¿Qué futuro político espera al gobernador de Veracruz?
Es la pregunta de propios y extraños al observar en lo que está convertida la entidad bajo el gobierno de Fidel Herrera.
Muchos apuestan doble contra sencillo que no terminará su mandato; otros aseguran que concluyendo su sexenio sufrirá la misma suerte que el exgobernador de Quintana Roo, Mario Villanueva Madrid.
Las familias que perdieron algún ser querido víctima de la violencia; los empresarios, industriales y comerciantes agraviados por el vacio de poder en Veracruz que permitió el asentamiento de bandas delictivas que los extorsionan, condenan la administración Fidelista, y no desean otro gobierno igual, de simulaciones y mentiras.
Hasta quiénes fueron sus colaboradores en diversas secretarías de despacho y direcciones del gobierno estatal, tienen echada la suerte de Fidel Herrera a la inevitable ley del karma. Haber sido despedidos en los primeros años del sexenio lo consideran una muestra de ingratitud del tío Fide.
Pero no hubo marcha atrás, Fidel convertido en poderoso gobernador, determinó no requerir más de los servicios de los verdaderos amigos que tuvo y que tanto lo ayudaron cuando, con una mano adelante y otra atrás, sin dinero y el estómago vacio, llegó a la ciudad de Xalapa.
Traicionó Fidel a quiénes abrieron las puertas de sus hogares para ofrecerle un techo dónde vivir y un taco qué llevarse a la boca. Uno de los benefactores del cuenqueño, el ingeniero de la Miyar, se fue a la tumba llevándose ese resentimiento al enterarse de la “renuncia de su hija a la SEDESMA, obligada y presionada por el propio gobernador Herrera”.
Y así como Leonor, salieron del gobierno Fidelista todos aquellos que de una u otra forma se quitaron la camiseta y apostaron al futuro político de Fidel Herrera.
Hasta Gustavo Souza Escamilla, el “brother de toda la vida de Fidel”, sintió el látigo del desprecio de su compadre, quien lo cesó de la Secretaría de Turismo que le había creado en honor a la amistad de siempre. Hoy el buen Tavo lucha por su vida en un centro de especialidades médicas de Houston Texas; recibe visitas y llamadas telefónicas de sus amigos cercanos, pero de Fidel, nada, ni siquiera palabras de aliento.
Por actitudes como las arriba escritas, todos los ex colaboradores y ex amigos de Fidel muestran resentimientos profundos que llegan al odio y a las maldiciones, y que no terminan en buenos deseos para el joven gobernante veracruzano.
Y no son para menos esos piropos recriminatorios que hacen en contra del político de Nopaltepec.
Sin embargo, a los que hoy se sienten agraviados, que sirva de consuelo que no son los primeros ni serán los últimos que muerdan el polvo de la traición de quien mal dirige los destinos de Veracruz desde el pasado 1 de diciembre de 2004.
Engañar, ilusionar, engatusar, falsear, prometer y extorsionar, son las máximas de los 34 años de quehacer político de Fidel Herrera.
Su lista de traiciones es grande, larga y extensa.
Otro que también murió maldiciendo haber conocido y apoyado a Herrera Beltrán fue Roberto Palacios Solís, alias el Gallo, amigo y compañero del MOCEV, quien como Presidente de la Junta Federal de Mejoras Materiales de Acapulco, en el estado de Guerrero, aguantó vara y pagó con cárcel el delito de Fraude que Fidel había cometido.
El Gallo Palacios, esperó la ayuda de Fidel, pero éste lo abandonó a su suerte.
Qué no decir de su traición al entonces gobernador de Veracruz Patricio Chirinos Calero; de su complicidad con Miguel Alemán Velasco para saquear las finanzas estatales; de su manto protector y maridaje con el crimen organizado; de su embaucamiento a los dirigentes de las organizaciones cañeras para chingarles el dinero, como el caso de los productores del Ingenio El Modelo, en el que andan bailando 460 millones de pesos, de los cuales 150 se los dieron para su campaña del 2004.
Qué no mencionar de los grandes negocios que realiza y que con prestanombres opera Hoteles de Lujo en los principales centros turísticos del país; de sus inversiones en empresas graneleras en el recinto portuario de Veracruz; de los periódicos de su propiedad y de los que serán editados próximamente, uno de estos en Tierra Blanca con tecnología de punta.
Y qué no mencionar del incremento de su riqueza en los últimos cuatro años, se habla que ya superó los 65 millones de dólares, cuando apenas en agosto de 2005 al asumir el gobierno estatal su patrimonio alcanzaba los 145 millones de pesos. Es decir hoy tiene cuatro veces más.
