Reynaldo Madruga Picazo, cumplió ayer sus primeros 12 meses de trabajo al frente del Tribunal Superior de Justicia de Veracruz, y la tan cacareada reforma judicial, no termina de aterrizar.
En el Poder Judicial estatal continúan prevaleciendo los mismos vicios del pasado; las mismas prácticas de corrupción, donde la justicia es ciega y se vende al mejor postor.
Los jueces confabulados con Agentes del Ministerio Público siguen convertidos en los implacables verdugos de inocentes y en los grandes cómplices de los dueños del dinero, en los que se incluye a políticos corruptos, jefes policiacos, empresarios y a jefes de bandas delictivas, que sueltan cañonazos de 50, 100 o 200 mil pesos… dependiendo el sapo es la pedrada.
Todos ellos, privilegiados de la ley, y protegidos con el manto de la impunidad.
En cuanto a las condiciones materiales de los juzgados estatales, están para llorar, son deprimentes y dan vergüenza; es el contraste del lujo, la comodidad y el aire acondicionado del lugar donde magistrados, tentados también por la corrupción, muchas veces modifican y revierten sentencias a favor del poderoso o delincuente.
En suma…
Justicia pronta y expedita sin distingos de estratos sociales, es todavía un sueño imposible de alcanzar en Veracruz, el estado en el cual se dice… “el que la hace la paga”.
¿Cuál es la excusa del señor magistrado-presidente Madruga Picazo ante las promesas y logros no alcanzados?
Antes de asumir la titularidad del Poder Judicial, don Reynaldo argumentaba que la cloaca en la que se encontraba sumergido el aparato de justicia del estado, se debía a la falta de dinero para rescatarlo y de paso reformarlo para dignificar la aplicación de la ley.
El problema era el billete… por lo que, el gobernador Fidel Herrera, haciendo suyo el reclamo social que demandaba ponerle fin a la corrupción y a componendas en la aplicación de la ley, ordenó darle mil millones de pesos de presupuesto al Poder Judicial en el primer año de labores del presidente Madruga.
Cantidad bastante superior a la manejada por René Poblete Dolores, en su último año al frente del Poder Judicial (2007).
¿Y dónde están los resultados?
Se gastaron los mil millones de pesos… y nada ha cambiado.
Y como premio al fracaso se autorizaron otros 150 millones de pesos más a derrochar durante el 2009.
Ahora el pastel es de mi 150 millones de pesos.
Mientras…La reforma al Poder Judicial duerme en cualquier escritorio; era el instrumento jurídico que, entre otras cosas, proponía barrer todas las viejas y nuevas ratas escondidas, tanto en el moderno edificio del Tribunal Superior de Justicia, como en las ruinas a punto de derrumbarse donde funcionan los juzgados de Veracruz.
Por lo tanto, seguirá pisoteándose el estado de derecho; las oficinas públicas estarán llenas de verdaderos hampones financieros, y los delincuentes del crimen organizado andarán libres causando atrocidades en las calles, y a las cárceles llegarán nuevos inocentes…aquellos que no tienen dinero, influencias, amigos ni compadres políticos.
Existen indicios y señalamientos que desde la propia secretaría particular de la Presidencia del Poder Judicial, se amarran los grandes negocios, en los que el producto exclusivo que se vende, es la ley.
Tomando como referencia lo anterior…
Yo me pregunto:
¿Cuál fue el trabajo que gobernadores, alcaldes, diputados, magistrados, jueces y agentes del MP, realizaron en cada entidad en los 100 días del Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Justicia y la legalidad?
Es el mismo, el del encubrimiento, el que sirvió para que el presidente Calderón no tuviera nada exitoso qué informar a los mexicanos desesperados por la violencia.
¿O usted qué opina?
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