mano en número de ingenios azucareros, y por lo tanto las prebendas son más cuantiosas.
Desde que era senador de la república Fidel Herrera disfrutaba que lo llamaran como “el parlamentario cañero” que, al igual que el perredista Arturo Herviz, se ufanaba en decirse “defensor” de las causa de los productores de caña, cuando en realidad velan por los grandes y millonarios intereses que tienen en ese rubro.
Muchos empresarios en el negocio del azúcar, ubican al gobernador del estado como notable propietario de varios ingenios en la entidad, ubicados en la zona de Cardel, Córdoba y Martínez de la Torre.
Tal vez a eso se deba su interés anunciado de inyectarle a los ingenios veracruzanos, recursos provenientes de la bursatilización vehicular.
Aunque para muchos su deseo represente sólo una cortina de humo para desviar dinero a las precampañas políticas de sus candidatos a diputados federales.
Exdirigentes cañeros resentidos por la ingratitud de Fidel que nunca le cumplió su promesas, aseguran que durante su campaña de 2004 le entregaron más de 500 millones de pesos.
Por lo que no dudan que ante el cierre de la llave calderonista, Fidel desesperado busque vías alternas para desviar los recursos. CONTINUARA.
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