FIDEL : “CHUCHO EL ROTO”

Sin dinero, endeudado hasta las manitas con proveedores, contratistas y hasta con empresas periodísticas a las que les debe 6 meses de facturación de publicidad oficial, el gobierno del estado camina al filo de la navaja.
Todos los cobradores se encuentran encabronados por las agarradas de pendejos que les están dando en las oficinas de la Secretaría de Finanzas. Hasta los constructores demandan les regresen el diezmo que por adelantado entregaron a Marcos Theurel y a Jorge Carvallo, bajo promesas de recibir paquetes de obras.
A los editores de la mayoría de los medios impresos de comunicación no les pagan un solo clavo desde octubre del año pasado, lo que ha provocado que algunos medios impresos hayan empezado su campaña de golpeteo al gobierno estatal.
Cada día, en las primeras horas de la mañana, algunos dueños de periódicos y radiodifusoras hablan al gobernador para exigirle el pago, siquiera, de las facturas del año pasado, y sin inmutarse Fidel Herrera les contesta, “aguántenme, no tengo dinero”.
“No tengo dinero”, se ha convertido en el barco de escape del tío Fide para no pagar sus deudas, las personales y ni las de su administración.
Sin embargo, otra es la realidad.
Lo que a Fidel le sobra es dinero. Cada mañana, bien a la casa de gobierno, en Xalapa, o su pent-house en Boca del Río, dependiendo dónde pernocte, le llevan 200 mil pesos de su caja chica de la tesorería estatal o de sus oficinas del World Trade Center, de Boca del Río.
Cuentan que 100 mil se los entregan en billetes de mil pesos, y los otros 100 mil repartidos en billetes de 500 y 200 pesos. Los de mayor denominación los guarda en su saco o los echa en las bolsas traseras de su pantalón, y los de menor valor, en las de adelante.
Y así, llevando consigo 200 mil pesos diariamente, sale de sus residencias a iniciar las actividades oficiales y cotidianas.
Amables lectores, ustedes se preguntarán…
Pero, ¿Para qué quiere Fidel 200 mil pesos todos los días? ¿En qué los gasta?
Mentiría yo si escribo que traer esas sumas de dinero le da seguridad al joven gobernante, o le permite cumplir sus sueños de novillero.
Lo que sí es innegable, es que esos 200 mil pesos los derrocha comprando conciencias ciudadanas, en un periodo de 12 horas, de 8 de la mañana a 8 de la noche. Y entre los sobornados se encuentran “texto y sexo-servidores de la prensa veracruzana, dirigentes de colonias y vivales que lo acechan para bajarle una lana argumentando que su madre o su hijo están muriéndose y les urge comprarles medicinas”.
Para demostrar que “esas peticiones tocan las fibras de su noble corazón”, el buena gente de Fidel no escatima en dinero…Si le piden mil 500, él les regala 2 mil; si le suplican 2 mil, da 2 mil 500; si le imploran 3 mil, se mocha con 4 mil; y así sucesivamente, de acuerdo al sapo es la pedrada, y con su respectivo pilón.
Pobre gobernador Herrera, con tanta miseria en el estado que late con fuerza, debe lamentar salir de casa con sólo 200 mil pesos, que finalmente resultan insuficientes para atender el gran número de pedigüeños, aunque el 90 por ciento de éstos le vean la cara de pendejo al no tener ni madre ni hijos enfermos.
Pero lo importante es que Fiel se siente bien haciendo la obra del día, y éste despilfarro no es por el cual los empresarios de la noticia muestren irritación por el cerro de facturas acumuladas en Finanzas del estado.
Lo que mantiene como leones a los comerciantes de la información es que “Fidel tiene su club de editores preferidos”, a los que mes con mes les paga lo acumulado de facturas.
Es decir que, mientras a unos intenta ahorcarlos reteniéndoles el pago hasta por seis meses, a sus cuates los trata como reyes. Lo que los enojados dueños de rotativos no quieren entender es que con éste tipo de acciones Fidel también realiza su obra del día. Si no les paga en forma puntual, los de su club se mueren de hambre, porque con los mil ejemplares que tiran diarios, de los cuales devuelven de las calles 900, no sacan siquiera ni para la quincena del intendente.
Aún con sus 200 mil pesos de dispendio diario, el gobernador Herrera Beltrán, muestra preocupación. Esta cantidad de dinero no va alcanzarle para comprar, mínimo, el millón de votos que su partido el PRI, en conjunto, necesitará para ganar las elecciones del 5 de julio.
Porque dinero para campañas, no hay.
Esta vez no hay FONDEN, y por lo tanto no hay parque de donde agarrar, contrario a los blanquiazules que tirarán la casa por la ventana.
¿O usted qué opina?