¡¡SEÑORES DIPUTADOS...PAREN EN SECO A DOÑA CAROLIA!!

El Instituto Electoral Veracruzano, una vergüenza bajo la dirección de Carolina Viveros García.
El Órgano electoral del estado no sale de un escándalo cuando ya está metido en otro.
Y siempre todo se debe a la disputa por el dinero.
En los primeros meses de 2007 llamó la atención que el IEV prácticamente se declaraba en quiebra al anunciar que no tenía dinero para la organización de los comicios locales de septiembre del mismo año.
Todo palacio de gobierno y hasta los diputados locales pusieron el grito en el cielo.
Y no era para menos.
En forma increíble el IEV de doña Carolina se había gastado los 310 millones de pesos del presupuesto de 2007 en tan sólo los primeros seis meses.
Por lo que, sin recato alguno, la Consejera Presidenta solicitaba a la legislatura local ampliación presupuestal de 187 millones de pesos.
Por intervención del gobernador Fidel Herrera y para no poner en riesgo los comicios para elegir a los 50 diputados locales y a los 212 alcaldes, el Congreso del estado autorizó una partida extra de 75 millones de pesos más al IEV.
Terminado el proceso electoral del 2007, Francisco Monfort Guillén, abandona la Secretaría Ejecutiva, se dice, cansado de servir de tapadera a la licenciada Viveros en las irregularidades financieras de la institución electoral.
Al relevo llega el exconsejero electoral Rodolfo González García, paisano y amigo cercano al mandatario estatal, con lo que se dijo sería “la piedra en el zapato” para la exdirectora de la Facultad de Derecho, en la fiscalización de los recursos.
Pero la cloaca todavía no se destapaba.
Fue hasta el pasado mes de octubre cuando se descubrieron los sueldos escalofriantes en el IEV. Sobresaliendo el de la maestra Viveros por casi 180 mil pesos; desglosado mañosamente en 8 mil 347 pesos con 88 centavos como sueldo real, y el resto nada menos que por concepto de gratificación.
Curiosamente la percepción salarial de la abogada Viveros es la más alta de todos los funcionarios públicos del gobierno del estado.
Y la última gracia en el IEV, es en relación a lo que se sabe del “bono de retiro” por 200 mil pesos que recibirán los consejeros electorales, presuntamente acordado por la titular y quien, al parecer, pretende “dar marcha atrás” por la andanada de críticas al respecto.
Lo que originó molestia en los consejeros Javier Hernández Hernández, Héctor Amezcua Cardiel y Sergio Ulises Montes Guzmán, quienes en venganza han decidido revelar los malos manejos en las actas de las juntas generales para maquillar los desfalcos financieros.
Por lo visto el IEV se encuentra convertido en un cochinero financiero, donde todos los directivos hacen los que les viene en gana y hasta se dan vida de ricos despilfarrando el presupuesto en viajes de placer en los principales cruceros turísticos del país.
Es urgente que la Cámara de Diputados pare en seco a la ciudadana Consejera Presidenta y ordene la realización de una exhaustiva investigación de los recursos administrados durante su gestión.
Basta ya de simulaciones; no puede continuar solapándosele caprichos personales en tiempos de crisis económica.
O de qué privilegios goza que parece ser intocable.
¿Qué alumno suyo en la escuela de leyes es el encumbrado que la protege con el manto de la impunidad?
¿O usted qué opina?