Quien hoy día se espante, alarme o moleste por una agarrada de pendejo de Fidel, simple y llanamente no conoce cómo se las gasta el negro de la Cuenca.
Su historial político ha sido tenebroso y forjado en la mentira, simulación y siempre fingiendo demencia para olvidar compromisos, y también para ocultar pasajes obscuros de sus primeros pasos en el servicio público.
Fidel se enorgullece de sus raíces y su pobreza familiar. Resalta que “para entender a los que tienen hambre, hay que haberla sentido”.
Pero nunca habla de su ingreso el 1de marzo 1971 a la entonces Dirección General de Investigaciones Políticas y Sociales (DGIPyS), dependiente de la Secretaría de Gobernación y antecesora de lo que después sería el CISEN.
Fidel tenía 22 años de edad cuando llegó a la policía política nacional invitado por el Secretario de Gobernación Mario Moya Palencia, quien lo nombró empleado Supernumerario con categoría G de dicha oficina encargada del espionaje y asignándole un salario mensual de 800 pesos.
Un dato que llama la atención es que Fidel empezó a trabajar para la DGIPyS con nombramiento respectivo una vez que terminó sus estudios en la facultad de Derecho de la UNAM, y meses antes que se diera el lamentable “Halconazo”, en el sexenio de Luis Echeverría. .
Aquellos que conocen esta parte innombrable para el gobernador de Veracruz, se atreven a asegurar que antes de “ser dado de alta por Moya Palencia en la nómina de la SG” Fidel ya trabajaba para Gobernación, y encubierto filtró mucha información secreta de los preparativos que terminaron en estallidos estudiantiles y sociales que sacudieron al país.
Cuentan que Fidel traicionó a líderes de los movimientos estudiantiles, los puso en la mira de las armas; por haber sido alumno de la UNAM confiaban en el veracruzano.
Increíble, pero cualquier acto de deslealtad y traición es posible en manos de Fidel Herrera Beltrán.
Cuántos episodios más que podrían ser sinónimo de vergüenza mantendrá ocultos el gobernador de Veracruz.
Tarde o temprano aquí los estaremos dando a conocer.
Por lo pronto el político de color, inspirado en Obama sueña ser presidente de México.
¿Usted amable lector, votaría por él?
¿O usted que opina?
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Es la pregunta de propios y extraños al observar en lo que está convertida la entidad bajo el gobierno de Fidel Herrera.
Muchos apuestan doble contra sencillo que no terminará su mandato; otros aseguran que concluyendo su sexenio sufrirá la misma suerte que el exgobernador de Quintana Roo, Mario Villanueva Madrid.
Las familias que perdieron algún ser querido víctima de la violencia; los empresarios, industriales y comerciantes agraviados por el vacio de poder en Veracruz que permitió el asentamiento de bandas delictivas que los extorsionan, condenan la administración Fidelista, y no desean otro gobierno igual, de simulaciones y mentiras.
Hasta quiénes fueron sus colaboradores en diversas secretarías de despacho y direcciones del gobierno estatal, tienen echada la suerte de Fidel Herrera a la inevitable ley del karma. Haber sido despedidos en los primeros años del sexenio lo consideran una muestra de ingratitud del tío Fide.
Pero no hubo marcha atrás, Fidel convertido en poderoso gobernador, determinó no requerir más de los servicios de los verdaderos amigos que tuvo y que tanto lo ayudaron cuando, con una mano adelante y otra atrás, sin dinero y el estómago vacio, llegó a la ciudad de Xalapa.
Traicionó Fidel a quiénes abrieron las puertas de sus hogares para ofrecerle un techo dónde vivir y un taco qué llevarse a la boca. Uno de los benefactores del cuenqueño, el ingeniero de la Miyar, se fue a la tumba llevándose ese resentimiento al enterarse de la “renuncia de su hija a la SEDESMA, obligada y presionada por el propio gobernador Herrera”.
Y así como Leonor, salieron del gobierno Fidelista todos aquellos que de una u otra forma se quitaron la camiseta y apostaron al futuro político de Fidel Herrera.
Hasta Gustavo Souza Escamilla, el “brother de toda la vida de Fidel”, sintió el látigo del desprecio de su compadre, quien lo cesó de la Secretaría de Turismo que le había creado en honor a la amistad de siempre. Hoy el buen Tavo lucha por su vida en un centro de especialidades médicas de Houston Texas; recibe visitas y llamadas telefónicas de sus amigos cercanos, pero de Fidel, nada, ni siquiera palabras de aliento.
