Qué bajo hemos caído en Veracruz en el gobierno de la Fidelidad.
No existe la menor duda de ello.
Pero no escribiré hoy de esa incesante descomposición integral de la administración de Fidel Herrera.
Comentaré acerca del quehacer político estatal, sumergido en un lodazal sin fondo, en el que los principales actores, tanto del PRI como del PAN, exhiben sus miserias al quedarles grandes los zapatos de dirigentes partidistas.
Pleitos de comadres alborotadas y chismosas, es el que en forma vergonzante protagonizan colorados y blanquiazules.
Unos contra otros insisten en interpretar ante la opinión pública, papeles verdaderamente bochornosos, que denigran el arte de la política.
Priístas y panistas agarrados del chongo, muestran al electorado veracruzano de qué están hechos.
Como verduleras de mercado, las dirigencias estatales del Partido Revolucionario Institucional y de Acción Nacional, andan de locas arañándose, además se pican los ojos, se meten zancadillas, patadas y golpes bajos.
Todo en una lucha encarnizada de saliva, tinta y papel, y en cuyo escenario el pueblo sólo observa y sonríe a causa de tanta basura política.
Lamentablemente, es así de esa forma, denostándose y peleando como perros callejeros, como los políticos de hoy en día buscan ganarse las simpatías de la ciudadanía estatal, en especial cada vez que se aproxima una jornada electoral.
Las propuestas al elector a través de las plataformas políticas, fueron abandonadas por el insulto, la diatriba y las denuncias ante las autoridades electorales por presuntos delitos cometidos.
Ni Jorge Carvallo del PRI ni Enrique Cambranis del PAN, tienen mejores ofertas a los veracruzanos que no sean andar de enredadores y cizañeros en el Instituto Federal Electoral, IFE, o en la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales, la FEPADE, dependiente de la Procuraduría General de la República.
Los dos representantes partidistas viven del cuento ante la carencia de capacidad intelectual para llevar a sus institutos políticos a buen puerto, en el que aquellos que habrán de sufragar en las elecciones intermedias del 5 de julio, lo hagan convencidos por el mejor ofrecimiento de los candidatos.
Pero no es así; las marionetas fidelistas y las huestes del Pipo Vázquez, insisten en llevar a los tribunales la presunta ropa sucia del adversario.
No han aprendido de los palos que les ha propinado el Tribunal Electoral de la Federación.
A los del tricolor los exhibió tirándoles la inhabilitación de Julio Saldaña como candidato del PAN a diputado federal por el distrito electoral de Boca de Río, que habían logrado gracias al maridaje con el vocal del IFE José Gonzalo Castillo Gamero, cuya esposa Rocío Sandoval Tovar, dicen, recibía de Salvador Manzur compensación de 17 mil pesos mensuales como empleada de la Secretaría de Finanzas en Boca del Río.
Mientras que a los azules les desechó la denuncia que habían interpuesto contra el gobernador Fidel Herrera, por presuntos desvíos de recursos públicos en actividades partidistas.
Finalmente las acciones de denuncia de Carvallo y Cambranis no dejan de ser shows mediáticos y ridículos con tintes electoreros.
Los dos dirigentes saben que tanto el PRI como el PAN se la pasan usando dinero del erario público para apuntalar a sus candidatos.
La última acusación del Revolucionario Institucional es contra los funcionarios calderonistas Agustín Basilio, delegado de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes en el estado y Julen Rementería, director de los centros de la SCT, por gastar en espectaculares.
Pero los priístas no cantan mal las rancheras.
En las últimas semanas el subsecretario de la SEDESMA Alberto Silva Ramos anda recorriendo el estado entregando “Pisos Fiel, cemento y láminas de cartón” a familias marginadas. Y lo hace simulando el cargo, cuando todos saben a qué intereses responde que de la noche a la mañana el gobierno de Fidel Herrera se preocupe por los 4.5 millones de veracruzanos en pobreza extrema, a los que ha mantenido en el olvido los primeros cuatro años de mandato.
Y qué no decir de las pasadas elecciones, donde Ranulfo Márquez, el de protección civil, por órdenes de Fidel, desvió recursos del FONDEN a las campañas de los abanderados del PRI.
En conclusión…
Como dicen en los pueblos, “todos están embarrados”.
¿O usted qué opina?
P.D: Que siempre sí habrá aumento al transporte urbano de pasajeros en el estado. No era para menos. Al gobierno de Fidel Herrera hay que creerle lo contrario de lo que afirma. Reynaldo Escobar, el cobrador oficial del regimen, había asegurado que en este 2009 no autorizarían incremento en las tarifas del servicio, pero ayer dio marcha atrás. Pueden más las exigencias del pulpo camionero que demanda al gobernador Herrera el pago a sus favores prestados, porque ellos cumplen con la entrega oportuna de las cuotas mensuales. Y si no que le pregunten al recaudador preferido Julio Cerecedo, a quien por su eficiencia Fidel lo sostiene en el cargo contra viento y marea.
davidvaronaf@hotmail.com
No existe la menor duda de ello.
