Las aguas están revueltas en Veracruz.
Y causantes de esa marejada son conocidos funcionarios que han simulado rasgarse las vestiduras por la Fidelidad.
El control político pareciera estar fuera de control del gobernador Fidel Herrera, después del zipizape con los diputados panistas en el Congreso local.
De tal forma que personajes como el secretario de Gobierno Reynaldo Escobar, manifiestan rebeldía a las decisiones del tío Fide.
Al acaudalado licenciado en derecho Gaudencio Escobar, le han notificado que terminaron sus días al frente de la Secretaría de Gobierno; que la deuda por los votos que espeta, sirvieron a Fidel para ganar la guberntaura en el 2004, fue pagada y bien retribuida con la riqueza obtenida en los cuatro años.
Cuando el fin de semana pasado, el gobernador Herrera pidió a sus funcionarios que “renuncien sus colaboradores que estén cansados o se hayan llenado”, fue mensaje entre líneas para algunos integrantes de su gabinete que, como Escobar Pérez, son inmensamente ricos; fortuna que desde luego no pueden comprobar jamás que la hayan obtenido antes de llegar al gobierno estatal el 1 de diciembre de 2004.
Porque riquezas de la noche a la mañana, no la obtienen aprendices de coyotes como el señor Escobar Pérez.
Haber llegado a la Secretaría de Gobierno de la administración Fidelista, “es lo mejor que me ha pasado en la vida, decía don Reynaldo Gaudencio”; según cuentan meseros que lo escucharon del hotel ubicado frente al zócalo en el puerto jarocho, donde solía adorar al dios baco acompañado de colaboradores suyos y algunos premios nacionales de periodismo, dueños de mansiones, regaladas por gobernadores del pasado, y a quienes privilegia con enviarles jugosas partidas mensuales, en gratitud a sus páginas de elogio en sus periódicos.
Aparecer una vez por semana como el “gran político salvador de Fidel Herrera en la elección del 2004” hizo perder el piso a Reynaldo, de pronto creyó ser el todopoderoso del gabinete estatal, en todo metía la cuchara, y en todo tenía que intervenir el gobernador para resarcir daños al gobierno estatal.
Reynaldo, por su aportación de votos como alcalde Xalapa, siempre creyó tener al gobernador agarrado de las orejas, y que después de la Secretaría de Gobierno, merecía la candidatura del PRI en el 2010.
Sin embargo, la lealtad de Escobar Pérez al tio Fide, siempre ha estado en tela duda para muchos actores políticos.; principalmente por su relación de sangre con el panista Alejandro Pipo Vázquez Cuevas.
El Pipo y su tío Reynaldo, ante la opinión pública siempre han aparentado odios y resentimientos.
Otras versiones aseguran que comen en la misma mesa, y que juntos han planeado los ataques y agresiones al gobierno Fidelista, esos que los ciudadanos conocen, como el del pasado lunes en la legislatura estatal.
Y no es para menos concluir que el señor Escobar traicione al gobernador Herrera.
No olvidemos que Reynaldo, era un don nadie, al que no se le paraban ni las moscas en su despacho frente al parque Juárez.
Conoció las mieles de la política gracias a Dante Delgado, a quien traicionó.
En Consecuencia…
La falta de respeto a la investidura del mandatario estatal el lunes en el Congreso, no se olvida con el café que juntos tomaron ayer Héctor Yunes Landa y el Pipo Alejandro Vázquez Cuevas, presuntamente para “olvidar agravios”.
El show de los diputados panistas el lunes en la legislatura local, fue un acto premeditado para agredir al gobernador y minimizar su mensaje en el que hablaría de la obra pública realizada durante sus cuatro años de mandato.
¿Hasta dónde tuvo que ver el secretario de Gobierno, pariente del orquestador de los diputados del PAN?
Su renuncia le ha sido solicitado, a cambio, se especula, de una diputación federal.
Contestó que declinaría; que él quiere ser candidato a gobernador.
¿Hasta dónde está enterado de los negocios Fidelistas, que muestra rebeldía?
