Sigue saliendo pus entre los panistas.
Y no hay medicina que cure la pudedumbre de un partido político que continúa hundiéndose en el descrédito popular que, sin lugar a dudas, lo llevará otra vez al fracaso electoral en Veracruz el próximo año.
Los veracruzanos simpatizantes y seguidores recalcitrantes del Partido Acción Nacional que aún sueñan con ver el resurgimiento de su instituto político, son sorprendidos todos los días con las noticias de los grandes negocios, la corrupción y el tráfico de influencias que acompañan las acciones de los distinguidos guías del PAN.
Pero el PAN en Veracruz parece estar en fase terminal; la voracidad de sus principales actores por el poder y el billete lo aniquilan lentamente sin piedad alguna, y lejos de curarle las heridas cancerosas, parecen estar decididos en darle el tiro de gracia.
No se salva nadie; alcaldes y exalcaldes, diputados locales y federales y hasta funcionarios calderonistas se encargan de ir cavando la tumba de su partido en el país; las palizas electorales que recibió en 2008 a lo largo y ancho de la república son el mejor testimonio del desastre que enfrenta el PAN bajo la batuta de Germán Martínez Cázares.
En el estado de Veracruz son bien conocidos los militantes blanquiazules convertidos en verdugos de su propio partido al descubrírseles que están usándolo de rehén para sus intereses personales.
Las nóminas municipales de los ayuntamientos que siguen todavía en sus manos son el refugio de amigos, secretarios privados, compadres, esposas y amantes de exalcaldes y diputados, quienes ordenan a los ediles en funciones que les asignen salarios de 10 mil pesos para arriba a sus “recomendados”.
Y hasta en los municipios que ya no administra el PAN también tienen metida su cuchara.
Veracruz puerto, que durante 13 años significó la Joya de la Corona para el panismo estatal, es uno de los ayuntamientos en el que han sido colocados decenas de ”pilotos aviadores” a petición de los hombres del PAN que ejercen poder en el estado. Y lo extraño es que fueron aceptados por el actual presidente municipal Jon Rementería Sempé.
Dos de los principales explotadores de la base aviadora azul son el exmunícipe Julen Rementería, actual director de Carreteras del gobierno federal y el diputado local Marco Antonio Núñez, bautizado con el mote de El Choriqueso por su pasado reciente cuando en las rancherías de Santa Fe y San Julián, descalzo o en chanclas, vendía queso y longaniza gritando por las calles.
Para poder entender lo que sucede en la nómina de la tesorería jarocha, hay que recordar que Jon es primo hermano de su antecesor Julen Rementería, de quien dicen “apostó por el triunfo de su pariente” negociando impunidad para su ejercicio municipal, y debe tenerse presente que El Choriqueso es creación personal de Julen, lo hizo regidor en su administración y luego lo impulsó en la lista para las diputaciones plurinominales, logrando una curul, gracias a la vergonzante derrota electoral sufrida por el PAN en septiembre pasado donde sólo ganó dos escaños por la vía del voto.
Por lo pronto, el tráfico de poder de Julen y su compadre Núñez en el ayuntamiento del primo, ha desatado un nuevo escándalo panista.
La lista es larga, pero ya empezaron a filtrarse los nombres de sus “recomendados”, algunos sí trabajan pero los muchos no.
Un ejemplo lo representa la propia esposa del Choriqueso, Rosario Ramos Reyes, asignada en el departamento de Servicios Generales, cobrando 4 mil 455 pesos quincenales bajo recibos que llevan el número 43879.
Otra caso es el de Susana Merlene García, asistente personal del Choriqueso cuando fue regidor, y quien cobra 10 mil pesos bajo la clave 2619398.
Uno más es el de María Luisa López, tía del Choriqueso, con clave 26030020 y ganando 15 mil 668 en el departamento de la Tenencia de la Tierra.
Y son muchos más, entre los que destacan esposos y esposas de exfuncionarios de Julen Rementería, y uno que otro familiar de la gente del Secretario General del CDE del PAN, Herman Ortega.
Lo anterior es un ejemplo de la forma en que trabajan los panistas veracruzanos que obsesivamente quieren apoderarse del gobierno del estado de Veracruz.
Se dicen “manos limpias” simulando honestidad y transparencia, cuando ya enseñaron sus garras.
Tan uñas que resultaron, entonces a quién buscan espantar con el petate del muerto.
¿O usted qué opina?
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