Amenazar con el petate del muerto, empieza a funcionarle al Partido Acción Nacional en Veracruz.
Sólo bastó una declaración mediática de sus dirigentes, para que el gobernador Fidel Herrera se pusiera a temblar y diera marcha atrás en el nombramiento del doctor Javier Duarte, como fiscalizador financiero en el PRI estatal.
Lo que podría interpretarse como señales de debilidad en el gobierno del estado, a consecuencia de la auto-anunciada “guerra sucia” que dice el tío Fide, iniciarán en su contra fuerzas federales distintas a su partido.
Y en consecuencia, esa virtual amenaza, empieza a causar estragos en el mandatario veracruzano.
No encuentro otra lectura para entender la renuncia del doctor Duarte a la presidencia de la Comisión de Fiscalización y Presupuesto del PRI, que no sea la del miedo y el temor del gobernador a los blanquiazules.
El sábado seis de diciembre Javier rindió protesta y siete días después, dimitía al cargo honorífico en el tricolor, a causa del señalamiento de los panistas que salieron a decir que “el arribo de Duarte era para desviar recursos del gobierno a los candidatos del PRI en el 2009”.
Sin elementos para tal aberración, no dejan de ser blasfemias de advenedizos ignorantes del arte de la política; y lamentablemente el gobernador cae en el juego.
Nadie ignora que las huestes calderonistas andan desesperadas; el partido agoniza y para la jornada electoral del primer domingo de 2009, prácticamente tiene firmada su declaratoria de muerte política.
El instituto político del presidente Felipe Calderón no tiene nada qué poder ofrecer a la ciudadanía en los comicios intermedios; su cosecha de fracasos electorales durante todo 2008, lo sitúan como el partido con tendencias a la baja.
Tan sólo durante este año, el PAN perdió más de dos millones de votos en las elecciones en los estados, de los que obtuvo en la jornada electoral de julio de 2006, de la que resultara vencedor en los tribunales Calderón Hinojosa.
En lo que respecta a la entidad gobernada por el PRI de Fidel Herrera, los últimos sondeos de opinión señalan que el “PAN nada tiene que hacer en el escenario de los próximos comicios federales”; corre el riesgo de sufrir otra paliza en las urnas ante el partido tricolor.
Por lo que, los dirigentes del PAN no tienen otra salida que no sea la denostación; conforme transcurra el trabajo proselitista irán subiéndole de tono a sus críticas; será parte de lo que se ha llamado “la guerra sucia” contra el gobernador Herrera.
Sin embargo el `político de Nopaltepec, debe sentirse tranquilo y en paz consigo mismo; no tiene a qué temerle, porque en Veracruz, durante su gobierno…
“El que la hecho, la ha pagado”.
La administración de la Fidelidad no tiene pendientes en ninguno de los rubros de gobierno.
En seguridad pública, comunicaciones, desarrollo social, carreteras, tránsito y transporte, agricultura, protección civil, educación, procuración de justicia, y en materia penitenciaria, todo es miel sobre hojuelas.
Marcos Theurel, Silvia Domínguez, Silvio Lagos, Homero Gamboa, Juan García, Ranulfo Márquez, Victor Arredondo, Salvador Mikel y Samuel Juárez, resultaron blancas palomitas que cumplen a cabalidad el encargo que les fue conferido, y por ello continuarán en el gabinete estatal en el último tercio del mandato.
¿O acaso alguien tiene elementos jurídicos para poner en tela de duda el desempeño y honradez de los colaboradores del gobernador?
Fidel es de los gobernantes que gustan estar informados de la conducta de sus colaboradores; conoce cómo se las gastan en el quehacer público, si cometieron algún delito en el ejercicio de su deber, el mandatario no lo ignora.
Y si hay alguien en Veracruz que la haya hecho y no la esté pagando, es motivo suficiente para armar una embestida feroz contra el que la deba.
No tanto porque al presidente Calderón le interese la estricta aplicación de la ley contra los corruptos o mafiosos, en su partido sobran, sino por razones políticas que el pueblo veracruzano no ignora.
Por lo pronto, ceder a chantajes del Comité estatal del PAN que pedía la salida del doctor Duarte del PRI, deja muy mal parado a amigo el gobernador.
Despierta dudas y suspicacias los motivos reales que tuvo para tambalearse antes del inicio de la contienda 2009.
Los panistas lo han acusado de todo y siempre respondió con honor…ahora nada mas levantaron la voz, y Fidel calla y se arrodilla.
Si en el 2010 le piden entregar la gubernatura…
¿También aceptará?