¿ O usted qué opina?
Y causantes de esa marejada son conocidos funcionarios que han simulado rasgarse las vestiduras por la Fidelidad.
El control político pareciera estar fuera de control del gobernador Fidel Herrera, después del zipizape con los diputados panistas en el Congreso local.
De tal forma que personajes como el secretario de Gobierno Reynaldo Escobar, manifiestan rebeldía a las decisiones del tío Fide.
Al acaudalado licenciado en derecho Gaudencio Escobar, le han notificado que terminaron sus días al frente de la Secretaría de Gobierno; que la deuda por los votos que espeta, sirvieron a Fidel para ganar la guberntaura en el 2004, fue pagada y bien retribuida con la riqueza obtenida en los cuatro años.
Cuando el fin de semana pasado, el gobernador Herrera pidió a sus funcionarios que “renuncien sus colaboradores que estén cansados o se hayan llenado”, fue mensaje entre líneas para algunos integrantes de su gabinete que, como Escobar Pérez, son inmensamente ricos; fortuna que desde luego no pueden comprobar jamás que la hayan obtenido antes de llegar al gobierno estatal el 1 de diciembre de 2004.
Porque riquezas de la noche a la mañana, no la obtienen aprendices de coyotes como el señor Escobar Pérez.
Haber llegado a la Secretaría de Gobierno de la administración Fidelista, “es lo mejor que me ha pasado en la vida, decía don Reynaldo Gaudencio”; según cuentan meseros que lo escucharon del hotel ubicado frente al zócalo en el puerto jarocho, donde solía adorar al dios baco acompañado de colaboradores suyos y algunos premios nacionales de periodismo, dueños de mansiones, regaladas por gobernadores del pasado, y a quienes privilegia con enviarles jugosas partidas mensuales, en gratitud a sus páginas de elogio en sus periódicos.
Aparecer una vez por semana como el “gran político salvador de Fidel Herrera en la elección del 2004” hizo perder el piso a Reynaldo, de pronto creyó ser el todopoderoso del gabinete estatal, en todo metía la cuchara, y en todo tenía que intervenir el gobernador para resarcir daños al gobierno estatal.
Reynaldo, por su aportación de votos como alcalde Xalapa, siempre creyó tener al gobernador agarrado de las orejas, y que después de la Secretaría de Gobierno, merecía la candidatura del PRI en el 2010.
Sin embargo, la lealtad de Escobar Pérez al tio Fide, siempre ha estado en tela duda para muchos actores políticos.; principalmente por su relación de sangre con el panista Alejandro Pipo Vázquez Cuevas.
El Pipo y su tío Reynaldo, ante la opinión pública siempre han aparentado odios y resentimientos.
Otras versiones aseguran que comen en la misma mesa, y que juntos han planeado los ataques y agresiones al gobierno Fidelista, esos que los ciudadanos conocen, como el del pasado lunes en la legislatura estatal.
Y no es para menos concluir que el señor Escobar traicione al gobernador Herrera.
No olvidemos que Reynaldo, era un don nadie, al que no se le paraban ni las moscas en su despacho frente al parque Juárez.
Conoció las mieles de la política gracias a Dante Delgado, a quien traicionó.
En Consecuencia…
La falta de respeto a la investidura del mandatario estatal el lunes en el Congreso, no se olvida con el café que juntos tomaron ayer Héctor Yunes Landa y el Pipo Alejandro Vázquez Cuevas, presuntamente para “olvidar agravios”.
El show de los diputados panistas el lunes en la legislatura local, fue un acto premeditado para agredir al gobernador y minimizar su mensaje en el que hablaría de la obra pública realizada durante sus cuatro años de mandato.
¿Hasta dónde tuvo que ver el secretario de Gobierno, pariente del orquestador de los diputados del PAN?
Su renuncia le ha sido solicitado, a cambio, se especula, de una diputación federal.
Contestó que declinaría; que él quiere ser candidato a gobernador.
¿Hasta dónde está enterado de los negocios Fidelistas, que muestra rebeldía?
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