22 de febrero de 2010
Por: David Varona Fuentes
En política existen muertos que caminan porque nadie les ha dicho que están muertos…
Sin embargo, Gerardo Buganza Salmerón, parece estar dispuesto a no someterse a esas reglas no escritas en el arte de la política.
Y ha confiado a sus íntimos que impugnará el nombramiento de Miguel Ángel Yunes Linares, como candidato del PAN al gobierno de Veracruz.
Ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), exigirá la anulación de la candidatura del turco Yunes Linares que hizo el pasado jueves el CEN del Partido Acción Nacional.
Se sabe que Buganza considera violatoria la decisión del CEN de su partido y dicen, demostrará con documentos, la imposición presidencial en la designación del abanderado panista a la gubernatura de Veracruz.
De acuerdo a los informes obtenidos, el ex precandidato perdedor presentaría ante el órgano electoral federal las violaciones que se hicieron al Reglamento Selección de Candidatos a Cargos de Elección Popular del PAN, en sus artículos 1, 2, 3, 26, 27 y el 57, 58 y 58, relacionados al proceso selectivo del candidato a Gobernador o Jefe de Gobierno.
Y según sus amigos, Buganza fundará su queja basado en los artículos 116, 117, 118 y 136 del mismo Reglamento blanquiazul, que señala el derecho a la impugnación e inconformidad, por lo que se consideren acciones violatorias en la elección de un candidato a Gobernador o Jefe de Gobierno.
De cumplir su amenaza, Buganza cimbraría al PAN.
Y pondría en el filo de la navaja la candidatura de su ex amigo Yunes Linares quien en el 2004, criticando la corrupción en el gobierno priísta del ratón Miguelito Alemán, impulsara su candidatura a gobernador colocándolo con los votos obtenidos, en la antesala de palacio de gobierno, a pesar que era un verdadero desconocido y gris senador plurinominal.
Pero quienes sí conocen su verdadero rostro de farsante, convenenciero y mercenario de la política, dudan que Buganza tenga los huevos bien puestos para apelar la determinación del PAN de haber encumbrado a Miguel como candidato a la gubernatura del estado.
Impugnar ante el TEPJF la decisión del CEN del PAN, representaría desafiar al presidente Felipe Calderón, real hacedor de la candidatura de Yunes; significaría el suicidio político para Buganza; de qué viviría lo que resta al gobierno calderonista.
Acostumbrado al cochupo y a los acuerdos bajo la mesa, se duda que el cordobés cometa tal afrenta.
Que ordene a sus plumíferos filtren que acudirá ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, podría ser un borrego más de los muchos que circularon antes del cónclave panista del pasado jueves, donde rodó su cabeza como precandidato.
Lo evidente es que Buganza se encuentra desesperado; no le han ofrecido ningún puesto de consolación, y seguramente no habrá nada para él en el gobierno federal.
Un día escribí que Buganza no era de la gracia de Calderón; que el presidente no podía verlo ni en pintura.
Y todo gracias a las burlas y faltas de respeto que el michoacano recibió siendo precandidato a la presidencia por parte del entonces senador Buganza, simpatizante de la precandidatura de Santiago Creel.
Consumada la decisión de Calderón de imponer a Yunes, el tiempo me ha dado la razón…a Buganza lo detestan en Los Pinos.
Lo cierto de todo es que tras la elección de Miguel Ángel Yunes Linares, como candidato al gobierno de Veracruz, no todo es miel sobre hojuelas en el PAN.
El instituto político fundado por Manuel Gómez Morín, luce dividido, partido y desquebrajado.
Por un lado, mientras los Yunistas festejan la candidatura tirando cuetes, los bugancistas lucen rostros inconsolables, de dolor y amargura, pero también de rabia, coraje e impotencia.
Pero Buganza tiene la última palabra.
O cumple su presunta advertencia de acudir al TEPJF solicitando la anulación de la candidatura de Yunes, y exigiendo también restablezcan sus derechos como precandidato…
O todo queda en amenaza con el petate del muerto.
Y los que no quedarán contentos, serán sus padrinos, esos que le dieron todo; desde la compra de 100 mil kilos de Café Buganza, hasta el patrocinio televisiva de la empresa familiar.