Por actitudes como las arriba escritas, todos los ex colaboradores y ex amigos de Fidel muestran resentimientos profundos que llegan al odio y a las maldiciones, y que no terminan en buenos deseos para el joven gobernante veracruzano.
Y no son para menos esos piropos recriminatorios que hacen en contra del político de Nopaltepec.
Sin embargo, a los que hoy se sienten agraviados, que sirva de consuelo que no son los primeros ni serán los últimos que muerdan el polvo de la traición de quien mal dirige los destinos de Veracruz desde el pasado 1 de diciembre de 2004.
Engañar, ilusionar, engatusar, falsear, prometer y extorsionar, son las máximas de los 34 años de quehacer político de Fidel Herrera.
Su lista de traiciones es grande, larga y extensa.
Otro que también murió maldiciendo haber conocido y apoyado a Herrera Beltrán fue Roberto Palacios Solís, alias el Gallo, amigo y compañero del MOCEV, quien como Presidente de la Junta Federal de Mejoras Materiales de Acapulco, en el estado de Guerrero, aguantó vara y pagó con cárcel el delito de Fraude que Fidel había cometido.
El Gallo Palacios, esperó la ayuda de Fidel, pero éste lo abandonó a su suerte.
Qué no decir de su traición al entonces gobernador de Veracruz Patricio Chirinos Calero; de su complicidad con Miguel Alemán Velasco para saquear las finanzas estatales; de su manto protector y maridaje con el crimen organizado; de su embaucamiento a los dirigentes de las organizaciones cañeras para chingarles el dinero, como el caso de los productores del Ingenio El Modelo, en el que andan bailando 460 millones de pesos, de los cuales 150 se los dieron para su campaña del 2004.
Qué no mencionar de los grandes negocios que realiza y que con prestanombres opera Hoteles de Lujo en los principales centros turísticos del país; de sus inversiones en empresas graneleras en el recinto portuario de Veracruz; de los periódicos de su propiedad y de los que serán editados próximamente, uno de estos en Tierra Blanca con tecnología de punta.
Y qué no mencionar del incremento de su riqueza en los últimos cuatro años, se habla que ya superó los 65 millones de dólares, cuando apenas en agosto de 2005 al asumir el gobierno estatal su patrimonio alcanzaba los 145 millones de pesos. Es decir hoy tiene cuatro veces más.
Quien hoy día se espante, alarme o moleste por una agarrada de pendejo de Fidel, simple y llanamente no conoce cómo se las gasta el negro de la Cuenca.
Su historial político ha sido tenebroso y forjado en la mentira, simulación y siempre fingiendo demencia para olvidar compromisos, y también para ocultar pasajes obscuros de sus primeros pasos en el servicio público.
Fidel se enorgullece de sus raíces y su pobreza familiar. Resalta que “para entender a los que tienen hambre, hay que haberla sentido”.
Pero nunca habla de su ingreso el 1de marzo 1971 a la entonces Dirección General de Investigaciones Políticas y Sociales (DGIPyS), dependiente de la Secretaría de Gobernación y antecesora de lo que después sería el CISEN.
Fidel tenía 22 años de edad cuando llegó a la policía política nacional invitado por el Secretario de Gobernación Mario Moya Palencia, quien lo nombró empleado Supernumerario con categoría G de dicha oficina encargada del espionaje y asignándole un salario mensual de 800 pesos.
Un dato que llama la atención es que Fidel empezó a trabajar para la DGIPyS con nombramiento respectivo una vez que terminó sus estudios en la facultad de Derecho de la UNAM, y meses antes que se diera el lamentable “Halconazo”, en el sexenio de Luis Echeverría. .
Aquellos que conocen esta parte innombrable para el gobernador de Veracruz, se atreven a asegurar que antes de “ser dado de alta por Moya Palencia en la nómina de la SG” Fidel ya trabajaba para Gobernación, y encubierto filtró mucha información secreta de los preparativos que terminaron en estallidos estudiantiles y sociales que sacudieron al país.
Cuentan que Fidel traicionó a líderes de los movimientos estudiantiles, los puso en la mira de las armas; por haber sido alumno de la UNAM confiaban en el veracruzano.
Increíble, pero cualquier acto de deslealtad y traición es posible en manos de Fidel Herrera Beltrán.
Cuántos episodios más que podrían ser sinónimo de vergüenza mantendrá ocultos el gobernador de Veracruz.
Tarde o temprano aquí los estaremos dando a conocer.
Por lo pronto el político de color, inspirado en Obama sueña ser presidente de México.
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