A partir de ayer lunes la Magna subió tres centavos; la Premium cuatro y el diesel cinco centavos.
Parecerían insignificantes los incrementos por tratarse de simples centavos, pero no es así. En lo que va del año el alza ya rebasó el 5 por ciento en cada una de las gasolinas, mientras que el precio del diesel se fue a las nubes al sumar 11 por ciento el aumento total.
Y ahora viene lo peor.
Como ha sucedido siempre, se espera otra nueva escalada en los precios de los artículos de primera necesidad que consume el sufrido pueblo mexicano.
Los incrementos en las gasolinas y el diesel sólo vienen a demostrar la desesperación del gobierno calderonista que sigue a la deriva y no termina de acomodarse.
A juzgar por los hechos, es evidente el desorden político, financiero y de seguridad pública que enfrenta la nueva administración federal surgida del Partido Acción Nacional.
Por un lado los analistas y expertos en políticas económicas se cuestionan el porqué de la debacle del gobierno del Presidente Felipe Calderón, al realizar ajustes en las gasolinas cuando el baril de petróleo mexicano ha alcanzado los precios internacionales más elevados en su historia.
Y por el otro, se observan también los tropiezos sumados en materia de seguridad pública. La pelea contra el crimen organizado se va perdiendo pese a que muchos hogares de militares y policías federales se han vestido de luto.
Lo que sí queda claro es que el problema de la administración del michoacano sigue siendo el mismo que propició su antecesor Vicente Fox y que nunca quiso frenar…el exagerado y exorbitante gasto corriente.
A lo anterior se le suman los escalofriantes sueldos y compensaciones de los funcionarios cercanos al poder del presidente Calderón.
Y como si todavía no fuera suficiente el saqueo a las arcas de la nación, habría que considerar las partidas especiales que a través de la Secretaría de Desarrollo Social y otras muchas dependencias federales más, se desvían para promoción política del Partido Acción Nacional.
El huésped en turno de la residencia oficial de Los Pinos por medio de su vocero oficial Germán Martínez Cázares, advirtió que “van con todo en la elección federal del 2009”.
Y es con inyecciones de los recursos de los programas sociales, con los que buscan revivir un partido moribundo y muerto en vida por las palizas electorales que ha recibido en las últimas elecciones en los estados.
Con encuestas amañadas pagadas con el erario federal pretenden posesionar a un PAN que ya cayó de la gracia del electorado mexicano.
El saqueo insultante del dinero público en el sexenio foxista abrió los ojos a esos millones de mexicanos que en 2000 sufragaron por el PAN soñando con las promesas del gobierno del cambio.
De la elección de julio de 2006, persisten las dudas sobre los resultados presidenciales, y acorde con ello, pareciera que existe en el país un vacío de poder, ante la ausencia de orden y decisión en la aplicación de políticas que fortalezcan al régimen calderonista.
No hay para cuando pueda despegar el barco del llamado gobierno de los manos limpias.
No se avizoran mejores tiempos para la economía mexicana.
Al contrario, el panorama luce negro e incierto para los millones de familias en pobreza extrema.
Y con los aumentos mensuales a las gasolinas y el diesel qué más falta por ver.
Ahora que inventará el gobierno federal para aliviar la desgastada economía de los hogares pobres del país.
Esperemos que no sea otra jalada como esa de la disminución de precios en artículos chatarra o enlatados.
¿O usted qué opina?
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