El fantasma de la crisis ronda seriamente en las oficinas del gobierno fidelista.
No hay dinero.
El viejo edificio de la Secretaría de Finanzas; está convertido en un cementerio.
Días antes, cientos de hombres y mujeres, venidos de todas partes de la entidad, abarrotaban, las oficinas del anterior secretario Javier Duarte Ochoa, hoy precandidato a diputado federal.
Líderes, empresarios, contratistas y hombres de negocios, acudieron apresurados, para solicitar sus pagos correspondientes.
La triste verdad; es que a la mera hora, todo fueron promesas, hasta que llegó el día en que Duarte entregó sus oficinas, sus mas cercanos colaboradores, la anoche anterior sacaron sus pertenencias, dejando sus escritorios vacíos.
Grande fue la sorpresa; para proveedores y acreedores.
Ya no había nadie quien pudiera darles respuestas a sus reclamos.
Ahora ya hay un nuevo secretario: Salvador Sánchez, a quien desde luego le toca bailar con la más fea.
Las arcas están vacías.
No llegan los recursos.
Los directores de administración de las secretarías de despacho, son los que están viviendo horas cruciales.
Y no es para menos.
El gobernador Herrera, sabe la triste realidad que está viviendo internamente su administración, en donde desde luego, no escapa la forma arbitraria de cómo se manejaron los recursos de los contribuyentes veracruzanos.
El tío Fide trata sacar de su chistera; el milagro que le permita conciliar el sueños; muchas son las broncas que se tienen en puerta y todas, giran alrededor del dinero.
El político cuenqueño hizo grandes compromisos, en todos los órdenes, ahora llegada la hora de la verdad, el gobernador no encuentra una ruta de escape, que le permita huir de los acreedores y de los reclamos, de personajes siniestros y peligrosos.
Tal vez, los aceleres del mandatario y sus ansias locas de novillero, por figurar en la carrera por la candidatura presidencial, ha sido el motivo principal de los grandes errores de cálculo político, de quien debía tener el temple de la serenidad y la prudencia.
Y entender que la política es de tiempos y de ritmos.
Ahora de nada vale, su mal humor y carácter agrio, mismo que el día de ayer no pudo ocultar en el puerto de Veracruz.
Fidel, no ha entendido, que los textos servidores que le siguen muy de cerca, solo son bufones, que se le tiran al piso, acostumbrados al chayote y al cochupo y que creen, que sus “brillantes columnas”, representan una corriente seria de opinión ciudadana.
Estos gatilleros de la pluma; solo sirven a sus muy particulares intereses… y si Fidel lo duda; ahí tiene los resultados, en breve ya estarán a las órdenes, de quien pague mejor y también que tenga futuro político.
¿O usted qué opina?
martes, 10 de febrero de 2009
INCERTIDUMBRE FIDELISTA.
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