Es el objetivo primordial de la llegada del doctor Javier Duarte al Comité de Financiamiento del tricolor.
Y no es para menos.
Por un lado el gobernador Fidel Herrera no desconoce que su administración se encuentra en la mira del PAN calderonista.
Y por el otro sabe de qué pie cojean en la sede estatal del Partido Revolucionario Institucional.
Por lo que, adelantándose a posibles acontecimientos que pudieran causarle fuertes dolores de cabeza en plenas campañas federales, decidió enviar a su principal hombre de confianza.
El doctor Duarte y Ochoa tendrá la tarea de fiscalizar cada peso que ingrese y que se gaste en el proceso electoral de los 21 candidatos a diputados federales, de los que él también formará parte como aspirante por el distrito de Córdoba.
La llegada del todavía Secretario de Finanzas del gobierno Fidelista al PRI estatal, es un mensaje claro y determinante del gobernador Fidel Herrera a quienes ya se frotaban las manos imaginando los grandes negocios que realizarían.
Es una advertencia del mandatario que no permitirá en Veracruz la intromisión de factores extraños, que contaminen la jornada proselitista y electoral de los comicios intermedios del 2009.
Fidel sabe que los ojos de la federación a través del Partido Acción Nacional, estarán bien puestos en los apoyos que su gobierno pudiera darle a los candidatos del PRI y la Fidelidad por Veracruz.
Bien dicen que “cría fama y échate a dormir”; o no mates un perro porque ya eres “mataperros”…
Y esa es la imagen que del tío Fide tienen los agonizantes panistas de Germán Martínez Cázares.
No olvidan que en el último proceso en Veracruz, el gobernador y su instituto político les dio hasta por debajo de la lengua, apoderándose de 28 de las 30 diputaciones locales y arrebatándoles las principales alcaldías del estado, entre ellas, la del puerto jarocho, que durante 13 años representó para el PAN la joya de la corona.
Como resistencia de consolación el PAN del Pipo Vázquez y socios, salió a decir que “el blanquiazul había sido víctima de una elección de estado, en la que no descartaban dinero del narcotráfico”.
Nunca aportaron pruebas de su grave señalamiento, ni tampoco las exigieron los defensores del Fidelismo; pero no se duda que en la próxima contienda los azules vuelvan con el mismo cuento del petate del muerto…O al menos que tengan su guardadito muy bien armado.
¿O serán capaces de llegar a la calumnia sin sustento como lo hicieron en septiembre de 2007?
En las elecciones federales del 2009, el PAN está urgido de triunfos que le den en San Lázaro la oportunidad de maniobra al presidente Calderón en la última mitad de su mandato; o si no, al menos retener la mayoría simple que hoy tiene con sus 206 legisladores, contra los 123 del PRI con los Verdes Ecologistas y los 160 del PRD con PT y Convergencia, que juntos, han tirado las iniciativas de los Pinos.
Es posible que a estas alturas el mandatario veracruzano no desestime ninguna acción del adversario político de su partido, sea legal o prefabricada; como zorro en esa actividad no pasa por alto que se avecinan peores tormentas electorales de las que haya salido vencedor.
Por ello no se dará el lujo de “confiar a ciegas en la presunta lealtad de la dirigencia del tricolor”, que se observa, está prendida de alfileres.
En Veracruz sólo hay un hombre por el que Fidel mete las manos al fuego.
O que alguien me diga qué otra finalidad tiene la llegada del doctor Duarte al PRI, que no sea la de cuidar la transparencia financiera.
¿O usted qué opina?
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