Sin lugar a dudas, amarga será la cena de fin de año para el gobernador de Veracruz.
Embriago de poder, Fidel nunca imaginó despedir 2008 en medio de barruntos de tempestad amenazando su gobierno.
El político de Nopaltepec no tendrá sabor de boca para deleitar y agasajarse con el caviar o el bacalao noruego y los vinos españoles que estarán esta noche en la mesa familiar.
Podrá fingir demencia como acostumbra para mostrar alegría y paz interior, pero nada será igual al festejo navideño de los primeros tres años de gobierno.
Fidel, ya no es el mismo.
En las escasas cuatro horas que logra dormir cada día, sufre de pesadillas; ve demonios que lo persiguen con las siglas PGR y SIEDO.
Bien dicen que no hay felicidad eterna; menos en política, que todo es cuestión de tiempos y de ritmos.
Todo caminaba bien para el mandatario estatal hasta el primer semestre del año que hoy miércoles concluye.
Ejercía su encargo de gobernar Veracruz como todo un dictador latinoamericano; emulando a presidentes como Alberto Fujimori de Perú o Augusto Pinochet de Chile, pero también inspirado en el alemán Adolfo Hitler y su ideólogo Joseph Goebbles, autor de “repite mil veces la misma mentira y la convertirás en verdad”.
Sin embargo, usar la administración estatal como negocio personal o patrimonio particular, muy caro le está resultando a mi buen amigo el tío Fide.
Largo es el recuento de daños causados en sus primeros cuatro años de mandato estatal; ocuparía yo páginas completas para escribir lo negro del negro Fidel.
Pero todo se sintetiza en corrupción, sobornos y abuso del poder.
La llegada de Fidel Herrera al gobierno del estado el 1 de diciembre de 2004, representó para el pueblo veracruzano la continuación ampliada del régimen alemanista.
Agobiado por los años, Miguelito Alemán Velasco, no salió del aire acondicionado y para evitar la fatiga dejó gobernar a su chofer Montano, quien ignorante en la materia, dejó que amigos y turistas defeños traídos a Veracruz, saquearan las finanzas estatales.
En cambio, Fidel, aplicó su estilo personal del todólogo o el llanero solitario para gobernar.
Desde el nombramiento del más alto funcionario de su gabinete hasta los conserjes de palacio, tenían que ser autorizados por el tío Fide.
A todos prohibió hacerse publicidad en medios de comunicación.
Instruyó a La Beba Galván que nadie más que él saldría en televisión, donde compra espacios a precios millonarios para mostrar el lado amable de Fidel, parecido a lo que hizo Fujimori con la conductora Laura Bozzo.
Gastarse el dinero de las contribuciones de los veracruzanos en cultivar y edificar su imagen en los medios de comunicación afines a sus intereses, no fue todo.
El arribo de Fidel al poder estatal significó hacer de la administración pública, verdaderas escuelas de corrupción, de la fantasía y la simulación.
El arte de la política cambió por el abuso de autoridad, el influyentismo, la amenaza y el engaño.
Fidel ha corrompido a todos los actores políticos del estado.
Empresarios, constructores, dirigentes, maestros, amas de casa, vendedores estudiantes y hasta editores y periodistas se han convertido, primero en víctimas, y luego en cómplices de la Fidelidad.
Desde luego que los más afortunados han sido los comunicadores sumisos al Fidelismo.
Mientras que a los demás sectores, como el constructor, sufre el infierno para que les paguen las obras realizadas, asignadas después de caerse con el diezmo reglamentario por adelantado, los dueños de periódicos, radiodifusoras, gerentes de televisoras y reporteros, viven la gloria en el sexenio de Fidel Herrera.
No hay mercachifle autollamado “periodista” que no conduzca camioneta del año en cualquier región del estado, obsequiada presuntamente por el “buena gente del gobernador Herrera Beltrán”.
En el puerto jarocho son identificables los mercenarios de la información que como regalo navideño, recibieron lujosos vehículos.
Aún cuando corre el rumor que esos agraciados del “huésped distinguido de palacio de gobierno, son los mismos que aparecen en una larga lista de “reporteros” que cobraban en la nómina secreta que tenía el narcotraficante El Java, detenido la semana pasada por el ejército en la ciudad de Veracruz.
Indudablemente el tema de la inseguridad pública y la infección y operación de grupos del crimen organizado en el estado, es la piedra en el zapato para el gobernador de la entidad.
Crímenes sin resolver, secuestros, levantones y desapariciones cometidos en tierras veracruzanas, forman parte de los expedientes secretos X que estarían por desempolvarse en la PGR y en la SIEDO, por la presunta complicidad del gobierno estatal.
Más que las deudas millonarias que tiene su gobierno, lo que le preocupa a Fidel, es la amenaza de las fuerzas judiciales del calderonismo.
Esmerarse en lanzarle flores al presidente Calderón, son síntomas evidentes de los escalofríos del miedo que sienten en palacio estatal.
Y no es para menos.
De acuerdos a informes de primer nivel, la constitución política del estado de Veracruz, abierta en las páginas que hablan del gobernador sustituto, se encuentra en un lujoso escritorio de una importante dependencia federal.
Y qué necesidad había de llegar a esos extremos.
Pero Fidel perdió el piso.
¿O usted qué opina?
martes, 30 de diciembre de 2008
NOCHES DE INSOMNIO Y SOLEDAD…
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