Pero no escribiré hoy de esa incesante descomposición integral de la administración de Fidel Herrera.
Comentaré acerca del quehacer político estatal, sumergido en un lodazal sin fondo, en el que los principales actores, tanto del PRI como del PAN, exhiben sus miserias al quedarles grandes los zapatos de dirigentes partidistas.
Pleitos de comadres alborotadas y chismosas, es el que en forma vergonzante protagonizan colorados y blanquiazules.
Unos contra otros insisten en interpretar ante la opinión pública, papeles verdaderamente bochornosos, que denigran el arte de la política.
Priístas y panistas agarrados del chongo, muestran al electorado veracruzano de qué están hechos.
Como verduleras de mercado, las dirigencias estatales del Partido Revolucionario Institucional y de Acción Nacional, andan de locas arañándose, además se pican los ojos, se meten zancadillas, patadas y golpes bajos.
Todo en una lucha encarnizada de saliva, tinta y papel, y en cuyo escenario el pueblo sólo observa y sonríe a causa de tanta basura política.
Lamentablemente, es así de esa forma, denostándose y peleando como perros callejeros, como los políticos de hoy en día buscan ganarse las simpatías de la ciudadanía estatal, en especial cada vez que se aproxima una jornada electoral.
Las propuestas al elector a través de las plataformas políticas, fueron abandonadas por el insulto, la diatriba y las denuncias ante las autoridades electorales por presuntos delitos cometidos.
Ni Jorge Carvallo del PRI ni Enrique Cambranis del PAN, tienen mejores ofertas a los veracruzanos que no sean andar de enredadores y cizañeros en el Instituto Federal Electoral, IFE, o en la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales, la FEPADE, dependiente de la Procuraduría General de la República.
Los dos representantes partidistas viven del cuento ante la carencia de capacidad intelectual para llevar a sus institutos políticos a buen puerto, en el que aquellos que habrán de sufragar en las elecciones intermedias del 5 de julio, lo hagan convencidos por el mejor ofrecimiento de los candidatos.
Pero no es así; las marionetas fidelistas y las huestes del Pipo Vázquez, insisten en llevar a los tribunales la presunta ropa sucia del adversario.
No han aprendido de los palos que les ha propinado el Tribunal Electoral de la Federación.
A los del tricolor los exhibió tirándoles la inhabilitación de Julio Saldaña como candidato del PAN a diputado federal por el distrito electoral de Boca de Río, que habían logrado gracias al maridaje con el vocal del IFE José Gonzalo Castillo Gamero, cuya esposa Rocío Sandoval Tovar, dicen, recibía de Salvador Manzur compensación de 17 mil pesos mensuales como empleada de la Secretaría de Finanzas en Boca del Río.
Mientras que a los azules les desechó la denuncia que habían interpuesto contra el gobernador Fidel Herrera, por presuntos desvíos de recursos públicos en actividades partidistas.
Finalmente las acciones de denuncia de Carvallo y Cambranis no dejan de ser shows mediáticos y ridículos con tintes electoreros.
Los dos dirigentes saben que tanto el PRI como el PAN se la pasan usando dinero del erario público para apuntalar a sus candidatos.
La última acusación del Revolucionario Institucional es contra los funcionarios calderonistas Agustín Basilio, delegado de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes en el estado y Julen Rementería, director de los centros de la SCT, por gastar en espectaculares.
Pero los priístas no cantan mal las rancheras.
En las últimas semanas el subsecretario de la SEDESMA Alberto Silva Ramos anda recorriendo el estado entregando “Pisos Fiel, cemento y láminas de cartón” a familias marginadas. Y lo hace simulando el cargo, cuando todos saben a qué intereses responde que de la noche a la mañana el gobierno de Fidel Herrera se preocupe por los 4.5 millones de veracruzanos en pobreza extrema, a los que ha mantenido en el olvido los primeros cuatro años de mandato.
Y qué no decir de las pasadas elecciones, donde Ranulfo Márquez, el de protección civil, por órdenes de Fidel, desvió recursos del FONDEN a las campañas de los abanderados del PRI.
En conclusión…
Como dicen en los pueblos, “todos están embarrados”.
¿O usted qué opina?
P.D: Que siempre sí habrá aumento al transporte urbano de pasajeros en el estado. No era para menos. Al gobierno de Fidel Herrera hay que creerle lo contrario de lo que afirma. Reynaldo Escobar, el cobrador oficial del regimen, había asegurado que en este 2009 no autorizarían incremento en las tarifas del servicio, pero ayer dio marcha atrás. Pueden más las exigencias del pulpo camionero que demanda al gobernador Herrera el pago a sus favores prestados, porque ellos cumplen con la entrega oportuna de las cuotas mensuales. Y si no que le pregunten al recaudador preferido Julio Cerecedo, a quien por su eficiencia Fidel lo sostiene en el cargo contra viento y marea.
davidvaronaf@hotmail.com
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