Ojos vemos, delitos no sabemos.
¿O usted qué Opina?
Sólo bastó una declaración mediática de sus dirigentes, para que el gobernador Fidel Herrera se pusiera a temblar y diera marcha atrás en el nombramiento del doctor Javier Duarte, como fiscalizador financiero en el PRI estatal.
Lo que podría interpretarse como señales de debilidad en el gobierno del estado, a consecuencia de la auto-anunciada “guerra sucia” que dice el tío Fide, iniciarán en su contra fuerzas federales distintas a su partido.
Y en consecuencia, esa virtual amenaza, empieza a causar estragos en el mandatario veracruzano.
No encuentro otra lectura para entender la renuncia del doctor Duarte a la presidencia de la Comisión de Fiscalización y Presupuesto del PRI, que no sea la del miedo y el temor del gobernador a los blanquiazules.
El sábado seis de diciembre Javier rindió protesta y siete días después, dimitía al cargo honorífico en el tricolor, a causa del señalamiento de los panistas que salieron a decir que “el arribo de Duarte era para desviar recursos del gobierno a los candidatos del PRI en el 2009”.
Sin elementos para tal aberración, no dejan de ser blasfemias de advenedizos ignorantes del arte de la política; y lamentablemente el gobernador cae en el juego.
Nadie ignora que las huestes calderonistas andan desesperadas; el partido agoniza y para la jornada electoral del primer domingo de 2009, prácticamente tiene firmada su declaratoria de muerte política.
El instituto político del presidente Felipe Calderón no tiene nada qué poder ofrecer a la ciudadanía en los comicios intermedios; su cosecha de fracasos electorales durante todo 2008, lo sitúan como el partido con tendencias a la baja.
Tan sólo durante este año, el PAN perdió más de dos millones de votos en las elecciones en los estados, de los que obtuvo en la jornada electoral de julio de 2006, de la que resultara vencedor en los tribunales Calderón Hinojosa.
En lo que respecta a la entidad gobernada por el PRI de Fidel Herrera, los últimos sondeos de opinión señalan que el “PAN nada tiene que hacer en el escenario de los próximos comicios federales”; corre el riesgo de sufrir otra paliza en las urnas ante el partido tricolor.
Por lo que, los dirigentes del PAN no tienen otra salida que no sea la denostación; conforme transcurra el trabajo proselitista irán subiéndole de tono a sus críticas; será parte de lo que se ha llamado “la guerra sucia” contra el gobernador Herrera.
Sin embargo el `político de Nopaltepec, debe sentirse tranquilo y en paz consigo mismo; no tiene a qué temerle, porque en Veracruz, durante su gobierno…
“El que la hecho, la ha pagado”.
La administración de la Fidelidad no tiene pendientes en ninguno de los rubros de gobierno.
En seguridad pública, comunicaciones, desarrollo social, carreteras, tránsito y transporte, agricultura, protección civil, educación, procuración de justicia, y en materia penitenciaria, todo es miel sobre hojuelas.
Marcos Theurel, Silvia Domínguez, Silvio Lagos, Homero Gamboa, Juan García, Ranulfo Márquez, Victor Arredondo, Salvador Mikel y Samuel Juárez, resultaron blancas palomitas que cumplen a cabalidad el encargo que les fue conferido, y por ello continuarán en el gabinete estatal en el último tercio del mandato.
¿O acaso alguien tiene elementos jurídicos para poner en tela de duda el desempeño y honradez de los colaboradores del gobernador?
Fidel es de los gobernantes que gustan estar informados de la conducta de sus colaboradores; conoce cómo se las gastan en el quehacer público, si cometieron algún delito en el ejercicio de su deber, el mandatario no lo ignora.
Y si hay alguien en Veracruz que la haya hecho y no la esté pagando, es motivo suficiente para armar una embestida feroz contra el que la deba.
No tanto porque al presidente Calderón le interese la estricta aplicación de la ley contra los corruptos o mafiosos, en su partido sobran, sino por razones políticas que el pueblo veracruzano no ignora.
Por lo pronto, ceder a chantajes del Comité estatal del PAN que pedía la salida del doctor Duarte del PRI, deja muy mal parado a amigo el gobernador.
Despierta dudas y suspicacias los motivos reales que tuvo para tambalearse antes del inicio de la contienda 2009.
Los panistas lo han acusado de todo y siempre respondió con honor…ahora nada mas levantaron la voz, y Fidel calla y se arrodilla.
Si en el 2010 le piden entregar la gubernatura…
¿También aceptará?
Ojos vemos, delitos no sabemos.
¿O usted qué Opina?
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