¿O usted qué opina?
Por: David Varona Fuentes
En política existen muertos que caminan porque nadie les ha dicho que están muertos…
Sin embargo, Gerardo Buganza Salmerón, parece estar dispuesto a no someterse a esas reglas no escritas en el arte de la política.
Y ha confiado a sus íntimos que impugnará el nombramiento de Miguel Ángel Yunes Linares, como candidato del PAN al gobierno de Veracruz.
Ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), exigirá la anulación de la candidatura del turco Yunes Linares que hizo el pasado jueves el CEN del Partido Acción Nacional.
Se sabe que Buganza considera violatoria la decisión del CEN de su partido y dicen, demostrará con documentos, la imposición presidencial en la designación del abanderado panista a la gubernatura de Veracruz.
De acuerdo a los informes obtenidos, el ex precandidato perdedor presentaría ante el órgano electoral federal las violaciones que se hicieron al Reglamento Selección de Candidatos a Cargos de Elección Popular del PAN, en sus artículos 1, 2, 3, 26, 27 y el 57, 58 y 58, relacionados al proceso selectivo del candidato a Gobernador o Jefe de Gobierno.
Y según sus amigos, Buganza fundará su queja basado en los artículos 116, 117, 118 y 136 del mismo Reglamento blanquiazul, que señala el derecho a la impugnación e inconformidad, por lo que se consideren acciones violatorias en la elección de un candidato a Gobernador o Jefe de Gobierno.
De cumplir su amenaza, Buganza cimbraría al PAN.
Y pondría en el filo de la navaja la candidatura de su ex amigo Yunes Linares quien en el 2004, criticando la corrupción en el gobierno priísta del ratón Miguelito Alemán, impulsara su candidatura a gobernador colocándolo con los votos obtenidos, en la antesala de palacio de gobierno, a pesar que era un verdadero desconocido y gris senador plurinominal.
Pero quienes sí conocen su verdadero rostro de farsante, convenenciero y mercenario de la política, dudan que Buganza tenga los huevos bien puestos para apelar la determinación del PAN de haber encumbrado a Miguel como candidato a la gubernatura del estado.
Impugnar ante el TEPJF la decisión del CEN del PAN, representaría desafiar al presidente Felipe Calderón, real hacedor de la candidatura de Yunes; significaría el suicidio político para Buganza; de qué viviría lo que resta al gobierno calderonista.
Acostumbrado al cochupo y a los acuerdos bajo la mesa, se duda que el cordobés cometa tal afrenta.
Que ordene a sus plumíferos filtren que acudirá ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, podría ser un borrego más de los muchos que circularon antes del cónclave panista del pasado jueves, donde rodó su cabeza como precandidato.
Lo evidente es que Buganza se encuentra desesperado; no le han ofrecido ningún puesto de consolación, y seguramente no habrá nada para él en el gobierno federal.
Un día escribí que Buganza no era de la gracia de Calderón; que el presidente no podía verlo ni en pintura.
Y todo gracias a las burlas y faltas de respeto que el michoacano recibió siendo precandidato a la presidencia por parte del entonces senador Buganza, simpatizante de la precandidatura de Santiago Creel.
Consumada la decisión de Calderón de imponer a Yunes, el tiempo me ha dado la razón…a Buganza lo detestan en Los Pinos.
Lo cierto de todo es que tras la elección de Miguel Ángel Yunes Linares, como candidato al gobierno de Veracruz, no todo es miel sobre hojuelas en el PAN.
El instituto político fundado por Manuel Gómez Morín, luce dividido, partido y desquebrajado.
Por un lado, mientras los Yunistas festejan la candidatura tirando cuetes, los bugancistas lucen rostros inconsolables, de dolor y amargura, pero también de rabia, coraje e impotencia.
Pero Buganza tiene la última palabra.
O cumple su presunta advertencia de acudir al TEPJF solicitando la anulación de la candidatura de Yunes, y exigiendo también restablezcan sus derechos como precandidato…
O todo queda en amenaza con el petate del muerto.
Y los que no quedarán contentos, serán sus padrinos, esos que le dieron todo; desde la compra de 100 mil kilos de Café Buganza, hasta el patrocinio televisiva de la empresa familiar.
¿O usted qué opina?
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