México se encuentra en emergencia sanitaria.
La epidemia de influenza o gripe porcina que ataca al país ha puesto a temblar al sistema nacional de salud.
Y no es para menos.
Estamos en pañales en materia preventiva o de respuesta inmediata ante plagas como la que hoy enfrentan los mexicanos, y que, según cifras oficiales, ha causado la muerte inmediata a más de 80 personas, y enfermado a otras mil 400.
Según especialistas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la mortal enfermedad, es una extraña infección jamás vista, que consiste en la combinación de cepas de influenza en cerdos y aves, con gripe en humanos.
Los primeros síntomas horas después del contagio son dolor de cabeza, fiebre incontrolable, gripe y neumonía, y de no atenderse a tiempo, son causales de muerte en los enfermos.
La sintomatología de este raro y mortal mal, trae a mi memoria la epidemia presentada en los primeros días de marzo en la congregación La Gloria, en la región del Valle de Perote, donde más de 400 personas enfermaron de una extraña enfermedad que les causaba, precisamente, fiebre, gripe y bronco-neumonía, y que obligó a las autoridades de salud de Veracruz a instalara un cerco sanitario para evitar la propagación del contagio.
A más de 40 días del brote epidémico en el municipio de Perote, la Secretaría estatal de Salud guarda silencio; no hay reporte o conclusión final de las investigaciones médicas que informe de las causales que provocaron esa afección en los habitantes de aquella región, ubicada a no más 80 kilométros de la ciudad de Xalapa, la capital del estado.
Hoy ante el brote inesperado de influenza o gripe porcina, coincidentemente el cuadro clínico que presenta el enfermo, es el mismo que los padecimientos que tuvieron los lugareños del Valle de Perote.
En ocasión de la reciente epidemia por neumonía, el 99 por ciento de los 3 mil habitantes de La Gloria, en Perote, Veracruz, responsabilizan de sus males de salud a la compañía Carroll, dedicada a la producción de cerdos, instalada en dicho municipio.
Durante años, campesinos, productores, ganaderos y habitantes en general han levantado la voz para exigir la desaparición de la empresa Carroll por considerarle fuente de contaminación que pone en riesgo la salud de quienes habitan en las cercanías a las granjas.
Cerros de denuncias se han presentada ante las diversas dependencias federales y estatales señalando los insoportables olores fétidos que se esparcen en por lo menos 8 mil metros a la redonda.
Las quejas duermen el sueño de los justos, Granjas Carroll son intocables, no hay autoridad alguna que se atreva, siquiera, a emitir un dictamen de amonestación.
HISTORIA DE GRANJAS CARROLL.
Granjas Carroll de México es una empresa transnacional, propiedad de las compañías Smithfield de Estados Unidos y de Agroindustrias Unidas de México (AMSA), que llegó a instalarse en el Valle de Perote, a mediados del año 1994.
Empezó a operar con apenas una granja de 2 mil 500 vientres de puercos; actualmente tiene una población cercana al millón de cerdos, de los cuales 800 mil son para el abasto nacional.
La empresa ha sido blanco de las críticas desde los inicios de sus actividades productivas, y endurecieron cuando en los alrededores del Valle, la compañía construyó tres lagunas de oxidación a cielo abierto, en las que vierten los desechos fecales de los cerdos, las cuales, dicen, la contaminación que generan fueron las causantes de la alerta epidemiológica de la primer semana de marzo pasado.
Reitero que, acostumbrado a ocultar la verdad, manejar y ocultar la información cuando lesiona intereses, el gobierno del estado, no ha dicho nada de aquel brote epidémico entre los habitantes de La Gloria. Se ignora si algunas o algunas de las 400 personas que enfermaron, hayan muerto.
Ayer, al hablar ante sus aliados los “periodistas” que tuercen la verdad que se vive en Veracruz, y ante la emergencia sanitaria que enfrenta el país, el gobernador Fidel Herrera le s pidió “publicar la verdad para no causar pánico entre la población”. Su petición es como pedirle peras al olmo; ahora ruega por lo que él siempre ordena ocultar.
Lo cierto de todo es que los síntomas de la influenza o gripe o porcina que hoy amenaza la vida de mexicanos, tiene cierta relación con el mal que padecieron en La Gloria.
Por lo tanto, son muchos los especialistas del sector salud en Veracruz que, sin levantar la voz por temor a sufrir represalias del régimen Fidelista, desearían que el gobierno calderonista, la OMS y su directora Margaret Chan, voltearan los ojos al estado de Veracruz, exactamente a las Granjas Carroll, del Valle de Perote.
¿O quiénes y qué intereses tienen los poderosos del gobierno Fidelista que protegen las atrocidades ambientales de la compañía porcícola?
¿O usted qué opina?
No hay comentarios:
Publicar un comentario