LA TRAGEDIA DEL FOLKLORE FIDELISTA

Veracruz, otra vez en medio del agua.
La tragedia sigue acompañando a un sector de veracruzanos, quienes nuevamente lo perdieron todo a causa de las lluvias.
Y lo más grave es que el gobierno del estado no tiene tela de dónde cortar para ir en rescate de esas miles de familias damnificadas.
Ante la falta de dinero, la Fidelidad se encuentra maniatada para dar respuesta y atención inmediata a quienes viven momentos de dolor y desolación, al haberse quedado sin nada.
Lo único que escuchan en estos momentos son promesas de saliva de sus gobernantes, cuya incompetencia la escudan en decir que la intensidad de las afectaciones causadas corresponden a casi “tres huracanes”.
Pero mientras para los afectados es tristeza, desesperación e impotencia, para otros es motivo de alegría por el negocio que representan.
Con esta nueva desgracia, el secretario de Protección Civil del gobierno Fidelista, podría estar de plácemes.
Y no es para menos.
“A río revuelto, ganancia de pescadores”.
Las cinco mil viviendas afectadas, los 23 puentes destruídos y los daños a la agricultura y ganadería, son motivo de alegría para las autoridades del estado, en virtud que buscarán que toda esa región sea declarada zona de desastre por la Secretaría de Gobernación.
Y con ello esperar los recursos provenientes del Fondo Nacional para atender los desastres nacionales, mejor conocido como el FONDEN.
Carlos Bayo, el exdirector del FONDEN en el gobierno de Vicente Fox, y actual funcionario del gobierno estatal, y Ranulfo Márquez, deben estar frotándose las manos por el pastelote que representan las afectaciones de los torrenciales aguaceros de las últimas 72 horas en la zonas sur y norte de la entidad.
La experiencia de los meteoros no miente, principalmente porque el manejo de los apoyos federales para atender las contingencias ha dejado sembrada la duda de la honestidad en su aplicación.
Desde octubre de 2005, cuando Stan tocó tierras veracruzanas, quedó a descubierto la forma en que los recursos bajados a la administración estatal fueron desviados para actividades políticas.
El gobierno Foxista, teniendo a Carlos Bayo como el encargado de recibir, aceptar y aprobar las peticiones de rescate de daños que dejaban los huracanes, las tormentas tropicales y los frentes fríos que azotaban territorio estatal, le autorizó, le autorizó al gobernador Fidel Herrera “todos los recursos financieros que pedía.
Muchas veces hasta el privilegio de no aportar los soportes técnicos del recuento de las afectaciones le fue permitido.
Es del dominio público y está plenamente comprobado por la federación, que la mayor parte de los recursos autorizados para atender a la población damnificada, nunca llegaron a su destino.
Los apoyos en especie como despensas, láminas de cartón, cobertores y enseres domésticos fueron “ embodegados” por parte de las autoridades Fidelistas para ser usados en actividades de proselitismo del gobierno estatal y del Partido Revolucionario Institucional.
Mientras que la parte correspondiente en dinero para construir viviendas y carreteras, y apoyar a ganaderos y productores, a tres años de distancia siguen sin aterrizar.
La edificación de cientos de casas quedó abandonada en diversos municipios del norte, sur y centro del estado; al gobierno se le acabó el parque destinado para este rubro, y nunca se ha dado una explicación en qué cuenta bancaria de los funcionarios de la Fidelidad, quedó la bolita.
El gobierno calderonista cambió las reglas del FONDEN y le cerró las llaves del billete al gobierno que late con fuerza, lo que ha traído una guerra de papel y saliva entre el estado y la federación.
Y pese a que el propio gobernador Herrera subió de tono sus reclamos al régimen del presidente Felipe Calderón, continúa la cerrazón en Los Pinos a soltarle el efectivo a Veracruz sin antes documentar lo que sus autoridades piden.
No sería extraño que en las próximas horas el tío Fide anuncie que enviará a sus muchachos del Congreso local una modificación en la aplicación de los recursos de la Bursatilización del impuesto de la tenencia vehicular, para invertirlos en ayuda a los veracruzanos en emergencia.
Total, el Fideicomiso que administra esa captación, tiene más de 2 mil 85 millones de pesos, según su secretario técnico, Jorge Carvallo Delfín, el operador estrella del gobernador en el bajo mundo de los negocios de dudosa procedencia.
Pero que los invierta ya en ayuda de esos veracruzanos en desgracia, antes que se terminen en pagos de convenios televisivos, como el firmado hace no más de tres semanas con una empresa capitalina que, según se filtró fue superior a los 100 millones de pesos, por publicidad de los cuatro últimos meses que restan al 2008.
El contrato se estrenó con el evento al músico y poeta Agustín Lara, y le siguió el Acuerdo por la Seguridad, firmado el pasado martes en el Museo del Transporte en la capital jalapeña.
¡Que siga la fiesta del derroche en imagen personal!
¿O usted qué opina?